domingo, 27 de marzo de 2011

¡QUÉ DURO ES QUE NO TE QUIERAN!


A mis treinta y tantos, después de unas cuantas relaciones de pareja, he llegado a la conclusión de que existen tres tipos de mujeres: las que me gustan y no me hacen puto caso, a las que les gusto y no les hago puto caso y a las que ni les gusto ni me gustan, con las que ahorro un motón tiempo y también se lo ahorran ellas.

Yo, debido a mi gran atractivo físico y mi pijamita, estoy especializado en las segundas, pero lo más común entre mis poco agraciados amigos es el primer tipo. Ellos siempre acaban perdiendo sus huesos por tías que por lo general los repugnan. Nunca cejan en su empeño e intentan ligárselas  de la mejor forma, obteniendo siempre los mismos resultados: los mandan a tomar viento. Después ellos heridos en su orgullo masculino las ponen siempre a parir: Todas las tías son... No sé como hacerles entender que ellas hacen de puta madre, grabarlo en vuestras oxidadas neuronas: ¡NO LES INTERESAIS Y PUNTO!, sin más putas historias. No sé por qué se empeñan en seguir ahí como mineros convencidos de que quizás ellas estén pasando un mal momento. Luego, siempre acaban recurriendo a sus amigas que le dan toda la información que ellos creen que necesitan. Y nada, siguen ahí, dando el coñazo, mientras la tía pasa de ellos.

Ayer me decía un amiguete:

-     Oye Rato, ¿qué crees que significa que me haya mandado un sms Yolanda?, contestando a uno que yo le había enviado con “bien gracias”, donde le preguntaba sobre si se encontraba bien después de la muerte de su perro. ¡Si pasará totalmente de mí no me hubiera contestado!, ¡yo creo que le molo!

No sabía como decirle: ¡TÚ LO QUE ERES ES GILIPOLLAS!, así que me calle, lo mire con cara de flipado y no le dije nada. Lo peor, es que él, se refugiaba en una serie de razonamientos pseudológicos que le había dado la mejor amiga de Yolanda. ¡COMÓ COÑO, NO SE DA CUENTA DE QUE LE DA LA RAZÓN PARA QUE SE QUEDE TRANQUILO! Al final acabe diciéndole:

-     ¡JOODERRRRRRRRRRR!, no seas ridículo tío, te contesta porque le has hecho una pregunta, la tía es educada y punto.

Pero nada, él se seguía aferrando a la esperanza, sigue loco por ella y considera una señal de amor irrefutable que la tía lo vea por la calle y le salude. El tipo se monta su película y me dice que todo va tiempo en popa, que ella está coladita por él. Para rematar, me acaba contando que cuando bajo a comprar el periódico, ella iba por la calle y le saludó, que seguro que ese encuentro no fue nada casual.

Yo le intente convencer de que es lógico que si alguien te conoce pues que te salude y que los encuentros casuales son bastantes probables si vives a menos de 100 m de distancia, pero nada este torpe argumento no logro convencerlo.

Yo entiendo que cuando te enamoras de alguien, tu vida cambia, si aún por encima te hace caso, todo parece perfecto. Las estupideces que hacías cada día para que “ELLA” se fijara en ti  van desapareciendo y los días vuelven a ser otra vez normales. Pero si “ELLA” no te hace caso, tu vida se convierte en un infierno.  En estas circunstancias, creo que solo quedan dos opciones: 1- Resignarte y olvidarte de “ELLA” o 2 – Ser un masoca y seguir ahí, hasta que la tía se acabe cambiando de ciudad o país no para no tener que ver tu careto.

Lo peor para mí, es tener que aguantar a un amigo que esta enamorado de una tía, que no le hace puto caso. Todas las conversaciones que acabas manteniendo con él, se acaban convirtiendo en monográficos, sobre esa pseudorelación. ¡Iluso de mi!, le intento dar mil opciones de todos los gustos y colores, pero él solo tiene una en la cabeza, seguir ahí hasta que ella acabe rendida en sus  brazos.

Lo peor es que tengo algún que otro amigo de profesión consejero sentimental, que le acaba diciendo:

-     Yo viví algo parecido una vez, me enamoré de una tía, ella no me hacía caso, mi vida era una autentica mierda. Así que me fui a Australia para olvidar, pero a ella le toco un viaje en una promoción de cervezas, nos vimos en el zoológico de Sidney. A ella le iba a morder un ornitorrinco, pero yo lo agarre por el pico y la salve, surgió el amor, nos casamos y ahora tenemos dos churumbeles.

Luego tengo otros amigos “the strategyman” que le dicen:

-     Tú lo que tienes que hacer es pasar de ella. Ni se te ocurra llamarla, no busques encuentros casuales, si quiere saber algo que te llame. Tú olvídate de ella. Ya veras que pronto se fijará en ti.

Pero evidentemente, ella nunca lo llamará y él acabará borracho perdido todos los fines de semana contándote lo mucho que esta sufriendo  y lo injusto que ha sido la vida con él.

Yo soy de los que piensa que la vida siempre te guarda una sorpresa. Aún que te prometas que no te vas a volver a enamorar, te empieza a gustar otra tía, con la que acabas saliendo. Cuando ya no puedes ser más feliz, todo cambia y tu relación se va a la mierda. Después de que “Ella” te deje, te acabas marchando a Australia a ver si encuentras a ese amor, que no te hacía caso, en el zoológico.

Un abrazo,

Rato Raro

3 comentarios:

Diana Rincewind dijo...

Una vez más de acuerdo con tu texto y continúo admirando tu facilidad para hacerme reír frente a la pantalla, así que gracias.

¡Un abrazo!

PD/ al que hizo la imagen "korazón" no le quedará pero cerebro tampoco a juzgar por ese "sirbe". ¡Caray! me ha dejado deslumbrada...

jaramos.g dijo...

jajaja. Rato, tu humor, tirando a negro, no se paga con nada. Salud(os).

Rato Raro dijo...

La verdad, me hace muy feliz, conseguir robar una sonrisa.

PD/ la foto no desentona nada con mi ortografía.

Un abrazo,

Rato Raro