domingo, 27 de marzo de 2011

¡QUÉ DURO ES QUE NO TE QUIERAN!


A mis treinta y tantos, después de unas cuantas relaciones de pareja, he llegado a la conclusión de que existen tres tipos de mujeres: las que me gustan y no me hacen puto caso, a las que les gusto y no les hago puto caso y a las que ni les gusto ni me gustan, con las que ahorro un motón tiempo y también se lo ahorran ellas.

Yo, debido a mi gran atractivo físico y mi pijamita, estoy especializado en las segundas, pero lo más común entre mis poco agraciados amigos es el primer tipo. Ellos siempre acaban perdiendo sus huesos por tías que por lo general los repugnan. Nunca cejan en su empeño e intentan ligárselas  de la mejor forma, obteniendo siempre los mismos resultados: los mandan a tomar viento. Después ellos heridos en su orgullo masculino las ponen siempre a parir: Todas las tías son... No sé como hacerles entender que ellas hacen de puta madre, grabarlo en vuestras oxidadas neuronas: ¡NO LES INTERESAIS Y PUNTO!, sin más putas historias. No sé por qué se empeñan en seguir ahí como mineros convencidos de que quizás ellas estén pasando un mal momento. Luego, siempre acaban recurriendo a sus amigas que le dan toda la información que ellos creen que necesitan. Y nada, siguen ahí, dando el coñazo, mientras la tía pasa de ellos.

Ayer me decía un amiguete:

-     Oye Rato, ¿qué crees que significa que me haya mandado un sms Yolanda?, contestando a uno que yo le había enviado con “bien gracias”, donde le preguntaba sobre si se encontraba bien después de la muerte de su perro. ¡Si pasará totalmente de mí no me hubiera contestado!, ¡yo creo que le molo!

No sabía como decirle: ¡TÚ LO QUE ERES ES GILIPOLLAS!, así que me calle, lo mire con cara de flipado y no le dije nada. Lo peor, es que él, se refugiaba en una serie de razonamientos pseudológicos que le había dado la mejor amiga de Yolanda. ¡COMÓ COÑO, NO SE DA CUENTA DE QUE LE DA LA RAZÓN PARA QUE SE QUEDE TRANQUILO! Al final acabe diciéndole:

-     ¡JOODERRRRRRRRRRR!, no seas ridículo tío, te contesta porque le has hecho una pregunta, la tía es educada y punto.

Pero nada, él se seguía aferrando a la esperanza, sigue loco por ella y considera una señal de amor irrefutable que la tía lo vea por la calle y le salude. El tipo se monta su película y me dice que todo va tiempo en popa, que ella está coladita por él. Para rematar, me acaba contando que cuando bajo a comprar el periódico, ella iba por la calle y le saludó, que seguro que ese encuentro no fue nada casual.

Yo le intente convencer de que es lógico que si alguien te conoce pues que te salude y que los encuentros casuales son bastantes probables si vives a menos de 100 m de distancia, pero nada este torpe argumento no logro convencerlo.

Yo entiendo que cuando te enamoras de alguien, tu vida cambia, si aún por encima te hace caso, todo parece perfecto. Las estupideces que hacías cada día para que “ELLA” se fijara en ti  van desapareciendo y los días vuelven a ser otra vez normales. Pero si “ELLA” no te hace caso, tu vida se convierte en un infierno.  En estas circunstancias, creo que solo quedan dos opciones: 1- Resignarte y olvidarte de “ELLA” o 2 – Ser un masoca y seguir ahí, hasta que la tía se acabe cambiando de ciudad o país no para no tener que ver tu careto.

Lo peor para mí, es tener que aguantar a un amigo que esta enamorado de una tía, que no le hace puto caso. Todas las conversaciones que acabas manteniendo con él, se acaban convirtiendo en monográficos, sobre esa pseudorelación. ¡Iluso de mi!, le intento dar mil opciones de todos los gustos y colores, pero él solo tiene una en la cabeza, seguir ahí hasta que ella acabe rendida en sus  brazos.

