domingo, 23 de octubre de 2011

Consejillos para ligar

Como me he roto la muñeca de la mano izquierda, he tenido que tirar de las respuestas que he dado alguna de vuestras consultas sobre “la mejor manera de ligar” para poder escribir el post de la semana. Espero os sirva de ayuda.

Lo primero y  fundamental es elegir a la chica que más os gusta. Es importante centrarse en una sola, recordad “somos hombres” y no somos capaces de hacer más de una sola cosa bien a la vez.

Una vez fijado el objetivo, el siguiente paso es pedirle una cita. Si os habéis visto alguna vez en un espejo, sabréis que tenéis una alta probabilidad de que os diga que “no” pero “quien no juega gana”, así que chicos hay que intentarlo. Una vez que consigáis que alguna incauta os diga que “si”, tener en cuenta que en las primeras citas es importante que no seáis vosotros mismos. ¡Si habéis estado solos hasta ahora será por algo! Si vuestro problema es la timidez, podéis beberos un par de copas antes de quedar con ella, pero no os paséis con el alcohol porque si no la vais a cagar. Además de poneros un poco babosos. Esto me recuerda la primera cita de mi amigo Marco. Para perder su timidez, se bebió antes de salir de casa media botella de licor café. Fue caminando hasta el parque en el que habían quedado, pensando como podría dar su primer beso. Cuando llego, ella estaba esperándolo. Él sin pensárselo le dio un beso en la boca. Ella estaba prendiendo un cigarro con una cerilla. Y se produjo una explosión. Hoy mi amigo esta en el hospital del Meixoeiro.

Es importante que dejéis vuestra personalidad a un lado, es bueno que ella os la vaya moldeando poco a poco. ¡No es normal que un chico de treinta y tantos siga vistiendo como un perro flauta! Espero que ella al menos tenga algo más gusto que vosotros.

La sinceridad amigos no lleva a nada. Mentid sobre vuestra actual situación laboral. A ninguna chica le atrae tener una relación con un licenciado parado. ¡Vale!, ¡te acabarán pillando! pero por lo menos habréis tenido la oportunidad de enseñarle vuestro pijamita.

Otros dos temas vitales en el ligoteo son: las amigas de ella y la comunicación.

Amigas

Cuando empiezas una relación con una chica también la comienzas con todas sus amigas. Tener presente que ellas son casi tan importantes como tu novia. Si no les caes bien date por jodido y empieza a buscar un nuevo objetivo. Puede ser que entre sus amigas este la típica envidiosa, cuya única razón de su existencia sea la de fastidiar a tu novia. Seguramente acabe destruyendo vuestra relación, así que si se os pone a tiro, enrollaros con ella, por lo menos os habrán dejado por una buena razón.

Comunicación

Si cuando llamáis a vuestra novia la reacción es la misma que si la llamaras de Vodafone para venderle nuevas tarifas... ¡Pasa de ella! Por lo menos un ¡hola cariño!, ¿no? Si cuando tocas un tema serio como: “¿Quién es el chico ese con el que te han visto mis amigos el sábado por la noche?”Ella te contesta: “no me agobies “cuelga y apaga el móvil. Lo siento amigo, te han puesto los cuernos.

Para terminar deciros que busquéis a alguien sin amigas y tan desesperada como vosotros. Puede que sea un adefesio, tenga halitosis y no se depile, pero nunca os dejará abandonado en una gasolinera.

Recordad que podéis seguir enviándome todas vuestras preguntas a: nosoyunmendrugo @gmail.com

Un abrazo,

Rato Raro

PD: Puede que tarde un poco en responder, tengo que estar seis semanas con el brazo escayolado.

sábado, 15 de octubre de 2011

¿El Omega 3 es una droga?

Necesito quejarme públicamente. Estoy hasta la web del Omega 3. Que si ahora es mejor tomar leche, huevos y yogures enriquecidos con Omega 3. Que si hay que comer mucho pescado azul porque tiene mucho Omega 3. Que si para cuidar nuestro corazón tenemos que tomar Omega 3. Que si para evitar depresiones tenemos que tomar alimentos ricos en Omega 3 y bla, bla, bla...

Mi primera toma de contacto con el Omega 3 fue hace un par de semanas aproximadamente. Recibí en mi loft la visita de mi madre. Me llamo el día anterior y me dijo: “Rato, te llevo un regalo”. Yo pensaba que me traería unas nécoras, una botellita de albariño o una funda de rizo para la taza del váter. Al final la buena mujer me trajo esto último pero multiplicado por 12. ¡No sé, se debe creer que tengo 12 váteres en casa o que hago caca encima de la taza! ¡Mama por favor las fundas de rizo para el váter no se lleva ni en la serie Amor en tiempos de guerra!

