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viernes, 17 de enero de 2014

EL HIJO PUTA AHORA SOY YO


No he perdido la ilusión, a pesar del paso de los años, cada navidad escribo mentalmente una carta a mi “personal Santa Claus” con la esperanza de poder cumplir uno de mis caprichitos de “free”. Pero na de na, al final con suerte, alguien se acuerda de felicitarme las fiestas por WhatsApp.

Esto forma parte de una tradición más de mi vida, que comenzó cuando escribí, al señor del pijama rojo, mi primera carta pidiéndole un triciclo. Supongo que el Hijo Puta ese ha querido cuidar mi corazón de una moción desbordada, a lo largo de todos estos lustros, y ha decidido no regalarme el triciclo, el tragabolas, la bicicleta, el scalextric, el castillo de Lego, el barco pirata de los clips de Play Móvil, la Atari2200, el Amstrand 128k,la minicadena, el recopilatorio de Siniestro Total, una cazadora de cuero, un beso de la chicha que tanto me gustaba, una suscripción anual a Penthouse, una peli extranjera en VHS para cultivarme en todos mis sentidos, mi primer polvo, un par de entradas para el concierto de los Rolling Stones, montármelo con un par de gemelitas y bueno a partir de aquí es confidencial - X y no os puedo contar más. En lugar de todo esto, se limitó a regalarme el palo de una escoba con cabeza de caballo, unas canicas, un bono para el transporte público, un Dyane 6 de juguete, el Tente, la piragua de los clips de Play Móbil, una maquinita con un juego estúpido de ranas, un ábaco, un radio cassette, el recopilatorio de la Orquesta Mondragón, una chaquetita de lana con renos, la indiferencia de la chica que tango me gustaba, una suscripción anual a la revista SuperPop, una peli nipona sobre Oliver y Benji, y muchas noches a solas en compañía de mi fiel “Manuela”.

Ahora que soy Padrino, no quería que mi ahjado tuviera que pasar por lo mismo que yo, así que decidí comprar un disfraz de Santa Claus, una campanilla y unos cuernos de reno para mi perrita Lupi en el Chong Ling de al lado de mi casa. Como el chaval todavía no sabe hablar muy bien, no me supo decir lo que quería de regalo, por lo que opté por comprarle un Pocoyo Bailongo, que mola mogollón.

¡Dios!, para higienizar tanta emoción tuve que ponerme un par de Tenas Ladys durante la Nochebuena. Me acosté tempranito para poder sorprender a mi ahijado antes de que se despertara. A las 06:00 A.M me puse el traje con su cojín correspondiente, el gorro, la peluca y las gafas de Santa Claus, me pinté unos mofletillos rojos, hice gárgaras con hojas de eucalipto para que el JO, JO, JO sonará lo más alto y claro posible, le até la campanilla al cuello a Lupi y como no, le puse los cuernos de reno.

Una vez que estábamos los dos preparados, nos fuimos en coche a llenar de ilusión la casa de mi ahijado. Cuando estaba a punto de llegar, me topé con un control policial que me dio el alto. Los agentes se rieron al verme así, me hicieron bajar del coche y me llevaron a la furgoneta de atestados a “soplar”, tuve que repetir la prueba tres veces porque según su versión, un tipo con esa pinta, tenía que estar pimplado. Al final me dejaron marchar, después de pedirme que me sacará un par de fotos con ellos y que hiciera una videoconferencia con uno de sus hijos.

Llegué al portal, llamé por teléfono al padre para que me abriera la puerta, pero el muy cabrón no se daba despertado, por lo que me pasé un par de horitas en el portal, mientras un par de niños gritaban desde sus ventanas que “en la calle estaba Santa con un bicho cornudo”.

Nos abrió a las 9:00 A.M. Lupi y yo nos miramos emocionados y nos dirigimos a cumplir nuestra misión. Entré sigilosamente, Lupi no tanto (el tintineo de la campanilla delataba su presencia), me dirigí a su habitación, asomé la cabeza y el pequerrecho cuando me vio, no paró de llorar, llorar y llorar. ¡Me tenía miedo! Intenté hacerle alguna gracia, pero nada, el seguía gritando y llorando tanto que los vecinos amenazaban con llamar a la policía si el niño no se callaba. Al final me rendí, me fui con Lupi y el Pocoyo bailongo debajo del brazo. En ese preciso instante comprendí que me había hecho mayor y que ahora el Hijo Puta del pijama rojo era yo.