Lo peor es que tengo algún que otro amigo de profesión consejero sentimental, que le acaba diciendo:

-     Yo viví algo parecido una vez, me enamoré de una tía, ella no me hacía caso, mi vida era una autentica mierda. Así que me fui a Australia para olvidar, pero a ella le toco un viaje en una promoción de cervezas, nos vimos en el zoológico de Sidney. A ella le iba a morder un ornitorrinco, pero yo lo agarre por el pico y la salve, surgió el amor, nos casamos y ahora tenemos dos churumbeles.

Luego tengo otros amigos “the strategyman” que le dicen:

-     Tú lo que tienes que hacer es pasar de ella. Ni se te ocurra llamarla, no busques encuentros casuales, si quiere saber algo que te llame. Tú olvídate de ella. Ya veras que pronto se fijará en ti.

Pero evidentemente, ella nunca lo llamará y él acabará borracho perdido todos los fines de semana contándote lo mucho que esta sufriendo  y lo injusto que ha sido la vida con él.

Yo soy de los que piensa que la vida siempre te guarda una sorpresa. Aún que te prometas que no te vas a volver a enamorar, te empieza a gustar otra tía, con la que acabas saliendo. Cuando ya no puedes ser más feliz, todo cambia y tu relación se va a la mierda. Después de que “Ella” te deje, te acabas marchando a Australia a ver si encuentras a ese amor, que no te hacía caso, en el zoológico.

Un abrazo,

Rato Raro

domingo, 13 de marzo de 2011

Memorias de un parado cualquiera


Hoy ha sido un mal día. Me han invitado a marcharme de mi nuevo trabajo. ¡Para una puta vez que había conseguido un empleo estable de 6 días a tiempo  parcial!, mi jefe me dice que no he superado el período de prueba.

¿Ahora sin trabajo que hago? Supongo que lo de siempre...ver la televisión.

La tele para mi es un grandioso invento que me permite enterarme de todo lo que me quieren mostrar los que manejan los hilos, sin verme obligado a utilizar la única neurona que aún resiste en mi cerebro.

Pues nada, me dejaré caer en mi sofá y empezaré a practicar mi deporte favorito “hacer zapping y decidir cuál es el programa que solo vería bajo tortura en Guantánamo”. Posiblemente, el resultado final, sea el programa que tiene mayor audiencia.

Al día siguiente, me despertaré temprano, porque todavía mi mente, estará programada para levantarse a las 7:00 h, hora a la que me sonaba el maldito despertador cuando iba a trabajar. Como no tendré nada que hacer, encenderé  la televisión y veré las noticias. Antes me era imposible porque me levantaba con el tiempo justo para ducharme y tomarme un café mientras me vestía.

Me pregunto quién coño programa las noticias para esas horas, si los únicos que las ven son los parados, jubilados, tíos que vienen de juerga (todavía morados y se tragan cualquier cosa) y enfermos en hospitales que matan el tiempo, mientras la Seguridad Social trata de acabar con sus vidas.

Luego alrededor de las 12:00 de la mañana, cuando se supone que todos esos locos bajitos estarán en el colé, la tele no para de echar cosas dirigidas a ellos. Supongo que como en cuestiones como la política, la economía ect, aquí también hay falta de dialogo social. Lo lógico sería que las cadenas de televisión se sentarán a negociar con los profesores para unificar horarios, pero vivimos en un país en el que nadie quiere entenderse.

Justo después de la programación infantil, comienzan los programas de marujeo. Esos que nos impiden que vayamos hacer la compra, limpiar la casa, cotillear con nuestros vecinos,... Son como una maldita droga, cada día que pasa tengo la necesidad imperiosa de saber todo lo que ocurre en Ambiciones, de si éste o aquél se han puesto los tarros, de si Ana Obregón se ha vuelto a someter a una nueva operación de cirugía estética, ¡dios, no puedo dejarlo!

¿Por qué lo hacen?, ¿quieren que nos muramos ahogados entre la mierda de nuestros hogares o por inanición y así ahorrarse el pago de nuestro subsidios o pensiones? ¡Joder!, esta puta crisis nos va acabar aniquilando a todos.

Por la tarde, veré algún culebrón o alguna peli que me deje anestesiado en el sofá. Si esto no funciona, pondré la teletienda, sus efectos  aunque más efectivos, son más demoledores para mi pequeño cerebro.

Yo creo que lo de los culebrones, es algún tipo de venganza de algún hechicero o chamán, de cuando los españoles conquistaron y espoliaron sus pueblos. Estos se dedicaron  a escribir miles de guiones con el objetivo de destruir de un modo despiadado la civilización de su enemigo.