Al día siguiente cuando mi madre llamo a la puerta, mire por la mirilla y no sabía si lo que estaba viendo era mi madre o a Rita Marley. Llevaba una planta en las manos que le tapaba la cara entera. Me dijo: Rato, es una planta de cáñamo. Te va a venir muy bien, es muy saludable. Le arranco una hoja y se la acerco a la nariz. Mira que bien huele, acércate. Antes de que pudiera abrir la boca para preguntarle por qué me había dejado una planta de marihuana en la mesita del salón, se fue como alma que lleva el diablo.

No me deshice de aquella maldita planta por miedo que algún vecino me denunciase. Tengo que vivir con las persianas bajadas para que nadie la vea. ¡Odio pasarme todos los días bajo la luz artificial que desprenden los focos de mis lámparas!

Lo jodido es que la maldita planta de marihuana no para de crecer y crecer. Cuando me siento a ver la tele tengo que coger un machete para cortar sus hojas. Parece que estoy en la selva. Tengo miedo a quedarme dormido en el sofá porque pienso que en cualquier momento puede aparecer una boa constrictor del techo y devorarme.

Desde aquel día me asaltó una enorme preocupación por mi madre. ¿Sería el nuevo camello del barrio? Para terminar con esta inquietud, me armé de valor y la llamé por teléfono:

- Hola mamá

Hola Ratito, ¿Qué tal con el cáñamo?, ¿te sientes mejor?

- ¡Pero mamá, como puedes incitarme a su consumo!

- Si tiene un montón de Omega 3 que te proporciona los ácidos grasos esenciales para que seas todo un hombretón.

- Mamá, lo que me has traído es una planta para hacer porros.

- ¡Ai, meu filliño!... ¡Qué cosas me dices! Pero...si en Saber Vivir dijeron que el cáñamo tiene mucho Omega 3.

- ¿Cómoooo?, MAMÁ ESCUCHAME ME HAS TRAÍDO DROGA

- ¡Ave María purísima, que Dios me perdone!

- No te preocupes mamá, no la he probado, además todavía esta muy verde. Así que duerme tranquila.

No daba crédito a lo que había escuchado, un programa de la televisión pública estaba diciéndole a todas nuestras madres que fumar marihuana era saludable. ¿Sería una maniobra del señor Rubalca para mitigar los efectos de la crisis en nuestras familias?, ¿Cuándo gane el señor Rajoy las elecciones seguirán mandando el mismo mensaje?, ¿tendría la marihuana realmente Omega 3? Para dar respuesta a todas estas preguntas consulté el oráculo de Delfos o lo que lo mismo la wikipedia  y descubrí que las semillas del cañamón tenían un alto porcentaje en Omega 3. Uff... ¡gracias a dios, mi madre no trabaja para Pelo Pincho!, ¡todo había sido una estúpida confusión!

Llamé a mi madre y le explique su equivocación. Le dije que la próxima vez si quiere, me traiga una docenita de sardinas que tienen mucho Omega 3 y que son inofensivas.

Ahora solo tengo que esperar a que la planta seque para poder deshacerme de ella de una vez y poder tener una vida más relajada.

Un abrazo,

Rato Raro

miércoles, 12 de octubre de 2011

ODIO LAS BODAS

Durante los últimos meses no paran de invitarme a bodas y bautizos. Supongo que esto se debe a que tanto mi círculo de amigos como yo somos fruto del boom 75, y claro todos sabemos lo que esta socialmente establecido cuando tienes treinta y muchos.

Tus amigos creen que cuando te invitan a una boda te hacen un favor, ¡y lo que de verdad te hacen es una tremenda putada! No entiendo porque hay gente que quiere que vayas a su boda si hace más de una década que no los ves. ¿Tendrán ganas de compartir ese “maravilloso” momento de su vida contigo?, ¿o simplemente lo que quieren es hacer negocio? Me jode un huevo de pato que me estropeen un fin de semana. Para un par de días que tengo a la semana para hacer y  vestir como me sale de la web, tú me obligas a ponerme de nuevo el traje e ir a un garito con música muy chunga regentado  por un tío con pinta de gótico, donde el único que puede privar es él. ¡No me digas que eso es un buen plan!

La que viene a la mente cuando me invitan a una boda es: ¿Por cuánta pasta me saldrá? Porque lo primero que hace tu querido “viejo amigo” es darte el número de cuenta para que le ingreses el regalo. Aquí el dicho “de la intención es lo que cuenta o con tu sola presencia me basta”, no vale. Si aún por encima tienes la suerte de ser gallego como yo, la broma te saldrá por un pico. Porque aquí en mi tierra, las bodas se celebran por todo lo alto y es que ponen como mínimo cuatro tipos de marisco antes de pasar a buena carne y pescado. Por lo que el menú como mínimo sale a unos 100 € por barba. ¡Y claro les acabas ingresando un porcentaje a mayores proporcional a tu generosidad o inversamente proporcional al número de bodas a las que hayas asistido con anterioridad ese año!