Un abrazo,

Rato Raro
 

jueves, 8 de diciembre de 2011

Segundo feliz aniversario

Hoy día 8 de diciembre de 2011, este minúsculo lugar del ciberespacio cumple dos añitos. Os juro que nunca me podría haber imaginado que algo que nació por una broma, duraría tanto tiempo.

¿Cómo nació Nosoyunmendrugo? Pues bien, todo comienza cuando mi amigo Soyunmendrugo se marcha a trabajar a Tenerife y a mí para no perder el contacto y las buenas costumbres, no se me  ocurrió mejor cosa que tocarle anónimamente  un poco los nakasones en su blog. Cuando uno mete el dedo en la web, debe intentar ser lo más creíble posible, así que busque la colaboración de un amigo común. Es vital, para realizar una maniobra de distracción que deje vía libre a los cataplines de tu adversario (pensad con un dedo en cada ojo lo dejáis ciego), contar con la ayuda de algún sujeto que sea tan descerebrado como tú.

Nunca os habéis preguntado lo difícil que es conseguir que alguien os eche una mano en una mudanza, por no hablar de que te presten dinero, y lo fácil que es conseguir ayuda para meterse con las aceitunillas algún incauto. Como dice mi prima Rouse: “El hombre es un capullo por naturaleza”.

Teníamos que crear los personajes. Yo pensé en algún nombre que con solo leerlo le pudiera molestar y se me ocurrió Rato, por Rodrigo Rato, que sabía que le causaba una gran repulsión. El de mi amigo, no lo diré, porque él todavía no lo ha confesado y ser un chivato no esta bien, lo aprendí a base de collejas en el colegio.

En cada post, le tocábamos con cariño los huevecillos. Un día Soyunmendrugo me sugirió irónicamente que debía escribir un blog y  claro a mi se mi ilumino mi única neurona y me puse a ello.

Mmmmm...  Tenía que pensar  en un nombre para el blog, y ¡BINGO!, que mejor nombre para mi blog que la negación del suyo, me parecía una buena manera de provocarlo. Lo de la fotito de mi perfil surgió cuando escribí mi segundo post Mendrugo mi archienemigo. ¡Qué mayor archienemigo que el profesor James Moriarty!, entonces yo tenía que ser ...Sherlock Holmes. Para darle un toque más acorde con mi enorme madurez, escogí el personaje de Holmes de los dibujos animados.

Durante todo este tiempo, Mendrugo me comentaba como un chalado había entrado en su blog y que bla, bla... ¿Seguro que no eres tú?...La historia le divertía. Así que no confesé mi delito.

Llego el momento en que Mendrugo volvió a casa, y la broma perdió todo su sentido, así que confesé el crimen en mi blog. Luego nos reímos, tomamos unas cervecitas y rememoramos algunas entradas y comentarios.

A partir de ahí, hice el blog mío, Rato paso a ser Raro y no pude dejar de escribir hasta hoy.

Para no faltar a la larga tradición que tiene su origen en el año pasado, voy a comparar a cada uno lectores que ha dejado más de un comentario en este humilde blog, con personajes de película, este año toca el Señor de los Anillos:

Comienzo, como no podía ser de otra manera, con Soyunmendrugo. Él me recuerda a Sauron. Nadie mejor que él encarna el Señor Oscuro, no por ser un ser malvado, pero si por utilizar siempre esos calzoncillos negros que cubren el ojo que inunda de pavor a todo aquel que esta cerca de él.

El entrañable Señor Jaramos, me recuerda al Bilbo Bolsón, ambos con una vida llena de aventuras que contar.

¡Ayy,.. razonesobvias y tú qué! Mi pequeño Gollum al que nadie comprende...Yo si te aprecio, no te preocupes.

Diana, tu no podrías ser otra que Galadriel por tu magia y misticismo.

Dr. Dioptrías, alguien de con la sabiduría de un vicedecano no podría ser otro que Elrond.