Supongo que nos lo merecíamos. Pero, ¿Por qué no le pusieron los putos culebrones a Pizarro o a Hernán Cortes?, ¡joder!, yo no tengo nada que ver con la conquista. Creo que quién planeo esto, hizo bueno el dicho de “la venganza es un plato que se sirve frío”.

Al llegar la noche, me acabaré tragando la repetición de algún programa que haya visto a lo largo del día, para poder fijarme y reflexionar sobre los matices que he dejado escapar cuando me han llamado al teléfono y me han hecho un ofertón para ver todos los partidos gratis de la liga BBVA durante los seis primeros meses, si permanezco en el nuevo operador tan sólo durante cinco años.

Por culpa del señor Zapatero, estoy condenado a tragarme todo lo que vomita la televisión, incluidos los anuncios que tratan de hipnotizarme para que acabe gastándome, los cuatro duros que cobro con mi prestación de desempleo, en alguna cosa que no necesito para nada.

Y así paso los días, tragándome lo que ponen, día tras día, hasta que algún patético empleo me prive de los maravillosos momentos que paso frente a mi mejor amigo, la televisión.

Un abrazo,

Rato Raro

sábado, 5 de marzo de 2011

CENTOLOMAN


Una soleada y cálida noche del mes de febrero de 1975, en un hospital en forma de pirulí, Carmiña una embarazada primeriza que iba a ser madre, estaba a punto de dar a luz. Mitigaba sus nervios escuchando el consultorio de Elena Francis en la habitación que le habían asignado, cuando en un corte publicitario rompió aguas. Después de escuchar sus quejidos, las enfermeras la llevaron inmediatamente al paritorio. Sin casi tiempo para tumbarse en la camilla, el bebe asomo un poco la cabecilla, era de color rojizo, con los ojos muy negros, muy pequeñitos que no paraban de moverse de un lado para otro, al estilo Marujita Díaz. Al asomarse un poco más, el equipo médico se dio cuenta de que tenía la cabeza en forma de pera, llena de espinillitas, con dos tenazitas  y otras ocho patitas más con uñas tan largas como las de Raimundo Amador.

El médico con gesto contrariado y con mucho cuidado para que ninguna de las uñas del bebe dañara el útero, acabo de sacarlo. Carmiña, la madre dijo:


- Doctor, ¿Qué ha sido?


- Señora, ha tenido usted un centollo, pero quédese usted tranquila, es fresco y de la ría.

Carmiña se quedo un rato pensativa y dijo:

-Doctor, no sé si podré hacerlo feliz, nuestro piso es muy seco y esta lejos de la playa.

En ese momento entro Pepe su marido y le pregunto:

- Cieliño, ¿qué hemos tenido?
- Te lo voy a decir poco a poco, hemos tenido un CEN-TO-LLI-TO.

Pepe entonces se puso muy serio y le dijo:

-¡Ya sabía yo que me los ponías con el pescadero!

Pepe se fue dando un portazo y Carmiña se quedo sola con un centollo recién nacido. El tiempo fue pasando y nuestro amiguito se fue dando cuenta que no podía hurgarse la nariz como el resto de los demás niños, tampoco podía jugar a la pelota porque siempre acababa pinchándola con una de sus tenazitas y verse en el espejo era para él un suplicio. Cada día estaba más triste, le era duro mirar hacia adelante cuando sus patitas lo llevaban una y otra vez hacia atrás.

Carmiña, después de ver las cuatro partes de “Liberad a Willy” con el pescadero, decidió que tenía que cambiar la vida de su hijito, quería volver a verlo reír (si es que los centollos ríen). Lo llevó al puerto y lo soltó al mar, el pequeño con lagrimillas en los ojitos desapareció entre las olas.

Unos meses más tarde, cuando Carmiña estaba superando la perdida de su niño, fue invitada a la boda de su prima “la de Bouzas”. En el banquete le sacaron como primer plato una fuente de centollos. Carmiña estaba hablando con una amiga, cuando cogió un centollo, le iba a quitar una patita, cuando: ¡Oh, Redios!, era su hijito. Carmiña cogió el centollo y le hizo el boca a boca de una forma compulsiva. El centollo empezó a toser y echo agua por la boca. Llamó rápidamente una ambulancia, lo ingresaron en la UVCI (unidad de vigilancia de centollos intensiva). El centollito se recupero, su madre lo llevo a casa y le monto un acuario.