La verdad es que las bodas te regalan un montón instantes para la reflexión. Cuando estoy en misa siempre me hago la misma pregunta: ¿Qué hago aquí rodeado de tanta gente emocionada cuando esto no me importa ni un pepino? Al final este momento tan íntimo se acaba rompiendo por algún tremendo trasero que se interpone en mi mirada (mi concentración es muy frágil).

Luego llega el momento del convite. En el que te sitúan en una mesa redonda con gente de tu quinta, pero que no has visto en tu puta vida. Al principio se hacen los simpáticos. Pero cuando ya tienen medio litro de alcohol en vena empiezan a parecerse a la Duquesa de Alba. Mientras, sus parejas hablan de sus cositas, critican a esta y a la otra por el vestidito que llevan. Llegando al clímax cuando hablan de lo guapa (aún que esta sea un auténtico cardo borriquero) que va la novia. Lo peor viene después, cuando la parejita de recién casado inaugura el baile. Es un auténtico esperpento ver como señores y señoras de casi 100 años bailan todos borrachos al ritmo de algún tema de Pitbull.  Llegando otro momento intimista de la noche en el que piensas: ¿Qué coño hago aquí?

Por todos estos motivos no pienso volver a ninguna boda salvo que sea de alguien muy cercano, en la que confieso que me hará mucha ilusión asistir.

Un abrazo,

Rato Raro


miércoles, 5 de octubre de 2011

Erase una vez mi vida

Antes de que algún gilipollas empiece a criticarme cuando lea este post quiero advertiros que muy probablemente alguno de vosotros no conoce todavía a sus verdaderos padres. Pensarlo durante un rato, ¿creéis que es normal que vuestros padres no pasen del 1,65 m, mientras que vosotros medís más de 1,80 m y tenéis los ojos achinados? O También puede darse el caso de que vuestros padres hablen así de extraño y despacio porque fueron fruto de algún tipo de incesto.

Un 23 de febrero de 1975, una mujer gallega dio su particular golpe de estado, dando a luz un bello bebe (es decir “YO”) que cambiaría para siempre su vida.

Mis padres José y Carmen, obrero de Citroën él y ama de casa de ella, formaban una feliz familia junto con su hija María del Carmen. Mi hermana nunca me perdono que estropeara aquel mundo tan idílico.

Empecé a tener problemas desde el primer minuto de vida, por mi alergia a los lácteos y a ciertos medicamentos como el ácido acetil salicílico que me hicieron estar, durante la mayor parte de mis dos primeros años de vida, lejos de los brazos de mi querida madre.

Hasta los doce años tuve que vacunarme cada día, hasta que el Dr. Quireceda consiguió curarme mi alergia. Fue entonces cuando probé el sabor de la leche por primera vez que aún a día de hoy detesto sino lleva consigo al menos dos paladas de cola cao o de algún otro sucedáneo. Por supuesto tampoco me gustan el queso y los yogures naturales, aunque soporto la mozzarella en las pizzas y adoro los yogures de sabores. Supongo que estas cosas forman parte de las múltiples contradicciones que forjan mi carácter.

Siempre fui un niño muy guapo, condición que con el paso de los años sigo manteniendo. También bastante problemático en el colegio, quizás por mi dislexia galopante o  por haber vivido el asesinato de mi abuelo con tan solo 12 años, puede que ambas, no lo sé, no soy psicólogo. Supongo que todo esto  hizo que tanto profesores como compañeros de clase no dejaran de tocarme las pelotas durante todo el EGB. No voy a gastar más tinta con ello porque he conseguido borrar todas las cosas malas que han atormentado mi vida. Además alguno seguro que sale diciendo que paso largo tiempo ayudándome, cuando la verdad siempre estuve sólo. Mi mejor amigo en el colegio era un cactus que alguien no había querido llevar como regalo a su madre.

Pasó el tiempo y comenzé en el instituto. De él recuerdo que siempre había un coche de policía en la entrada y que no paraban de merodear yonquis por los alrededores. Me prometí empezar de cero. Me relacione con otros congéneres y dejé de sacar todo sobresalientes, con el objetivo de ser socialmente aceptado. Al poco tiempo empecé a tener amiguitos, entre ellos el “Jaco” que unos meses después sufrió el suicidio de su madre. La mujer se quito la vida cuando los médicos le dijeron que su hijo, un yonqui al que le habían dado una paliza delante de sus ojos y en su propia casa, probablemente no saliera nunca del coma en el que estaba y si lo hacía quedaría tetrapléjico. Irónicamente el sujeto salió bien de todo aquello y sigue siendo el mismo drogadicto de siempre. Supongo que la tragedia nos unió como si fuéramos hermanos siameses, aunque  nunca hablamos abiertamente del tema. La fantasía fue nuestra mejor vía de escape, enganchándonos a los juegos de rol. En ellos podíamos desahogar nuestra rabia de un modo civilizado. No sé ni cómo ni por qué, empezamos a ser como una especie de sujetos especiales para un montón de bichos raros de nuestra edad. De estar siempre solo, comencé a tener un montón de “amigos”que no paraban de reír todas mis gracias y las de Jaco.