Ruti y compañía, sois idénticos a Merry y Pippin, simpáticos, traviesos y muy divertidos.

Xana, después del post de la semana pasada, no puede compararte con otra que no sea la cachonda de Arwen.

ACAPU, tienes un lápiz por varita mágica, con el que nos haces reír a todos, no puedes ser otro que Gandalf.

Manuela, porque me pareces una persona noble en la que se puede confiar, eres para mí como Éowyn.

Un abrazo,

Rato Bolsón

PD: ¡Todavía quedan vacantes!, ¡reservar pronto antes de que se acaben los personajes!



miércoles, 5 de octubre de 2011

Erase una vez mi vida

Antes de que algún gilipollas empiece a criticarme cuando lea este post quiero advertiros que muy probablemente alguno de vosotros no conoce todavía a sus verdaderos padres. Pensarlo durante un rato, ¿creéis que es normal que vuestros padres no pasen del 1,65 m, mientras que vosotros medís más de 1,80 m y tenéis los ojos achinados? O También puede darse el caso de que vuestros padres hablen así de extraño y despacio porque fueron fruto de algún tipo de incesto.

Un 23 de febrero de 1975, una mujer gallega dio su particular golpe de estado, dando a luz un bello bebe (es decir “YO”) que cambiaría para siempre su vida.

Mis padres José y Carmen, obrero de Citroën él y ama de casa de ella, formaban una feliz familia junto con su hija María del Carmen. Mi hermana nunca me perdono que estropeara aquel mundo tan idílico.

Empecé a tener problemas desde el primer minuto de vida, por mi alergia a los lácteos y a ciertos medicamentos como el ácido acetil salicílico que me hicieron estar, durante la mayor parte de mis dos primeros años de vida, lejos de los brazos de mi querida madre.

Hasta los doce años tuve que vacunarme cada día, hasta que el Dr. Quireceda consiguió curarme mi alergia. Fue entonces cuando probé el sabor de la leche por primera vez que aún a día de hoy detesto sino lleva consigo al menos dos paladas de cola cao o de algún otro sucedáneo. Por supuesto tampoco me gustan el queso y los yogures naturales, aunque soporto la mozzarella en las pizzas y adoro los yogures de sabores. Supongo que estas cosas forman parte de las múltiples contradicciones que forjan mi carácter.

Siempre fui un niño muy guapo, condición que con el paso de los años sigo manteniendo. También bastante problemático en el colegio, quizás por mi dislexia galopante o  por haber vivido el asesinato de mi abuelo con tan solo 12 años, puede que ambas, no lo sé, no soy psicólogo. Supongo que todo esto  hizo que tanto profesores como compañeros de clase no dejaran de tocarme las pelotas durante todo el EGB. No voy a gastar más tinta con ello porque he conseguido borrar todas las cosas malas que han atormentado mi vida. Además alguno seguro que sale diciendo que paso largo tiempo ayudándome, cuando la verdad siempre estuve sólo. Mi mejor amigo en el colegio era un cactus que alguien no había querido llevar como regalo a su madre.

Pasó el tiempo y comenzé en el instituto. De él recuerdo que siempre había un coche de policía en la entrada y que no paraban de merodear yonquis por los alrededores. Me prometí empezar de cero. Me relacione con otros congéneres y dejé de sacar todo sobresalientes, con el objetivo de ser socialmente aceptado. Al poco tiempo empecé a tener amiguitos, entre ellos el “Jaco” que unos meses después sufrió el suicidio de su madre. La mujer se quito la vida cuando los médicos le dijeron que su hijo, un yonqui al que le habían dado una paliza delante de sus ojos y en su propia casa, probablemente no saliera nunca del coma en el que estaba y si lo hacía quedaría tetrapléjico. Irónicamente el sujeto salió bien de todo aquello y sigue siendo el mismo drogadicto de siempre. Supongo que la tragedia nos unió como si fuéramos hermanos siameses, aunque  nunca hablamos abiertamente del tema. La fantasía fue nuestra mejor vía de escape, enganchándonos a los juegos de rol. En ellos podíamos desahogar nuestra rabia de un modo civilizado. No sé ni cómo ni por qué, empezamos a ser como una especie de sujetos especiales para un montón de bichos raros de nuestra edad. De estar siempre solo, comencé a tener un montón de “amigos”que no paraban de reír todas mis gracias y las de Jaco.

