sábado, 15 de octubre de 2011

¿El Omega 3 es una droga?

Necesito quejarme públicamente. Estoy hasta la web del Omega 3. Que si ahora es mejor tomar leche, huevos y yogures enriquecidos con Omega 3. Que si hay que comer mucho pescado azul porque tiene mucho Omega 3. Que si para cuidar nuestro corazón tenemos que tomar Omega 3. Que si para evitar depresiones tenemos que tomar alimentos ricos en Omega 3 y bla, bla, bla...

Mi primera toma de contacto con el Omega 3 fue hace un par de semanas aproximadamente. Recibí en mi loft la visita de mi madre. Me llamo el día anterior y me dijo: “Rato, te llevo un regalo”. Yo pensaba que me traería unas nécoras, una botellita de albariño o una funda de rizo para la taza del váter. Al final la buena mujer me trajo esto último pero multiplicado por 12. ¡No sé, se debe creer que tengo 12 váteres en casa o que hago caca encima de la taza! ¡Mama por favor las fundas de rizo para el váter no se lleva ni en la serie Amor en tiempos de guerra!

Al día siguiente cuando mi madre llamo a la puerta, mire por la mirilla y no sabía si lo que estaba viendo era mi madre o a Rita Marley. Llevaba una planta en las manos que le tapaba la cara entera. Me dijo: Rato, es una planta de cáñamo. Te va a venir muy bien, es muy saludable. Le arranco una hoja y se la acerco a la nariz. Mira que bien huele, acércate. Antes de que pudiera abrir la boca para preguntarle por qué me había dejado una planta de marihuana en la mesita del salón, se fue como alma que lleva el diablo.

No me deshice de aquella maldita planta por miedo que algún vecino me denunciase. Tengo que vivir con las persianas bajadas para que nadie la vea. ¡Odio pasarme todos los días bajo la luz artificial que desprenden los focos de mis lámparas!

Lo jodido es que la maldita planta de marihuana no para de crecer y crecer. Cuando me siento a ver la tele tengo que coger un machete para cortar sus hojas. Parece que estoy en la selva. Tengo miedo a quedarme dormido en el sofá porque pienso que en cualquier momento puede aparecer una boa constrictor del techo y devorarme.

Desde aquel día me asaltó una enorme preocupación por mi madre. ¿Sería el nuevo camello del barrio? Para terminar con esta inquietud, me armé de valor y la llamé por teléfono:

- Hola mamá

Hola Ratito, ¿Qué tal con el cáñamo?, ¿te sientes mejor?

- ¡Pero mamá, como puedes incitarme a su consumo!

- Si tiene un montón de Omega 3 que te proporciona los ácidos grasos esenciales para que seas todo un hombretón.

- Mamá, lo que me has traído es una planta para hacer porros.

- ¡Ai, meu filliño!... ¡Qué cosas me dices! Pero...si en Saber Vivir dijeron que el cáñamo tiene mucho Omega 3.

- ¿Cómoooo?, MAMÁ ESCUCHAME ME HAS TRAÍDO DROGA

- ¡Ave María purísima, que Dios me perdone!

- No te preocupes mamá, no la he probado, además todavía esta muy verde. Así que duerme tranquila.

No daba crédito a lo que había escuchado, un programa de la televisión pública estaba diciéndole a todas nuestras madres que fumar marihuana era saludable. ¿Sería una maniobra del señor Rubalca para mitigar los efectos de la crisis en nuestras familias?, ¿Cuándo gane el señor Rajoy las elecciones seguirán mandando el mismo mensaje?, ¿tendría la marihuana realmente Omega 3? Para dar respuesta a todas estas preguntas consulté el oráculo de Delfos o lo que lo mismo la wikipedia  y descubrí que las semillas del cañamón tenían un alto porcentaje en Omega 3. Uff... ¡gracias a dios, mi madre no trabaja para Pelo Pincho!, ¡todo había sido una estúpida confusión!

Llamé a mi madre y le explique su equivocación. Le dije que la próxima vez si quiere, me traiga una docenita de sardinas que tienen mucho Omega 3 y que son inofensivas.

Ahora solo tengo que esperar a que la planta seque para poder deshacerme de ella de una vez y poder tener una vida más relajada.

Un abrazo,

Rato Raro

2 comentarios:

Diana Rincewind dijo...

Vaya con la plantita, desde luego no se desaprovecha apenas nada de ella. No me extrañaría que dentro de poco sacasen algo "beneficioso" de sus raices (si es que no se hace ya, claro)

Cuidado con los vecinitos, no vaya a ser que te envidien por ser el poseedor de semejante especimen.

¡Un abrazo!

Dr. Dioptrías dijo...

Jajajajajajaja