sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Quién nos ha robado nuestro tiempo?

Bajo mi punto de vista el problema financiero en España es tanto público como privado, pero  con distinta repercusión sobre la crisis. Es innegable que la gestión de recursos públicos lleva siendo nefasta desde que tengo uso de razón. Buen ejemplo de ello, son los aeropuertos sin vuelos, las paradas de AVE sin viajeros,  las Km de autopistas y autovías sin apenas vehículos, los edificios públicos infrautilizados, el consumo público irracional de energía y agua, las políticas urbanísticas corruptas, los procedimientos de contratación pública ausentes de transparencia y libre concurrencia, el uso de fondos europeos de forma fraudulenta, las bajadas de impuestos injustificadas,  las políticas fiscales regresivas, las subvenciones fijadas independientemente del poder adquisitivo de los ciudadanos, la duplicidad de funciones de la administración pública, la gestión ineficiente de los recursos humanos y del trabajo público, la formación para desempleados con un ínfimo porcentaje de inserción laboral, un sistema educativo poco competitivo...

¿Una gestión pública eficiente habría impedido la actual crisis? La respuesta es no, pero lo que si habría evitado sería nuestra actual debilidad financiera. Y lo más importante se tendría tiempo. Tiempo para diseñar un plan de acción con diferentes medidas para salir de la crisis, evitando así poner en marcha políticas improvisadas  como el Plan E. Tiempo para evitar las presiones de la Unión Europea, BCE, FMI, tiempo para nadar lejos de los tiburones financieros, tiempo para pensar y actuar mejor...

A pesar de todo lo anterior, lo más grave de la crisis se encuentra en las familias endeudadas por encima de sus posibilidades, en los promotores arruinados y en las entidades financieras insolventes. Si esto es así, ¿por qué las políticas neoliberales que nos imponen consideran que tienen una mayor urgencia la puesta en marcha de medidas que reduzcan el endeudamiento público?, ¿Son realmente una solución o sólo sirven para ganar un poco más de tiempo?

¿Tiempo para qué? Pues para que el nuevo Gobierno que salga de las urnas vuelva a activar la burbuja inmobiliaria. ¿Para volver a vivir en la opulencia? ¡Menudo disparate! Uno más que se pondrá en marcha desde la Moncloa.

Un abrazo,

Rato Raro

domingo, 30 de octubre de 2011

El enigmático señor del top rosa palo

Me gusta ir  al gym, me sube la autoestima.  La gente me hace la ola cada vez que empiezo a calentar. Los que me conocen,  dicen:

¡Mira!,  ¡hoy ha venido Tom! (para quien no lo sepa Tom es diminutivo de guapetón).


La gente que acaba de comenzar, se frota los ojos con incredulidad y se preguntan:


- ¿Es ese el tío mazas de Mujeres, hombres y viceversa?

Mientras, los monitores me dan palmaditas en la espalda y las monitoras me tocan el trasero con disimulo.

Pero ayer sucedió algo que me hizo replantear la renovación de mi abono mensual. Estaba como cada sábado a las 11:05 h, en el vestuario, poniéndome mis mallitas ajustadas cuando me fijé en él, “el señor del top  rosa palo”. Siempre está allí sentado, atándose el lazo de sus bailarinas, cada vez que me pongo mis prendas sport. Lo raro es que cuando salgo de mis clases Pilates, a las  13:30 h, el hombre continúa allí, a vueltas con sus lacitos.

¿Este señor paga una pasta por hacerse el lazo de sus bailarinas?, ¿O es que se las compró en un país extranjero y no las entiende?  Pensaría que lleva muerto un tiempo  y nadie le ha dicho nada para no preocuparlo, si no fuera porque que cada vez que me bajo los pantalones noto algún “MEESE” (Movimiento Extraño En Su Entrepierna).

Aunque reconozco que sucesos como estos pueden ayudar a aumentar mi autoestima, voy a tomar la decisión de dejar el gimnasio, no quiero correr el riesgo de sufrir algún tipo desgarro inguinal.