Mi relación con mis padres, fue durante años fría pero buena. Mis papas nunca se atrevieron hablar conmigo, ni siquiera hoy, de todo lo sucedido. Me consintieron y me mimaron todo lo que pudieron, lo que provoco constantes ataques de celos en mi hermana. Cuando me enamoré por primera vez de una chica quise tener una conversación sería con mi padre, pero no pudo ser. No tenía tiempo. Él vivía su propio calvario. Pasaba los días en la finca de mi abuelo, para que todo estuviese igual que cuando nos dejo.

Empecé la universidad, no por vocación, sino porque en aquellos tiempos era lo que tocaba al terminar COU. Después de dos anodinos años en lo personal. Comencé a replantearme mi vida. Estaba cansado de la gente y de mí, no tenía claro si quería seguir estudiando. Así que aprovechando que mi hermana se había ido a trabajar a Disneyland Paris, me fui a vivir con ella. Una vez allí cumplí un sueño “vivir una historia de amor con Blancanieves”.

Colorín, colorado, este cuento por ahora se ha terminado.

Un abrazo,

Rato Raro

PD: Un día volví, abandone todas mis “amistades”, me puse a trabajar y termine la carrera pero eso ya es otra historia.



viernes, 3 de junio de 2011

Memorias de un neurótico


Todos los días cuando salgo de mi loft, tengo la horrible sensación de que me olvidado algo, lo que me lleva a comprobar obsesivamente todos los bolsillos de mi traje y maletín del portátil, lo cual creo que yo, es una soberana estupidez, ¡con una vez tendría que ser suficiente! Pero no puedo...siempre tengo la impresión de que me dejo algo demasiado importante, incluso cuando corroboro que me llevo todas las cosas: clínex, llaves, cartera, USB, pincho de internet, pluma, molesquine, tarjetas de visita, barra de cacao, caramelos de menta, chicles, cepillo de dientes, hilo dental, mini pasta de dientes, escarabajo de la suerte, etc., sigo teniendo esa maldita sensación, y  en contra de toda lógica, vuelvo a comprobarlo al menos ocho veces más. Mi neurosis obsesiva acaba anulando al raciocinio de mi única neurona y después de verme varias veces en el espejo (sobre todo para ver que no llevo ningún moco en mis fosas nasales), vuelvo a comprobar que mi cartera sigue estando ahí, pero ya no encuentro...mis llaves, y vuelvo a empezar otra vez con ese maldito ritual desde el principio, hasta que el reloj acaba rompiendo ese bucle infinito diciéndome: te quedan 12:25 minutos para llegar al curro, tienes que dejarlo. Entonces me marcho enfadado conmigo mismo, repitiéndome que por culpa ser un puto neurótico, voy  a volver a llegar tarde otra vez.  Lo peor es que por el camino sigo teniendo esa estúpida sensación de haberme olvidado algo y no paro de limpiarme la nariz con un clínex que por suerte no me he olvidado.

Todo esto me hace sentir un maldito neurótico, me odio a mismo por ser así, mi neurosis siempre acaba venciendo a la lógica, y mi razón acaba deprimiéndose porque nadie le hace caso, terminando por hacerse amiga de mis sentimientos, quizás la parte más sensible e insegura de mí. Todo esto hace que mi vida se esté convirtiendo en un caos, viviendo constantemente en un  enorme mar de dudas, que impiden que me aclare. Así por ejemplo, cuando estoy conduciendo y tengo que decidir si giro a la derecha o a la izquierda en el mismo camino que he hecho al menos 20 veces, hago un repaso a todo lo que tengo guardo en el disco duro de mi memoria, el cual agobiado por mi neurosis me responde: “creo que la derecha, pero no estoy seguro”, ¿por qué no consultas con la intuición?”, la intuición presa del pánico por mi neurosis me acabo diciendo: “mmmm, yo diría a la izquierda” ,¡joder ese camino de ahí me suena!, pero también puede ser porque los haya visto en alguna foto, ¡REDIOS!, “estoy actuando como la lógica”. En ese momento solo pienso: “¡actúa rápido!” sino la puta maldita neurosis volverá acabándote loco.