Vivieron felices para siempre y colorín, colorado este cuento se ha acabado.

Un abrazo,

Rato Raro

sábado, 19 de febrero de 2011

SEXO NO, GRACIAS


La semana pasada me sentía completamente vacío, solo, como un cleenex usado, al que siempre acaban tirando por el retrete. Sólo tenía un deseo: ENCONTRAR EL AMOR VERDADERO...No paraba de preguntarme: ¿será posible?, ¿qué puedo hacer para encontrarlo?

Mientras volvía a ver la telenovela “Cristal”, tratando de encontrar respuestas, asumí que mi madre tenía razón cuando me decía que uno debe ser muy respetuoso con una chica si esta te gusta y que nada de besitos hasta después de un mes saliendo juntos. Sólo así, uno podía encontrar el amor verdadero y no caer en el fornicio.

Así que decidí volver a la antigua usanza: SEXO NO, hasta que encontrase a una tía que me demostrase que realmente le importo. ¡Estoy harto de ser tan sólo un cuerpo y unos ojos bonitos!

¿Os creéis que fue fácil para mi tomar aquella decisión?, Pues la verdad es que no, el celibato voluntario es una promesa muy seria.

Pero amigos, por desgraciada, siempre parece haber una confabulación interplanetaria que me impide cumplir todas mis promesas.

Justo la primera noche que decidí salir de fiesta en plan frailecillo, conocía a: “LA CACHONDA”. Tenía un tremendo trasero, unas piernas de escándalo, unos pechos que daban ganas de abrazarlos sin soltarlos nunca y unos labios carnosos que se los comería a mordiscos.

¡Siiiiii!...Me apetecía desnudarla allí mismo, pero me había hecho una promesa y no podía traicionarme. Así que, no tuve más remedio que dejarle claro que por el momento no quería NADA DE SEXO. Lo peor, es que ella a pesar de que podía elegir a cualquiera de aquel pafeto, le dio morbo la situación y me dijo:

-     Lo comprendo y lo respeto, ¿quédanos mañana para tomar un coffe?

Flipe, babee, alucine y no tuve más remedio que cogerme a la barra después del impacto emocional que acaba de sufrir. Entonces pensé: ¡a esta tía, me la tiro pero ya! Reflexioné..., fui fuerte y le dije:


-      Si no te importa quedamos mejor a tomar una limonada, que a mi el café me excita demasiado y después no puedo...


En ese momento me miro con cara libidinosa, me mando callar y me dijo:

-   Está bien, quedamos mañana para tomar una limonada.

Camino a casa, me fui comiendo la cabeza y no paraba de repetirme:

-   Ésta con lo buena que esta, seguro que es una creída, no tiene conversación, es tonta del culo, la típica conejilla de playboy que solo sabe...¡Dios, yo busco algo más profundo!

Pero resulto que nada más lejos de realidad,  cuando quedamos la tía empezó hablarme del Ying y el Yang, del Dalai Lama, de Liu Xiabo, de que si el ser humano vive por y para el amor incondicional y universal ¡Yo no podía más!, ¿cómo es posible que una tía que está tan tremenda, tenga tan buen Karma?, ¡Dios, son dos conceptos que no pueden ir juntos, como Lucia Lapiedra y sus bragas, cada una va por su lado.

Me pregunté si mis amigos le habrían pagado, pero luego pensé ¡si tienen alergia a soltar un euro!, sería tal vez una cámara oculta o ¿acaso era la hermana secreta de Beyonce? A esas alturas ya estaba todo pinocho, no podía más y me empecé a decir a mi mismo:

-   ¡Es la madre de mis hijos!

Pero la verdad, creo que lo único que estaba realmente haciendo era darme razones para subirla a mi “loft” y enseñarle mi pijamita. Volví, una vez más, a utilizar el mismo truquito:

-   ¿Sabes que tengo una terraza con unas maravillosas vistas a la ría?