Mi relación con mis padres, fue durante años fría pero buena. Mis papas nunca se atrevieron hablar conmigo, ni siquiera hoy, de todo lo sucedido. Me consintieron y me mimaron todo lo que pudieron, lo que provoco constantes ataques de celos en mi hermana. Cuando me enamoré por primera vez de una chica quise tener una conversación sería con mi padre, pero no pudo ser. No tenía tiempo. Él vivía su propio calvario. Pasaba los días en la finca de mi abuelo, para que todo estuviese igual que cuando nos dejo.

Empecé la universidad, no por vocación, sino porque en aquellos tiempos era lo que tocaba al terminar COU. Después de dos anodinos años en lo personal. Comencé a replantearme mi vida. Estaba cansado de la gente y de mí, no tenía claro si quería seguir estudiando. Así que aprovechando que mi hermana se había ido a trabajar a Disneyland Paris, me fui a vivir con ella. Una vez allí cumplí un sueño “vivir una historia de amor con Blancanieves”.

Colorín, colorado, este cuento por ahora se ha terminado.

Un abrazo,

Rato Raro

PD: Un día volví, abandone todas mis “amistades”, me puse a trabajar y termine la carrera pero eso ya es otra historia.



sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Serían los callos?

Nunca creí demasiado en el reiki, tantra, wok, sushi, sudukus y el resto de ciencias ocultas que atormentan las vidas de tantos mortales. Pero me esta sucediendo algo que me lleva a replantear toda mi existencia.


Ayer, después de salir del trabajo hice una paradita como todos los jueves en la Abadía, una cervecería próxima a mi casa que ese día de la semana tiene una promoción de tapas low cost. Decidí coger un periódico mientras esperaba por la zorza y los pimientos de Padrón. Ojee las noticias del periódico sin demasiado entusiasmo, hasta que no se muy por qué, me detuve a leer el horóscopo. Busqué mi signo que es Piscis. Y leo: Salud. Cuida tu colesterol, abusas demasiado de las grasas. Trabajo. Date un respiro, necesitas un poco de relax. Amor. Hoy discutirás con tu pareja.

Sonreí, y me dije para mis adentros, ¡joder!, con lo de la salud y el trabajo acertó de pleno pero con lo del amor llegó tarde. Mi novia me había dejado el jueves pasado. No tuve tiempo a lamentarme mucho, porque llegó Javi con las tapas, y como macho alfa que soy, no podía hacer dos cosas a la vez. Así que comí, pagué y me fui para casa.

Cuando abrí la puerta de mi loft, me encuentro a un tío gordo, con calzoncillos y sujetador de cuero (para ser un hombre tenía una delantera considerable) y unas pantuflas de Bob Esponja que empezó a gritarme. Yo me quede todo flipado y le dije:

¿Podría decirme quién es usted?, ¿Y qué hace así vestido en mi casa?

- ¿Qué pasa vienes tan pedo del bar que no sabes ni quién soy?

- ... Umm... (Pienso para mis adentros: Creo que solo bebí un par de claras con limón) pues la verdad es que no.

- Me parece increíble que no reconozcas ni a tu propio marido. Nunca te gusta lo que me pongo. Y que sepas que estoy harto de tu falta de puntería en la taza del váter. ¡Dios!, te repito las cosas mil veces, y tu sigues haciendo lo mismo. Mejor no digas nada como siempre. Bueno, te dejo que voy a ver a mi madre al pueblo. Supongo, que tú te quedarás en casa como de costumbre.

Me pellizque el trasero con todas mis fuerzas, y no, no estaba dormido. Me frote los ojos, y pensé que todo aquello había sido provocado por la falta de sueño. Después me senté en el sofá y me puse a divagar sobre el paralelismo de mi vida con la ZP. A los dos parece que la prensa visualiza nuestro destino, somos unos incomprendidos, siempre hacemos lo mismo, nos piden insistentemente que nos callemos y al final todo el mundo acaba dejándonos solos. Me reí y me fui a la cama, pensando que necesitaba un descanso urgentemente.

Hoy volví a la cervecería. Cogí el periódico con el objeto de quitarme todas las tonterías del día anterior. Volví a leer el horóscopo: Dolores de tripa intermitentes, en breve te vendrá el período. Ten cuidado con los cambios de humor.