Cada vez siento que estoy más loco, estoy perdiendo todas mis facultades mentales, ya no tomo ninguna decisión, solo me queda ponerme el pijama para convertirme en ese antihéroe irresponsable y dicharachero que ocupa la parte más oculta de mi cerebro, a la que acabo consultando: “oye Rato, tú qué harías izquierda o derecha”, y Rato me acaba diciendo: “Pues derecha, ¡qué cojones importa!, siempre me consultas cuando tu neurona e intuición falla, pero recuerda que a mí no me puedes pedir responsabilidades”.

Después de haberme montado toda esa paja mental, decido que la derecha, igual podría haber dicho la izquierda, pero como Rato es un tío tan seguro me acabo fiando de él. Así que giro a la derecha, y entonces cuando no han pasado ni 4,53 segundos, por un descuido de mi neurosis, mi neurona me comunica vía “flash back” que me he vuelto a equivocar de camino, igual que las últimas tres veces que he pasado por allí. Una mala hostia empieza recorrer mi cuerpo, mientras mi ego baja al inframundo, y el caos interior vuelve a reinar, dando finalmente paso a una neurosis compulsiva que no para reírse a carcajada limpia de mí. Sé  que es su momento de gloria, porque sabe que me estoy poniendo muy nervioso. En ese preciso instante sé que ya no puedo hacer nada, ¡se ha apoderado totalmente de mí!  Así que cuando llego a donde dios quiera que sea, estoy agotado después de tan tremenda lucha interior. Gracias al poco ego que me queda, consigo echarle  la culpa algún jefe, compañero,  cliente, amigo/a y  mis principios secuestrados por mi neurosis, acaban derrotados, dejando que mi mente tenga pensamientos impuros como: “Maldito hijo de su madre, estos “gilis” no paran de sacarme de quicio, ellos son los culpables de mi puta neurosis y no yo, sino fuera porque soy un santo, mandaba a toda esta pandilla de anormales al carajo, me sacrifico siempre por  ellos y me acaban volviendo loco”.

¡Bueno que le voy hacer! Después de todo este rollo, me despido porque tengo que ir a la iglesia para confesar todas aquellos pecaditos que puede haber cometido por culpa de los demás.

Os quiere a pesar de todo,

Rato Raro

lunes, 30 de agosto de 2010

Nada volverá a ser como antes

Hay hechos en nuestras vidas que  marcan para siempre nuestra existencia, acontecimientos que nos advierten de que ya “nada volverá a ser como antes”. En mi caso, una de estas circunstancias fue conocer a “Elvi” y trabajar junto a ella durante 21 meses y, por supuesto, mucho más doloroso su pérdida.

Y digo esto porque no hay nada que a un ser humano pueda echar más en falta que a una bella amistad, el candor de un abrazo, un espacio que es muy difícil que alguien vuelva a ocupar en mi corazón.

Durante casi dos años, me acostumbre a levantar la vista de mi ordenador y ver ahí a “Elvi” luchando por su vida, buscando en mí una mirada furtiva, un cálido gesto que le ayudasen a aliviar su dolor. Aprendí a ser su lazarillo, su hombro en que llorar, a ser ese excéntrico que al final siempre lograba robarle una bella sonrisa. Viendo solo durante una décima de segundo su expresión, podía intuir lo que sentía. Si estaba triste, si disfrutaba... Miles de pequeñas cosas pasaban en ese puñado de horas que pasamos, cada día juntos, en el trabajo.

Desde que ella se fue, cuando vuelvo a recordar en la intimidad algunos de los momentos que pasamos, esos son los momentos en los que me refería arriba, el ya “nada volverá a ser como antes”. Estos instantes vacios, sin tu calidad voz a mi lado, son la prueba más dura de tu ida.

De todas maneras, el tiempo y tus recuerdos, la gente con la que tú y yo trabajamos, me ayudará a tener, al menos, un trocito de ti siempre conmigo. De todo lo demás, de la persona, del ser humano, espero que este post pueda ser una manera de intentar guardar en una pequeña caja las piezas que forman el gran puzzle de tus recuerdos, aunque este objetivo se que es difícil ya que los buenos momentos que pasamos juntos no cabrían en este diminuto blog.