¡Dios!, fui demasiado lejos, estábamos yo y la cachonda en la terraza viendo la puesta de sol. Le repetí varias veces que no quería sexo por sexo, que era mucho más que un cuerpo bonito. Pero ella, insistió después de pasar su mano por mí...rodilla y me dijo:



-       Si es lo que el cuerpo te pide y me dices que no, es que tu mente te esta controlando. Susurro: déjate llevar

Llego el momento “X”y me di cuenta que solo tenía dos opciones:


  1. Echarla de mi casa y mantenerme fiel a mis convicciones.
  2. Hacer lo mismo que cuando me prometo que voy a dejar de fumar: el próximo lunes empiezo.


Obviamente me decante por la segunda y tuve que terminar con la faena. Por desgracia una vez más volví a traicionar mis principios, pero no he parado de sonreír a lo largo de esta semana, ¡mama lo siento!

Un abrazo,

Rato Raro

sábado, 12 de febrero de 2011

Feliz San Valentín


No tener pareja y odiar las reuniones familiares van de la mano. Estoy casi seguro que todos habéis estado cenando con vuestros padres, abuelos, tíos... y como no, tuvisteis  que volver a escuchar la misma pregunta que la última vez que estuvisteis todos juntos: “y tú, ¿ya te has echado novieta?”.

¡Joder!, ¡eso no se pregunta!...Alguno de vosotros a lo mejor piensa que no es para tanto, que sólo hay dos respuestas posibles Si y No... Pues en realidad solo hay una: ¡Noooooo! Porque si estuvieses con una, la chiqui estaría allí, a vuestro lado, y no estaría nadie preguntándoos.

En cambio por qué cuando tenemos pareja, nadie nos pregunta “¿qué tal nos va?”, supongo que no lo hacen para que digamos: “De puta madre, gracias, lo hacemos cuatro veces el día. En el suelo, en el sofá, contra la pared y a veces cuando estamos cansados incluso en la cama".

Pero a la familia le gusta hurgar en la herida, así que si te ven solo te lo preguntan. ¿No se dan cuenta que cuentes lo que cuentes va ser una trola? Veamos posibles respuestas:

1) “No, yo paso de las relaciones serias” La verdad es que no quieres, la triste realidad es que no puedes. Eres el típico tío que cuando sale los fines de semana de marcha, te quedas sólo apoyado en la columna de algún “pafeto”, mientras tus colegas están ligoteando con unas chicas.
No os engañéis, reconocer que tenéis un problema, es el primer paso para solucionarlo.
2) “Es que todas las chicas son unas...”Vale que en todas tus relaciones anteriores te hayan puesto los tarros y que tus amigos te llamen el VENAO, pero no todas son así, lo que pasa es que tú eres un poco panoli.  
No te engañes tío, a ti eso te da igual, lo único que te importa es poder mojar el churro.
3)  “Es que nadie me quiere, voy a quedarme solo...”Como diría mi amigo razonesobvias, con el cuento de la pena no vas a ningún lado, como mucho te vas a encontrar a alguna tan desesperada como tú y eso es mucho peor que estar solo.
¡Deja de llorar hombre!, ¡qué van a pensar que todos somos unas nenazas! Asúmelo con DIGNIDAD, ¡te vas a quedar solo y punto!
4) “Es que no he encontrado a la mujer de mi vida...” ¡Ni tú ni nadie listo parchís!, ¡NO EXISTE!, O te controla, o es celosa, o no para de criticar tu manera de ser... Todas acabarán intentando cambiarte y lo peor tirarán todas esas camisetas tan chulas con las que has crecido y te han dado tanta suerte.
La única mujer más cercana a la perfección  que existe es tu madre y no hay nadie como ella.
Lo peor amigos es que nos veamos obligados a decir estas  y otras mentiras. Llevas media vida buscando, comparando, descartando o siendo descartado y sin rendirte lo vuelves a intentar, para que tu tío te diga: “Éste, ahí donde lo ves, con esa cara de tontolaba que tiene, seguro que las tiene haciendo cola, si esta solo es por qué quiere, ¡éste no sabe nada!”. ¡Cómo jode que nos digan esto!

Decidle, a vuestros papás, mamas, tíos y demás familia que no os vuelvan a preguntar nunca más sobre chicas, porque si estamos solos, no hace falta que nadie nos lo recuerde y si nos va bien, seguro que no quieren que le describamos todos los detalles.