Leer esto por fin me tranquilizo, ¿cómo puedo ser tan idiota para poder pensar que lo que pone el horóscopo es cierto?

Al poco tiempo empezó a dolerme la barriga. Nunca me había encontrado así. Me entró una mala hostia... Lo que pasó después prefiero no contarlo. Lo único que sé, es que no volveré a leer el horóscopo ni a comer callos.

Un abrazo,

Rato Raro 

viernes, 16 de septiembre de 2011

Miserables PIGS

Estoy  harto de oír, leer y soportar todo tipo de noticias sobre intervenciones de facto y futuras en los países denominados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España- uniéndose, en los últimos meses, a este notable grupo Italia). Llamados así por su comportamiento irresponsable ante la crisis y por una serie de características políticas, económicas y culturales comunes, como son las de a ver sufrido largos regimes dictatoriales o gobiernos de corte muy conservardor, rigidez doctrinal (católica u ortodoxa),  estructura pública escasa, política fiscal regresiva (predominio de impuestos indirectos sobre los directos) y baja carga impositiva entre otras, que según un buen número de  expertos economistas de centro y norte de Europa, los han llevado a a la actual situación de crisis. Yo, aún que no niego su parte de culpa, considero que también han tenido una notable influencia, las medidas adoptadas por sus gobiernos, bajo la dictadura de los mercados financieros.

Para los que no estén muy duchos en el funcionamiento de los mercados secundarios de deuda pública a largo plazo, intententaré explicar mi visión sobre los efectos de estos en la economía de estos países.

La cosa suele empezar así, un país con ciertas dificultades financieras emite deuda pública, los mercados financieros, manipulados por unos cuantos especuladores,  responden haciendo una enorme presión sobre el precio de la deuda (no compran al precio de salida),  para poder sacar de esos títulos un mayor redito. Lo que desemboca en una rebaja de la nota país de las agencias de calificacción (según la nota que se tenga, un país ofrece más o menos garantía para devolver el dinero que le han prestado).

Justo después, entran en juego Heide Merkel, Napoleón Sarkozy y otras instituciones benefecatoras como el BCE, FMI,.. “recomendando” la puesta en marcha de una serie de medidas que ayuden a reducir el déficit público. Esas  normalmente suelen de ser de dos tipos:

1) Aumento de impuestos indirectos (normalmente el IVA).

2) Reducción del gasto público.

Y ya con la cosa esta muy mal, se ponee en marcha una tercera gran medida que consiste en realizar un recorte en la nómina de todos los asalariados del país.

No hace falta ser economista, para poder prever los efectos devastadores que este tipo de políticas van a tener sobre la economía. Empezando por la primera de ellas: decir que el IVA es un impuesto indirecto que grava el consumo,  totalmente regresivo  (esto quiere decir que grava más a los que menos renta disponible tienen).  Así por ejemplo, en España, tenemos que pagar dos puntos más en productos que bajo mi humilde punto de vista son de primera necesidad (hacienda no piensa lo mismo) como la ropa y el calzado.
 ¿A quién le supone más dinero esta subida?, pues la respuesta es obvia al que llega más justito a fin de mes. La reacción lógica cuando uno tiene problemas de dinero es la comprar menos. Y si se compra menos, las empresas  venden menos, despiden gente, esta gente paga menos impuestos, el país no crece y sus ingresos disminuyen. Comentemos ahora la segunda receta, reducción del gasto público, normalmente suele consistir en una reducción del salario de los funcionarios (también son consumidores), reducción de personal laboral (vaya otros consumidores que las van a pasar canutas), recorte en el número de contrataciones públicas (o lo que es lo mismo menos contratos para las empresas), reducción del gasto público en sanidad y educación (esto prefiero ya ni comentarlo)...y un sinfín de cosas que reducen a un más la renta disponible de las familias, los ingresos de las empresas, los ingresos fiscales del estado, el empleo y el crecimiento económico.

Sobre la tercera medida, creo que no hace falta que de ningún tipo de explicación sobres sus efectos. ¿Y todo esto para qué?, pues para ganar un poco de credibilidad ante las agencias de calificación y pagar así menos por la deuda.

Resumiendo, ahora las emisiones de deuda nueva son más caras. No queda más remedio que pagar más intereses a un puñado de inversores que controla el mercado. Lo más curioso de todo esto, es que una vez aplicada la subida, las ofertas de compra (de deuda pública que antes nadie quería) se multiplican muy por encima de las necesidades financieras de estos países.

Una vez puesta en el mercado toda la deuda, los problemas económicos no tardan en llegar, como consecuencia de las medidas que se han adoptado y de los intereses más altos que se pagan. A mayores pagos, lógicamente los gastos que se pueden asumir son  menores y  estos países se ven obligados a realizar nuevos recortes, que inevitablemente frenan las perspectivas de crecimiento del país.