Un abrazo,

Rato Raro

domingo, 23 de octubre de 2011

Consejillos para ligar

Como me he roto la muñeca de la mano izquierda, he tenido que tirar de las respuestas que he dado alguna de vuestras consultas sobre “la mejor manera de ligar” para poder escribir el post de la semana. Espero os sirva de ayuda.

Lo primero y  fundamental es elegir a la chica que más os gusta. Es importante centrarse en una sola, recordad “somos hombres” y no somos capaces de hacer más de una sola cosa bien a la vez.

Una vez fijado el objetivo, el siguiente paso es pedirle una cita. Si os habéis visto alguna vez en un espejo, sabréis que tenéis una alta probabilidad de que os diga que “no” pero “quien no juega gana”, así que chicos hay que intentarlo. Una vez que consigáis que alguna incauta os diga que “si”, tener en cuenta que en las primeras citas es importante que no seáis vosotros mismos. ¡Si habéis estado solos hasta ahora será por algo! Si vuestro problema es la timidez, podéis beberos un par de copas antes de quedar con ella, pero no os paséis con el alcohol porque si no la vais a cagar. Además de poneros un poco babosos. Esto me recuerda la primera cita de mi amigo Marco. Para perder su timidez, se bebió antes de salir de casa media botella de licor café. Fue caminando hasta el parque en el que habían quedado, pensando como podría dar su primer beso. Cuando llego, ella estaba esperándolo. Él sin pensárselo le dio un beso en la boca. Ella estaba prendiendo un cigarro con una cerilla. Y se produjo una explosión. Hoy mi amigo esta en el hospital del Meixoeiro.

Es importante que dejéis vuestra personalidad a un lado, es bueno que ella os la vaya moldeando poco a poco. ¡No es normal que un chico de treinta y tantos siga vistiendo como un perro flauta! Espero que ella al menos tenga algo más gusto que vosotros.

La sinceridad amigos no lleva a nada. Mentid sobre vuestra actual situación laboral. A ninguna chica le atrae tener una relación con un licenciado parado. ¡Vale!, ¡te acabarán pillando! pero por lo menos habréis tenido la oportunidad de enseñarle vuestro pijamita.

Otros dos temas vitales en el ligoteo son: las amigas de ella y la comunicación.

Amigas

Cuando empiezas una relación con una chica también la comienzas con todas sus amigas. Tener presente que ellas son casi tan importantes como tu novia. Si no les caes bien date por jodido y empieza a buscar un nuevo objetivo. Puede ser que entre sus amigas este la típica envidiosa, cuya única razón de su existencia sea la de fastidiar a tu novia. Seguramente acabe destruyendo vuestra relación, así que si se os pone a tiro, enrollaros con ella, por lo menos os habrán dejado por una buena razón.

Comunicación

Si cuando llamáis a vuestra novia la reacción es la misma que si la llamaras de Vodafone para venderle nuevas tarifas... ¡Pasa de ella! Por lo menos un ¡hola cariño!, ¿no? Si cuando tocas un tema serio como: “¿Quién es el chico ese con el que te han visto mis amigos el sábado por la noche?”Ella te contesta: “no me agobies “cuelga y apaga el móvil. Lo siento amigo, te han puesto los cuernos.

Para terminar deciros que busquéis a alguien sin amigas y tan desesperada como vosotros. Puede que sea un adefesio, tenga halitosis y no se depile, pero nunca os dejará abandonado en una gasolinera.

Recordad que podéis seguir enviándome todas vuestras preguntas a: nosoyunmendrugo @gmail.com

Un abrazo,

Rato Raro

PD: Puede que tarde un poco en responder, tengo que estar seis semanas con el brazo escayolado.

sábado, 15 de octubre de 2011

¿El Omega 3 es una droga?