Un abrazo y Feliz San Valentín,

Rato Raro

domingo, 6 de febrero de 2011

¿Amigos, para qué?


Hay días en los que pienso que para tener amigos como los que tengo, es mejor tener enemigos. No penséis ahora que soy un bicho raro, que a vosotros no os pasa, que vuestros amiguitos son hipermegaguays y los míos unos grandísimos hijos de su madre. En el post de hoy, os voy a demostrar que estáis equivocados, que al final sois como yo, unos pobres desgraciados, al que no paran de sodomizarlos.

Por ejemplo, os deja vuestra novia/o, os encontráis en vuestro loft en pijama dejándoos morir en plan  Guillermo Fariñas y preguntándoos al estilo Pantoja: “¡Por Dios!, ¿Por qué?...Estas sólo pensando que ya nada puede ser peor, pero te equivocas: Puedes estar jodido y mal acompañado. Lo que en el argot callejero se llama comúnmente DOBLEMENTE JODIDO. Ese momento empieza cuando llega tu mejor amigo/a  y te suelta con mucha sutileza: “¡Ya te lo había dicho yo!, ¡es que pareces gilipollas!, ¡ahora no llores mamón/a que te lo has buscado!, ¡te vas a quedar más sólo que Zapatero el día de las elecciones! Pero que gran amigo/a, si es que en el fondo todo se lo acabamos agradeciendo, tú estabas ahí, en tu abismo emocional queriendo pagarlo con alguien y gracias a tu amigo/a ya tienes un culpable: TÚ MISMO. Eso sí, él/ella no tarda ni un nanosegundo en contarte todos sus putos problemas: “yo si que estoy jodido/a, la declaración de la renta me ha salido positiva y tengo que pagar 180€”. ¡Ay... pobrecito/a!, ¡eso sí que es duro y no lo mío! Entonces es cuando te das cuenta de que ya no soportas tanto dolor, pones tele 5 y te chutas en vena a Jorge Javier... ¡Adiós mundo cruel!

Otra situación que estoy seguro que os ha pasado a todos, es cuando un amigo te pide pasta para una emergencia y te dice que estés tranquilo/a, que te lo devolverá cuando cobre. Pero el tiempo va pasando de buen rollo y te enteras por ahí (en algunos casos el mismo/a te lo cuenta, ¡manda cojones!), que le ha comprado regalitos a toda su familia, que sale de marcha todos los fines de semana y que el próximo fin de semana invita a una chica/o que acaba de conocer a pasar un par de noches en un spa de 5 estrellas. ¡Vamos a ver!,o le presté más pasta de la que recuerdo o tiene más suerte en la lotería que Carlos Fabra.

Otra cosa que seguro que os ha pasado en algún momento de vuestras vidas, es cuando le pides a un amigo/a que te presente o le hable de ti a una chica/o que te mola, al estilo Isabel Gemio (¡A mí ya me vale, a mi edad todavía haciendo estas cosas!) y él/ella lo hace de buen rollito, ¡joder si lo hace!, le cuenta que eres un poco feucho/a, con granos, pelos en nariz y un pequeño problema de aerofagia, eso sí, le dice que eres simpático, ¡vaya!, que te pone como Sherck. Luego, le agradeces el gesto, cuando te dice: Yo creo que esa tía/o no te conviene, creo que es un poco suelto/a. ¡Claro!, él/ella lo sabe porque se lo acaba de pasar por la piedra. Si amigos, os la han clavado otra vez más, ni Nacho Vidal desvirgando vuestros ojetes.

Por último, supongo que os pasa habitualmente con todos vuestros amigos, que hagáis lo que hagáis o penséis lo que penséis, es una mierda o en el mejor de los casos es producto de la suerte. Si tenéis un blog como yo, os dirán que es una mierda, que a ver cuando dejéis de escribir, que por qué coño pierdes el tiempo, si al fin y al cabo tú no vales para esto. Si ellos/as tienen también un blog te dirán que el suyo es mucho mejor, que si alguien entra en el tuyo es porque lo hace a través del suyo. Dejando de lado el tema de los blogs, no se os ocurra discutir de política con ellos/as, te acabarán faltando al respeto, diciendo que eres un demagogo/a y que la razón como siempre la tienen ellos/as que son gente culta e instruida a pesar de que la mayoría tengan menos estudios que tú.