¿Y qué le dicen los gobernates a sus conciudadanos?-  pues nada,”que hay que apretarse el cinturón”. Mientras unos pocos, se enriquecen con los intereses que cobran o los impuestos que no pagan (gracias a instrumentos  financieros como las SICAV diseñados para que los más ricos tribueten por sus plusvalías al 1%).

Llegado este momento, cráneos privilegiados de la economía anuncian la “interevención”, “recesión”, “suspensión de pagos”, “quiebra” de algún maldito cerdo. Las agencias de calificación toman nota de todo esto y todo el ciclo se vuelve a repetir, hasta que no quede ni un maldito cerdo que llevar el matadero.

Un abrazo,

Rato Raro



sábado, 10 de septiembre de 2011

El imperio de los sentidos (Un viaje a Sardegana: Día 5 + Muravera)


Hay maneras horribles de depertarse, entre otras se me ocurren:

- Tener una pesadilla con una tribu de bosquimanos que te han hecho prisionero y te hacen makumba hasta morir.

- Que este año desvien el itenenario de las procesiones de semana santa y pasen todas por tu calle a las 5 de la madrugada.

- Que algún simpatico te eche un cubo de agua fría por encima, mientras estas teniendo un sueño placentero.

- La mañana después de que tu vecina del piso de arriba comenzará las clases de claqué. En estos casos lo mejor es convencerla que las deje antes de que comienze con el modulo de flamenco.

Que todas tus vecinitas hayan parido recientemente, despertándote, cada hora y quince minutos, los llantos de algún adorable recién nacido.

Podría seguir la lista, pero seguro que no se me ocurría ninguna tan desagradable como la que sufrí la mañana de mi quinto día en Cerdeña.

Ahora, recuperado de nuevo el habla y superado el transtorno psicológico que me acosianó, me veo con las suficientes fuerzas para compartirlo con todos vosotros.

Pues bien, mientras dormía como un bebé, en posición fetal y abrazito a la almuhada, el trasero del Piu solto una tremanda ventosidad que impacto en toda mi cara, dejando mi pelo como el de un punk, mi corazón al borde del paro cardiaco y mis ojos aturdidos por la imagen, una vez más, de esos calzoncillos negros apretados.

Después de unos instantes de shock, me levante, fui hacia la ventana e intente hacerme con todo el aire que pude para mis maltrechos pulmones.

El Piu se reía, se preguntaba que hac decía que la culpa era mia por acercar mi cabeza tan peligrosamente hacia su pompis. Siguio contandome que él no podía responder de lo que hiciera su culo mientras dormía, sobre todo en un día de resaca.


Pues nada, me aplique el dicho de “a palabras necias, oídos sordos”, y nariz tapada. Me fui mareado y cabreado hacia la ducha, quedándome bajo el agua, hasta que la tensión arterial volvió a su presión normal.

Bien, era el momento de bajar a tomar el desayuno, dándole la oportunidad, por lo menos a uno de mis sentidos, de disfrutar de los primeros momentos del día. 

Estabamos cansados, apenas habíamos dormido y pensamos que era un buen día para pasar todo el día en la playa, dejando que la resaca se fuera con las olas.



Elegido el plan, solo teníamos que elegir el destino. Pense que era un buen día para ir a Poetto, la playa de Cagliari. Así que cogí el coche, me levante el cuello de mi polo, me puse las gafas de sol, mande subir al stronzo del Piu y emprendimos camino rumbo hacia la costa.

Eran apenas las 10:00 a.m, había un tráfico descomunal, supongo que porque era domingo. Todo Cagliari y parte del extranjero, estaba allí, en la carretera, tenía que ser un tio duro, no me amilane en ningún momento, comportándome como uno más de esos Kamikazes. Incluso me llegarón a insultar y llamar loco por mi conducción temeraria. ¡Hay momentos en la vida en la que uno se siente tremendamente orgulloso de si mismo!

Tardamos casí una hora en llegar a Poetto, cuando lo normal, serían unos 10 minutos. Buscamos un sitio para aparcar, pero nada, no había hueco ni para una escúter.

Decidimos cambiar de plan y dirigirnos hacia una playa próxima, donde hubiera algún lugar donde aparcar. Paramos al menos en tres sitos donde no había problemas para estacionar, pero eran horribles. Así que decidimos ir hacia alguna de las bellas playas de Villasimius que tanto nos habían encandilado durante el segundo día de estancia en la isla.

Al poco rato, nos dimos cuenta que no habíamos tenido una buena idea, nos movíamos a paso de tortuga, de hecho un par de perros y un gorrino, llegaron adelantarnos por el arcén.