Necesito quejarme públicamente. Estoy hasta la web del Omega 3. Que si ahora es mejor tomar leche, huevos y yogures enriquecidos con Omega 3. Que si hay que comer mucho pescado azul porque tiene mucho Omega 3. Que si para cuidar nuestro corazón tenemos que tomar Omega 3. Que si para evitar depresiones tenemos que tomar alimentos ricos en Omega 3 y bla, bla, bla...

Mi primera toma de contacto con el Omega 3 fue hace un par de semanas aproximadamente. Recibí en mi loft la visita de mi madre. Me llamo el día anterior y me dijo: “Rato, te llevo un regalo”. Yo pensaba que me traería unas nécoras, una botellita de albariño o una funda de rizo para la taza del váter. Al final la buena mujer me trajo esto último pero multiplicado por 12. ¡No sé, se debe creer que tengo 12 váteres en casa o que hago caca encima de la taza! ¡Mama por favor las fundas de rizo para el váter no se lleva ni en la serie Amor en tiempos de guerra!

Al día siguiente cuando mi madre llamo a la puerta, mire por la mirilla y no sabía si lo que estaba viendo era mi madre o a Rita Marley. Llevaba una planta en las manos que le tapaba la cara entera. Me dijo: Rato, es una planta de cáñamo. Te va a venir muy bien, es muy saludable. Le arranco una hoja y se la acerco a la nariz. Mira que bien huele, acércate. Antes de que pudiera abrir la boca para preguntarle por qué me había dejado una planta de marihuana en la mesita del salón, se fue como alma que lleva el diablo.

No me deshice de aquella maldita planta por miedo que algún vecino me denunciase. Tengo que vivir con las persianas bajadas para que nadie la vea. ¡Odio pasarme todos los días bajo la luz artificial que desprenden los focos de mis lámparas!

Lo jodido es que la maldita planta de marihuana no para de crecer y crecer. Cuando me siento a ver la tele tengo que coger un machete para cortar sus hojas. Parece que estoy en la selva. Tengo miedo a quedarme dormido en el sofá porque pienso que en cualquier momento puede aparecer una boa constrictor del techo y devorarme.

Desde aquel día me asaltó una enorme preocupación por mi madre. ¿Sería el nuevo camello del barrio? Para terminar con esta inquietud, me armé de valor y la llamé por teléfono:

- Hola mamá

Hola Ratito, ¿Qué tal con el cáñamo?, ¿te sientes mejor?

- ¡Pero mamá, como puedes incitarme a su consumo!

- Si tiene un montón de Omega 3 que te proporciona los ácidos grasos esenciales para que seas todo un hombretón.

- Mamá, lo que me has traído es una planta para hacer porros.

- ¡Ai, meu filliño!... ¡Qué cosas me dices! Pero...si en Saber Vivir dijeron que el cáñamo tiene mucho Omega 3.

- ¿Cómoooo?, MAMÁ ESCUCHAME ME HAS TRAÍDO DROGA

- ¡Ave María purísima, que Dios me perdone!

- No te preocupes mamá, no la he probado, además todavía esta muy verde. Así que duerme tranquila.

No daba crédito a lo que había escuchado, un programa de la televisión pública estaba diciéndole a todas nuestras madres que fumar marihuana era saludable. ¿Sería una maniobra del señor Rubalca para mitigar los efectos de la crisis en nuestras familias?, ¿Cuándo gane el señor Rajoy las elecciones seguirán mandando el mismo mensaje?, ¿tendría la marihuana realmente Omega 3? Para dar respuesta a todas estas preguntas consulté el oráculo de Delfos o lo que lo mismo la wikipedia  y descubrí que las semillas del cañamón tenían un alto porcentaje en Omega 3. Uff... ¡gracias a dios, mi madre no trabaja para Pelo Pincho!, ¡todo había sido una estúpida confusión!

Llamé a mi madre y le explique su equivocación. Le dije que la próxima vez si quiere, me traiga una docenita de sardinas que tienen mucho Omega 3 y que son inofensivas.