Cada día que pasamos juntos era una pequeña novela, un montón de sentimientos contradictorios, risas, llanto, locura, ternura... que se mezclaban, para dar sentido a nuestra amistad.

En los últimos días, todo parecía estar superado, todo hacía indicar que la batalla había terminado, sentía que había llegado tu momento...

No te imaginas como me arrepiento cada día  de haberme marchado, siento de un modo irracional que yo te daba la dosis extra de fuerza necesaria para poder ver lo malo por el retrovisor, para correr con una sonrisa siempre pintada en tus labios, sin que nada te pudiese llevar...

Estés donde estés, por favor se me mi ángel de la guarda, y llena este vacio que  me ha dejado tu ausencia.

Hasta siempre querida amiga,

Tu compi

PD: Perdona que hubiese tardado tanto tiempo en escribirte, pero la torpeza de mis palabras me desanimaban.

domingo, 1 de agosto de 2010

Un día para mis lectores

Amigos, compañeros blogeros, estos días tengo la sensación de que nadie entra en mi blog, que estoy continuamente hablando sólo, por lo menos se que aún siguen escuchándome mis padres cada vez que me autoinvito a comer.

Hoy tenía pensado escribir una historia muy chula, divertidísima, pero… ¿para qué? Noto que esa multitud de personas, se pueden contar casi con los dedos de una mano, que habitualmente entran en mi blog, están ya de vacaciones.

Ayer por la mañana salí como lo hago habitualmente con mi perrita Lua  y… ¡no había ni Dios por la calle! Fui al teatro por la tarde ¡y lo mismo!, estaba solo, la actriz hizo la función sentada en mis rodillas para que la escuchase mejor, aprovecho la ocasión para susurrarme unas cosillas al oído pero bueno eso ya es otra historia. Al día siguiente me fui a correr por el parque de Castrelos, estuve corriendo yo y dos ardillas… Bueno también estaba nuestro alcalde hablando con la ramita de un árbol.

Por todo ello, quiero agradecer de antemano a todos los que vais a leer este post, creo que incluso podría decir vuestros nombres, es más podría invitaros a todos a unas cañas que no me iba arruinar.
Amigos lectores que estáis ahí, aunque solo sea para luego criticarme, quiero daros las GRACIAS, os merecéis un día, si hay el día del orgullo gay, ¿por qué no el día del lector de Nosoyumendrugo?

Los que se que estáis ahí, MUCHAS GRACIAS por estar, ya lo sé… no gesticuléis, se que no estáis aquí por placer, estáis aquí matando el tiempo porque a ti a diferencia de mí, os toca currar en el mes de agosto. ¡Nos alteréis!, tratad de ser positivos, por ejemplo:
-Tenéis vuestras respectivas ciudades para vosotros solos.
- Además todos los que están en la playa achicharrándose al sol como yo, igual mientras nos vamos a refrescar a la agüita nos pica una medusa. ¡Considerar eso por favor!
- Y a los que están en el monte pensad que tiene un alto grado de posibilidades de que les pique una avispilla.
- Pensad que los que hayan tenido suerte y vayan a coger un avión, van a llegar con retraso y sin maletas.

Los que estáis trabajando este mes, sois muy afortunados… ¡Miradlo así!, es más podríais llamar mientras leéis este post a vuestros jefes y les dais las GRACIAS. GRACIAS porque os hacen trabajar, que seguro que ellos si están de vacaciones y los vais a despertar.

Quisiera aprovechar también para darle las GRACIAS a mi jefe por haberme hecho trabajar un mínimo de 10 horas diarias, además de unos cuantos fines de semana. Que sepas que pienso mucho en ti y en tu familia.

Sabed que cuando leáis este post, posiblemente estaré brindando yo sólo por vosotros, con un Daikiri en cada mano, en la piscina de un hotelillo de Madeira. 

Queridos lectores que seguís leyendo este blog durante este mes de agosto: MUCHAS GRACIAS, os quiere,

RATO
PD: GRACIAS Gianna por haberme inspirado con tu post “Gracias a todos los que entran”

sábado, 5 de junio de 2010

¡Con todos ustedes RATO!