Teníamos que pensar en una alternativa. Debía ser una playa no demasiado concurrida  pero que no estuviera mal de todo. Repasando en nuestra memoria más reciente, las playas de Muravera cumplían con todos estos requisitos. Es curioso como la vida te lleva a volver a lugares que si no llegan a ser por las circunstancias cósmicas jámas repetirías.

Después de un par de kilómetros, encontramos un desvío hacia Muravera. Al final resulto ser una autovía recién terminada. Lo que a la postre nos iba a facilitar que llegásemos antes de lo previsto.

La aguja del marcador de combustible se aproximaba peligrosamente hacia la reserva. Yo recordaba que en el centro de Muravera había una gasolinaera y por la distancia a la que nos encontrábamos podíamos llegar sin problema.

Llegados a Muravera hicimos la parada en la gasolinera. No contaba con ningún personal, quizás por ser domingo, pero se podía repostar ya que existía la posibilidad de realizar el pago en un cajero automático situado en el propio surtidor de combustible. El Piu se encargo de hacer el repostaje y el abono, bueno lo intento... No sabíamos porque extraña razón no conseguíamos que saliese ni una sola gota de gasolina, después de haber introducido un billete de 20 €. Estabamos allí parados, viendo para el surtidor, esperando encontrar una solución a nuestro problema. Después de 15 minutos de inacción, un coche paro a respotar y decidimos preguntarle que es lo que habíamos hecho mal. El Piu de dirigió hacia al conductor, le explico lo que nos pasaba, él salió de su coche se dirigió hacia el surtidor y se quedo mirando para él, del mismo modo que lo habíamos hecho antes. Su mujer al ver a tres idiotas mirando para el surtidor, salió del coche y se dirigió hacia nosotros. No hizo falta que le explicásemos nada, nos dijo que eso a veces pasaba cuando alguna de las mangueras estaba mal colocada en el surtidor. Solo había que colocarla bien y nos echaría combustible sin problemas. Dicho y hecho, esta claro que el cerebro de una mujer es más de tres veces el cerebro de un macho alfa.

Obviando el rídiculo que habíamos hecho en la gasolinera, nos dirigiomos hacia a una de las playas de Muravera. Decidimos ir a una distinta de la que habíamos ido nuestro segundo día en la isla. Para no complicarnos mucho la vida, acordamos parar en el primer cartel en el que pusiese spiaggia que nos encontrásemos. Cuando nos metimos en el desvio hacia a la playa, el Piu, grito: ¡PARAAAAAAAAAAAA!, ¡Dios!, casí me da un vuelco el corazón. Pensé en lo peor..., que había atropellado a una ardilla o algo así. Deje el coche a un lado de la carretera, baje tembloroso, mire entre las ruedas, pero nada...Mientras yo revisaba los bajos del automóvil, el Piu estaba todo feliz al otro lado de la carretera, haciendo fotos a unos flamencos rosas. Menudo susto, esto me pasaba por no saber neardental.

Después de unas fotos, el neardental, perdón el Piu y yo nos fuimos hasta  la playa. Buscamos un sitio con sombra donde refugiarnos del sol abrasador. Lo único que encontramos fue en una esquina de la playa unos matorrales con árbustos, llenos de excrementos secos, creo que de cabra. En la vida muchas veces no te queda más remedio que elegir entre dos opciones no demasiado buenas. Nosotros nos decantamos por las cacas de cabras, no se si era la mejor alternativa pero si la que más no me apetecia. Limpiamos un poco la zona y nos tumbamos bajo la sombra de un arbusto. Después de una minisiesta disfrutando del olor a naturaleza, nos fuimos corriendo a darnos un baño, la arena quemaba de cojones. Después de un rato fuera de nuestra hábitat (o lo que os lo mismo los sucios matorrales), secándonos y achicarrandonos en la arena, decimos irnos a comer al centro de Muravera. Según el Piu porque había un montón de sitios para saciar nuestras tripas.

Una vez en Muravera, hicimos recuento de restaurantes abiertos, el total era de uno. Entramos ya que no teníamos otra opción, invitándonos a marchar el camareri acto seguido porque eran las 15:03 h y a partir de las 15.00 h no servían comidas. Ante esta situación, solo teníamos dos opciones:

1) Ir al chiringuito de playa al que habíamos ido nuestro segundo día en la isla y tomar una deliciosa hamburguesa reserva 2005.
2) Coger el coche y probar suerte.

   Como somos unos puristas con eso del año, solo nos gustan platos del 2011, nos decantamos por la segunda opción. De hecho ambos recordábamos que había un restaurante en la carretera caminio a la playa en la que habíamos estado. Cruzamos los dedos, yo además toque la cabeza del Piu, y cogímos el coche. En cinco minutos estábamos allí. Entramos y le preguntamos a una camereri, si todavía era posible comer. Se hizo el silencio, nos miro con cierta pena y finalmente nos dijo que si. Pedimos los dos pasta, siendo lo más destacable de la comida, a parte de lo buena que estaba, que no pedimos birre para beber, quizás por el efecto resaca.