Ahora solo tengo que esperar a que la planta seque para poder deshacerme de ella de una vez y poder tener una vida más relajada.

Un abrazo,

Rato Raro

miércoles, 12 de octubre de 2011

ODIO LAS BODAS

Durante los últimos meses no paran de invitarme a bodas y bautizos. Supongo que esto se debe a que tanto mi círculo de amigos como yo somos fruto del boom 75, y claro todos sabemos lo que esta socialmente establecido cuando tienes treinta y muchos.

Tus amigos creen que cuando te invitan a una boda te hacen un favor, ¡y lo que de verdad te hacen es una tremenda putada! No entiendo porque hay gente que quiere que vayas a su boda si hace más de una década que no los ves. ¿Tendrán ganas de compartir ese “maravilloso” momento de su vida contigo?, ¿o simplemente lo que quieren es hacer negocio? Me jode un huevo de pato que me estropeen un fin de semana. Para un par de días que tengo a la semana para hacer y  vestir como me sale de la web, tú me obligas a ponerme de nuevo el traje e ir a un garito con música muy chunga regentado  por un tío con pinta de gótico, donde el único que puede privar es él. ¡No me digas que eso es un buen plan!

La que viene a la mente cuando me invitan a una boda es: ¿Por cuánta pasta me saldrá? Porque lo primero que hace tu querido “viejo amigo” es darte el número de cuenta para que le ingreses el regalo. Aquí el dicho “de la intención es lo que cuenta o con tu sola presencia me basta”, no vale. Si aún por encima tienes la suerte de ser gallego como yo, la broma te saldrá por un pico. Porque aquí en mi tierra, las bodas se celebran por todo lo alto y es que ponen como mínimo cuatro tipos de marisco antes de pasar a buena carne y pescado. Por lo que el menú como mínimo sale a unos 100 € por barba. ¡Y claro les acabas ingresando un porcentaje a mayores proporcional a tu generosidad o inversamente proporcional al número de bodas a las que hayas asistido con anterioridad ese año!

La verdad es que las bodas te regalan un montón instantes para la reflexión. Cuando estoy en misa siempre me hago la misma pregunta: ¿Qué hago aquí rodeado de tanta gente emocionada cuando esto no me importa ni un pepino? Al final este momento tan íntimo se acaba rompiendo por algún tremendo trasero que se interpone en mi mirada (mi concentración es muy frágil).

Luego llega el momento del convite. En el que te sitúan en una mesa redonda con gente de tu quinta, pero que no has visto en tu puta vida. Al principio se hacen los simpáticos. Pero cuando ya tienen medio litro de alcohol en vena empiezan a parecerse a la Duquesa de Alba. Mientras, sus parejas hablan de sus cositas, critican a esta y a la otra por el vestidito que llevan. Llegando al clímax cuando hablan de lo guapa (aún que esta sea un auténtico cardo borriquero) que va la novia. Lo peor viene después, cuando la parejita de recién casado inaugura el baile. Es un auténtico esperpento ver como señores y señoras de casi 100 años bailan todos borrachos al ritmo de algún tema de Pitbull.  Llegando otro momento intimista de la noche en el que piensas: ¿Qué coño hago aquí?

Por todos estos motivos no pienso volver a ninguna boda salvo que sea de alguien muy cercano, en la que confieso que me hará mucha ilusión asistir.

Un abrazo,

Rato Raro


miércoles, 5 de octubre de 2011

Erase una vez mi vida

Antes de que algún gilipollas empiece a criticarme cuando lea este post quiero advertiros que muy probablemente alguno de vosotros no conoce todavía a sus verdaderos padres. Pensarlo durante un rato, ¿creéis que es normal que vuestros padres no pasen del 1,65 m, mientras que vosotros medís más de 1,80 m y tenéis los ojos achinados? O También puede darse el caso de que vuestros padres hablen así de extraño y despacio porque fueron fruto de algún tipo de incesto.