Nombre: Rato Raro
Edad: los mismos que Napoleón cuando vendió a su caballo blanco.
Lugar de nacimiento: Vigo, Galicia, España
Profesión: Economista, no me avergüenzo de ello
Así soy yo: Un toca pelotas
Mi frase: “No seas tu mismo, Feng Shui”
Color: Naranja, me marco el mundial de España 82.
Bebida: Sangría
Comida: Bastoncillos de pollo con alioli, pulpo a feira, churrasco...
Deporte favorito: Llevar la contraria, entreno todos los días
Tatuajes y/o piercings: No llevo, soy alérgico al dolor.
Manía confesable: Demasiado supersticioso
Mayor defecto: Soy un desordenado compulsivo
Vicio “sano”: Jugar una partidita a la play los fines de semana
Mascota: Mi cocker Lúa, es preciosa
Nunca volvería a: Tengo claro que no lo voy a hacer que se me ha olvidado.
Nunca perdonaría: Que me pongan una cerveza caliente
Jamás  me olvidaré de: De mi viaje a Roma, fue una pesadilla!!!
No salgo de casa sin: Mi castaña pilonga de la suerte, me la devolvió alguien muy especial, es mi manera de seguir en contacto con ella.
Soy negado para: Todo lo que necesite de mucha paciencia
Soy un hacha en: Sacar de quicio a la gente
Marcó mi vida: Algunas personas. Siempre positivo.
Me saca de quicio: Los tontos que se creen muy listos.
Lloré por última vez: No hace mucho…
Noche o día: Siempre día y si es con sol mucho mejor

Así soy yo...

Siempre vuestro,

Rato


sábado, 22 de mayo de 2010

Absurdas reflexiones

Ya tengo la edad en la que murió Mozart, por lo tanto creo que es el momento de pararse a pensar sobre la vida…Ayer reflexione un buen rato, tanto que tuve que tumbarme en el sofá durante más de tres horas para recuperarme. Me dije para mi solo en mi casa, ¡basta!, ¡hay cosas que no quiero!, cosas de las que me he cansado y que mejor que mi blog para decir públicamente todo lo que no quiero:

No quiero camareros que me sirvan  bocadillos con queso, cuando previamente les digo que por favor no se lo pongan. También os pido que ¡por favor! no intentéis arreglar vuestro error quitándoselo, porque el sabor de queso esta ahí y eso yo no lo soporto. No quiero que José Mota salga en la tele más, bueno me conformo con que no vuelva a tener un especial por navidad. No quiero señoras bajitas con paraguas ¡son peligrosas! No quiero gente que viva del cuento como los que van a Sálvame. No quiero gente que vive contando cuentos como Zapatero. No quiero gente que su vida sea un cuento como la de Rajoy y su niña. No quiero tener el pelo como los de Tokio Hotel. No quiero que el R.C.Celta vuelva hacer el ridículo otra temporada más. No quiero que Bustamante saque más discos. No quiero que como siempre lleguen tan rápido las navidades y pueda disfrutar del verano. No quiero que mi vecina sin dientes me de un beso todas las mañanas al darme los buenos días.

Pero queridos lectores, después de todo esto pensé, no todo en la vida es negativo, también hay cosas positivas, cosas que si quiero:

Si que quiero a mi madre. Si quiero a las señoritas bajitas sin paraguas. Si quiero los magníficos bocadillos que me preparo al volver del trabajo. Si quiero una jubilación para José Mota y yo simplemente me conformo con la posibilidad de poder disfrutarla. Si quiero políticos como Dios manda. Si quiero que Bustamante se quede encerrado en un ascensor 30 años seguidos. Si quiero que los de Tokio Hotel vayan en el ascensor con Bustamante. Si quiero un aumento de sueldo, ¡por favor!, que no soy funcionario. Si quiero tomarme un año sabático y viajar alrededor del mundo. Y lo más importante, si quiero que llegue el viernes a las tres des e la tarde para olvidarme durante dos días de mis jefes y compañeros de trabajo.


Me habré dejado muchas cosas en el tintero, pero si son todas las que están, aunque no están todas las que son.

Un abrazo,

RATO