Después de comer decidimos ir a ver una tumba funeraria  nuraghica, situada próxima al centro de Muravera, que una vez vista nos desilusiono bastante porque se encontraba en un estado lamentable de conservación.

Agotados de nuestra visita cultural en Muravera, decidimos ir en búsqueda de una nueva playa en las proximidades. Antes de coger el coche, decidimos fumarnos un pitillo a la sombra de un árbol. Mientras estaba allí charlando sobre alguna chorrada de la que ya no me acuerdo, un gatito enfermo se acerco a nosotros mahullando. El pobre quería algo de comida, nosotros no teníamos ni un triste mendrugo pan, por lo que no le pudimos dar nada. ¡Dios no se separaba de nosotros!, cada segundo se me encogía más el corazón. El Piu para distraer al michiño, lo llamo y empezó alejarse de mí para darme la oportunidad de que cogiera el coche sin que este me siguiera y corriera el riesgo  de ser atropellado. Subí al coche, lo arranque y el Piu corrió hasta subirse. Lo dejamos allí sólo, a su suerte, deseando, en silencio, que algún buen samaritano lo adoptara. Ahora sé lo que significa hacerse mayor, creo que no es más que aprender a torcer la mirada y sentimientos, como si nada pasara a nuestro alrededor quizás sea la única manera de ser feliz.

Buscamos otra playa en las proximidades, mientras  un sonidito había secuestrado mi cabeza “Miau, Miau, Miau”. Encontramos una al poco tiempo. Esta tenía, en sus proximidades, una especie de jardín arbolado en la que decidimos descansar un rato. A simple vista parecía un buen lugar, no había excrementos que pudiesen enturbiar nuestro descanso, pero pronto descubrí que la caca no era nuestra única enemiga. No tuve más que posarme encima de mi toalla para darme cuenta de que una especie de pinchos vegetales se clavaban por todo mi cuerpo. Me pase un buen rato  barriendo toda la vegetación, hasta que en el suelo solo quedaba tierra. El Piu, paso de todo, el tiene acostrumbadas sus posaderas a cualquier tipo de objeto punzante. Así que, se sento, cogío un libro y se puso a leer como si fuera un faquir encima de un montón de clavos, experimentando algún tipo de experiencia orgásmica. 

Llego el momento en el que me canse de estar en una toalla sobre un suelo perfectamente limpio y me fui a darme mi último baño en Cerdeña. El Piu decidio dejar sus placeres sadomasos y me acompaño. La playa era chiquita, con un montón de piedras y rocas, pero tenía su encanto. El Piu para divertirse se puso hacer el ballenator en el agua. La poca gente que había en la playa pareció no captar su sentido del humor y fue abandonandola poco a poco. De hecho llegamos a quedarnos solos. ¡Parece que ese era nuestro destino en la isla!

Llego el momento de volver a nuestro hotel. Por desgracia, las aventuras estaban llegando su fin. Tenía que aprovechar para disfrutar mis últimos momentos en las carreteras de Cerdeña, así que me puse las gafas de sol, subí el cuello de mi polo, ignore los espejos retrovisores, y cualquier tipo de palanca que accionase alguna luz que pudiese distraer la conducción de mis convecinos en la carreta. Me deje llevar y disfrute de las pequeñas cosas del camino, las largas colas, los insultos de otros conductores, del arcen, los frenos...

Y si, esta vez, llegue a la primera el hotel. Subimos, nos duchamos y nos preparamos para nuestra última cena en Cerdeña. Podíamos elegir entre un montón de restaurantes en Cagliari, pero nos pareció una buena despedida cenar en la bocatería ambulante donde tantas Ichunsas nos habíamos tomado, disfrutando del bello paisaje de la circonvallazione. Yo me despedí cenando un würstel y el Piu una hamburguesa, acompañados, eso sí, de nuestra cerveza favorita. Fue duro decir adiós a aquel puesto decadente, de pan reseso y de toldo imaginario.

Al llegar a nuestra habitación, supongo que por la emoción que nos embriagaba, no nos entraban las ganas de dormir. El Piu, se puso a leer y yo empezé a ver una pelí en alemán, creo que se titulaba Spun y su actor principal era Mickey Rourke. La verdad es que no me enteraba de nada pero me quede super engachado desde el principio. Me he prometido no verla en castellano, porque supongo que echaría abajo el argumento de la pelí que fue escribiendo mi única neurona, mientras visualizaba aquellas imaganes sobre unos tios que no paraban de meterse de todo.



Como todo tiene su final, la pelí se termino, apagamos la luz y puse el despertador a las 9:00 h para que nos diera tiempo a disfrutar de nuestro último desayuno.

Un abbraccio,

Rato Raro