Un 23 de febrero de 1975, una mujer gallega dio su particular golpe de estado, dando a luz un bello bebe (es decir “YO”) que cambiaría para siempre su vida.

Mis padres José y Carmen, obrero de Citroën él y ama de casa de ella, formaban una feliz familia junto con su hija María del Carmen. Mi hermana nunca me perdono que estropeara aquel mundo tan idílico.

Empecé a tener problemas desde el primer minuto de vida, por mi alergia a los lácteos y a ciertos medicamentos como el ácido acetil salicílico que me hicieron estar, durante la mayor parte de mis dos primeros años de vida, lejos de los brazos de mi querida madre.

Hasta los doce años tuve que vacunarme cada día, hasta que el Dr. Quireceda consiguió curarme mi alergia. Fue entonces cuando probé el sabor de la leche por primera vez que aún a día de hoy detesto sino lleva consigo al menos dos paladas de cola cao o de algún otro sucedáneo. Por supuesto tampoco me gustan el queso y los yogures naturales, aunque soporto la mozzarella en las pizzas y adoro los yogures de sabores. Supongo que estas cosas forman parte de las múltiples contradicciones que forjan mi carácter.

Siempre fui un niño muy guapo, condición que con el paso de los años sigo manteniendo. También bastante problemático en el colegio, quizás por mi dislexia galopante o  por haber vivido el asesinato de mi abuelo con tan solo 12 años, puede que ambas, no lo sé, no soy psicólogo. Supongo que todo esto  hizo que tanto profesores como compañeros de clase no dejaran de tocarme las pelotas durante todo el EGB. No voy a gastar más tinta con ello porque he conseguido borrar todas las cosas malas que han atormentado mi vida. Además alguno seguro que sale diciendo que paso largo tiempo ayudándome, cuando la verdad siempre estuve sólo. Mi mejor amigo en el colegio era un cactus que alguien no había querido llevar como regalo a su madre.

Pasó el tiempo y comenzé en el instituto. De él recuerdo que siempre había un coche de policía en la entrada y que no paraban de merodear yonquis por los alrededores. Me prometí empezar de cero. Me relacione con otros congéneres y dejé de sacar todo sobresalientes, con el objetivo de ser socialmente aceptado. Al poco tiempo empecé a tener amiguitos, entre ellos el “Jaco” que unos meses después sufrió el suicidio de su madre. La mujer se quito la vida cuando los médicos le dijeron que su hijo, un yonqui al que le habían dado una paliza delante de sus ojos y en su propia casa, probablemente no saliera nunca del coma en el que estaba y si lo hacía quedaría tetrapléjico. Irónicamente el sujeto salió bien de todo aquello y sigue siendo el mismo drogadicto de siempre. Supongo que la tragedia nos unió como si fuéramos hermanos siameses, aunque  nunca hablamos abiertamente del tema. La fantasía fue nuestra mejor vía de escape, enganchándonos a los juegos de rol. En ellos podíamos desahogar nuestra rabia de un modo civilizado. No sé ni cómo ni por qué, empezamos a ser como una especie de sujetos especiales para un montón de bichos raros de nuestra edad. De estar siempre solo, comencé a tener un montón de “amigos”que no paraban de reír todas mis gracias y las de Jaco.

Mi relación con mis padres, fue durante años fría pero buena. Mis papas nunca se atrevieron hablar conmigo, ni siquiera hoy, de todo lo sucedido. Me consintieron y me mimaron todo lo que pudieron, lo que provoco constantes ataques de celos en mi hermana. Cuando me enamoré por primera vez de una chica quise tener una conversación sería con mi padre, pero no pudo ser. No tenía tiempo. Él vivía su propio calvario. Pasaba los días en la finca de mi abuelo, para que todo estuviese igual que cuando nos dejo.