Lectores/as, hay que evitar este tipo de amigos porque en realidad no lo son y como dice el último power point que me han enviado por mail: “Los amigos son ángeles que se levantan cuando tus alas se han olvidado de cómo volar” o como dice mi padre: los amigos y los cojones son para las ocasiones.

Un abrazo,

Rato Raro

sábado, 29 de enero de 2011

Maldito pelo rizo


Ayer por la tarde estaba aburrido en casa, así que me empecé a contar las uñas, siempre me salen cinco  en cada pie. A veces las cuento por si se me ha olvidado alguna dentro de mis pantuflas. Luego, me miré en el espejo y me dije: “¡Dios mío que pinta, si estoy entre David Hasselhoff y los Jackson Five!”.

Necesitaba hacerme un corte de pelo, así que llamé a Sasa mi estilista  y peluquera para pedirle cita. Cuando llegué al centro de belleza, les dije que me lavasen un poquito el pelo. Me sentaron en una de esas sillas que cuando te echas para atrás parece que te vas a romper el cuello.  Llegó una de sus nuevas empleadas y me puso una toalla al cuello, se colocó detrás de mi y me susurro: “Te gusta así o más fuerte”. Yo con la voz entrecortada por la falta de respiración, le contesté: “Como...me aprietes...un poco más la toalla...me voy ahogar”.

La pobre, se puso colorada, se disculpó y me aflojó un poco la toalla. Desde ese momento, empezó a tratarme con mucho cuidado y cariño, susurrándome al oído: “Estás caliente”, yo que ya me había  puesto un poco tontito, intenté disimular porque consideraba que aquel no era el lugar adecuado para hacer esas cosas y le dije: “No..., todavía no pero...”Acto seguido la muy cabrona, abrió el grifo del agua caliente a tope, ¡Dios!, pensé que me iba arder  la cabeza, salté de un brinco de la silla y empecé a chillar como un loco. ¡Mierda!, creo que mi calenturienta imaginación me jugó una mala pasada. En ese momento supe como se sintió Michael Jackson cuando rodó el anuncio de Pepsi.

La chiquilla casi llorando me volvió a pedir perdón, le dije que no se preocupara que al fin y al cabo sólo se me habían quemado las puntas.

Olvidado el trágico episodio, la mujer empezó a darme un masaje en la cabeza, ¡Dios, me estaba...!, no podía más, como me hubieran puesto en ese momento la canción de Titanic la hubiese liado parda.

Cerré los ojos, ya no sabía si estaba en la peluquería o en el pisito de unas orientales.  De repente note que se cerraba el agua y empezó a secarme el pelo. ¡Ay... que poco duran los sueños!

No sé si os pasa a vosotros, pero al menos a mí, me entra una tremenda sensación de ridículo cuando vas desde la silla, en la que te han lavado el pelo, a la otra punta de la peluquería con el pelo mojado y despeinado. Ese preciso instante, es el momento de mi vida en el que tengo más ganas de volver a sentarme.

Mientras me estaban cortando mi enorme mata de pelo con una trasquiladora para borregos, vi a mi derecha al típico señor que se deja el pelo largo por un lado y atraviesa toda la calva con sus cuatro pelos. Lo veía por un lado y parecía Isabel Pantoja y por otro Antonio Lobato. ¡Por favor!, la gente que os estéis quedando calva, llevarlo con dignidad y no hagáis más el ridículo. Luego miré al otro lado y veo a un joven en chándal con una enorme cadena alrededor del cuello, al que le pasan la cortadora de césped por la cabeza, instante en el que le aparecieron dos enormes orejas, dejándole su cabeza como un cenicero ¡Dios mío, esta juventud que pintas me lleva!

Al final cuando terminaron de cortarme el pelo, me quedé con la misma sensación de siempre: ¿Por qué tengo que tener este puto pelo rizo?, a mí me gustaría poder cambiar de peinado alguna vez. Lo único que me consuela es que Katy la chica que me corto el pelo me ha dado su número de teléfono para poder agradecerme en privado toda mi amabilidad. ¡Dios, estoy deseando que llegue esta noche!

Un abrazo,

Rato Raro

PD: Espero que esta noche tenga la oportunidad de enseñarle mi pijamita