miércoles, 14 de julio de 2010

Una visión más sobre la crisis

Hace ya algún tiempo que no escribo nada sobre economía, quizás por aburrimiento o porque se había puesto de moda hablar sobre la crisis. Bien después de este largo letargo quiero yo también sumarme al carro de los que dan o han dado  su opinión sobre la situación que nos ha tocado vivir, espero que con el mismo rigor (la verdad que lo tengo muy fácil).

Bajo mi punto de vista, los directivos y banqueros que nos metieron en esta puta recesión se han convertido ahora, de forma directa o a través de sus tentáculos como son organismos como el FMI, el Banco Mundial, la OCDE o el BCE, en los que marcan el rumbo de de  los mercados. Estos son los sujetos que reclaman que se tomen duras medidas económicas y los que exigen que este gobierno de inútiles que haga sus deberes.

Esto tiene cojones.  Estos tipos construyen su propia historia de los acontecimientos, a su puta manera y de un modo totalmente invertido. Siendo su puta historia  la que llega a oídos de todos, aderezada con unas importantes dosis de miedo. Políticos de otros países publican mentiras o rumores, como que hay un plan especial de rescate para España, aumentando así el temor sobre nuestra economía. Ya no importa el color de los gobiernos, de las ideologías, se toman soluciones que se justifican como inevitables.

Esto, no ha provocado más que una invisible montaña de deudas comerciales e hipotecarias tóxicas para convertir en el gran problema “la deuda pública” mucho más fácil de manipular al antojo que las anteriores. Así se pasan el tiempo especulando a sus anchas con primas de riesgo y seguros y, de paso, dejan clara su principal regla de juego que no es más que para reducir el déficit hay que ajustar los gastos, eso sí prohibido tocar nuevos impuestos a los mercados financieros o a las rentas de capital.

Lo más jodido es que esta puta gentuza ha conseguido convencernos a todos que los verdaderos culpables de este desempleo masivo son los trabajadores ocupados. Siendo los primeros los funcionarios que gozan según ellos de una infinita estabilidad en el empleo, “ya veremos hasta cuando”. No son más que unos privilegiados, van contra la norma: el empleo temporal y el despido libre. Tenemos que castigarlos y ellos deben ser los primeros que cedan parte de su salario para pagar elevado gasto público. No vayan a tener que pagarlo los putos banqueros.

Pero lo mejor llego cuando se convirtió a los trabajadores del sector privado con un contrato indefinido en los culpables de que en este país seamos los campeones de Europa en desempleo y contratación temporal. ¿Por qué? solo conseguiremos un empleo de calidad si podemos despedir barato a la gente con más años y contratar por una miseria a los más jóvenes.  ¡Esa es la gran mano invisible que rige nuestro mercado!

¿Y ahora qué? amigos ya se lo que significa la refundación del capitalismo “el mercado debe dirigir la agenda del Estado”, el pueblo si es que estaba algo representado en el poderes públicos ha sido completamente aniquilado, solo nos queda la selección nacional de fútbol.
Siempre vuestro,

RATO

4 comentarios:

Soyunmendrugo dijo...

Que decir... comparto plenamente tu punto de vista. Es una visión clara de como está el mundo y quien maneja el cotarro.

Dr. Dioptrías dijo...

Rato, si sigues por este camino acabarás votando a Izquierda Unida. Lo que pones aquí podría ser perfectamente un artículo de opinión de Público.

Venga, vamos todas!!

Agrupeeemonos tooodos
en la luuucha finaal

jaramos.g dijo...

No entiendo mucho de economía (tampoco). Pero, razonando en plan casero (no como un árbitro, sino a lo basto), lo que creo es que a ninguno de los agentes económicos o protagonistas "del mercado" se les `puede dejar sueltos. Porque le das un dedo y se toman la mano. Yo no me iría al extremo contrario del neoliberalismo, como insinúa el doctor en su comentario. Mis cortas ideas van por una cierta libertad de mercado, limitada siempre, ¡siempre!, por las leyes dictadas por los parlamentos, y sometida a ellas. Eso supone mucha "pata negra" en los gobiernos y muchos cojones también para no ceder a presiones adobadas con comisión. Esta solución tiene mandanga, y échale años, pero otra no veo. Y por ella lucho.

Rato Raro dijo...

Completamente de acuerdo contigo Jaramos, Adam Smith estaba equivocado.

Para nada pienso que lo correcto sea irse al polo opuesto del neoliberalismo, es más considero que sería un gran atraso. El punto medio como tal y como tu dices debe ser el camino a seguir.

Un abrazo,

RATO