Empecé la universidad, no por vocación, sino porque en aquellos tiempos era lo que tocaba al terminar COU. Después de dos anodinos años en lo personal. Comencé a replantearme mi vida. Estaba cansado de la gente y de mí, no tenía claro si quería seguir estudiando. Así que aprovechando que mi hermana se había ido a trabajar a Disneyland Paris, me fui a vivir con ella. Una vez allí cumplí un sueño “vivir una historia de amor con Blancanieves”.

Colorín, colorado, este cuento por ahora se ha terminado.

Un abrazo,

Rato Raro

PD: Un día volví, abandone todas mis “amistades”, me puse a trabajar y termine la carrera pero eso ya es otra historia.



sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Serían los callos?

Nunca creí demasiado en el reiki, tantra, wok, sushi, sudukus y el resto de ciencias ocultas que atormentan las vidas de tantos mortales. Pero me esta sucediendo algo que me lleva a replantear toda mi existencia.


Ayer, después de salir del trabajo hice una paradita como todos los jueves en la Abadía, una cervecería próxima a mi casa que ese día de la semana tiene una promoción de tapas low cost. Decidí coger un periódico mientras esperaba por la zorza y los pimientos de Padrón. Ojee las noticias del periódico sin demasiado entusiasmo, hasta que no se muy por qué, me detuve a leer el horóscopo. Busqué mi signo que es Piscis. Y leo: Salud. Cuida tu colesterol, abusas demasiado de las grasas. Trabajo. Date un respiro, necesitas un poco de relax. Amor. Hoy discutirás con tu pareja.

Sonreí, y me dije para mis adentros, ¡joder!, con lo de la salud y el trabajo acertó de pleno pero con lo del amor llegó tarde. Mi novia me había dejado el jueves pasado. No tuve tiempo a lamentarme mucho, porque llegó Javi con las tapas, y como macho alfa que soy, no podía hacer dos cosas a la vez. Así que comí, pagué y me fui para casa.

Cuando abrí la puerta de mi loft, me encuentro a un tío gordo, con calzoncillos y sujetador de cuero (para ser un hombre tenía una delantera considerable) y unas pantuflas de Bob Esponja que empezó a gritarme. Yo me quede todo flipado y le dije:

¿Podría decirme quién es usted?, ¿Y qué hace así vestido en mi casa?

- ¿Qué pasa vienes tan pedo del bar que no sabes ni quién soy?

- ... Umm... (Pienso para mis adentros: Creo que solo bebí un par de claras con limón) pues la verdad es que no.

- Me parece increíble que no reconozcas ni a tu propio marido. Nunca te gusta lo que me pongo. Y que sepas que estoy harto de tu falta de puntería en la taza del váter. ¡Dios!, te repito las cosas mil veces, y tu sigues haciendo lo mismo. Mejor no digas nada como siempre. Bueno, te dejo que voy a ver a mi madre al pueblo. Supongo, que tú te quedarás en casa como de costumbre.

Me pellizque el trasero con todas mis fuerzas, y no, no estaba dormido. Me frote los ojos, y pensé que todo aquello había sido provocado por la falta de sueño. Después me senté en el sofá y me puse a divagar sobre el paralelismo de mi vida con la ZP. A los dos parece que la prensa visualiza nuestro destino, somos unos incomprendidos, siempre hacemos lo mismo, nos piden insistentemente que nos callemos y al final todo el mundo acaba dejándonos solos. Me reí y me fui a la cama, pensando que necesitaba un descanso urgentemente.

Hoy volví a la cervecería. Cogí el periódico con el objeto de quitarme todas las tonterías del día anterior. Volví a leer el horóscopo: Dolores de tripa intermitentes, en breve te vendrá el período. Ten cuidado con los cambios de humor.

Leer esto por fin me tranquilizo, ¿cómo puedo ser tan idiota para poder pensar que lo que pone el horóscopo es cierto?

Al poco tiempo empezó a dolerme la barriga. Nunca me había encontrado así. Me entró una mala hostia... Lo que pasó después prefiero no contarlo. Lo único que sé, es que no volveré a leer el horóscopo ni a comer callos.

Un abrazo,

Rato Raro