viernes, 2 de abril de 2010

FRUITISPARANOIA 2 "Senenote a la caza de los Fruitis"

Seguí la pista de un plátano con mochila llamado Mochilo, de un cactus llamado Pincho y de una piña con acento andaluz llamada Gazpacho. ¡Joder, es el caso más raro que me han encargado nunca!

Siempre he pensado que los guionistas que realizan este tipo de series, suelen reunirse en una habitación, pinchan discos de Bob Marley, y vaya, se dedican a llenar el aire con efluvios resinosos. Los Fruitis al igual que los Trotamúsicos y otras series de las que ya no recuerdo su nombre, fueron consecuencia de la decisión de dejar de trabajar con los malditos nipones ¡Joder! Eso nos obligo a animar muñequitos al estilo cañí. ¡Y vaya!, los guionistas debían estar ciertamente animados, ¡ahora entiendo lo del doping! Creo que así fue como crearon esos bizarros personajes, a las que unieron una especie de Miniyo de Mariah Carey, convirtiendo cada capítulo en aventuras de botijeras y otras sandeces. Sino recuerdo mal, unos años después, ese gran objeto llamado mochila, de la que eximo de toda culpa, volvió a ocupar un lugar de honor gracias a RadioactivoMan y un cierto personaje español pasado de vueltas.

Por cierto, he olvidado presentarme, mi nombre es Senenote y tengo mi licencia desde hace bastante tiempo. Soy un tipo solitario, no estoy casado, a pesar de estar entrando en una edad madura. No soy rico, os puedo asegurar que no se gana mucho investigando este tipo de casos. He estado en la cárcel más de una vez y ¡no! ¡Joder!, no me ocupo nunca de divorcios. Me gusta la bebida, especialmente el licor café, las mujeres, no  hago ascos a ninguna siempre y cuando me hagan caso. También me gusta el ajedrez y otras cosas que me guardo para mí.  Si alguna vez llegan a dejarme frito en una oscura callejuela, como puede pasarle a cualquiera en mi trabajo, nadie, ni humano ni gatuno, sentirá que he desaparecido el fundamento de su vida. Resido en Vigo, en un barrio en el extrarradio que casi nadie conoce y por último añadir que jamás llevo un arma encima, bueno salvo que sea estrictamente necesario y si algún gilipollas me vuelve a preguntar mi nombre, solo repetiré una vez más que me llamo Senenote.

Tenía que conocer a quien me enfrentaba, así que busque en las mejores hemerotecas de dibujos calis, información sobre todos los sospechosos, de la que saque las siguientes conclusiones:

Kumba (el Miniyo de Mariah Carey) es una niña samai a la que Mochilo, Pincho y Gazpacho salvaron del ataque de dos fieros tigres. Por lo que averigüe Kumba ayuda a los jodidos Fruitis a encontrar un nuevo hogar gracias a su conocimiento del bosque, tras lo cual se instalo en su aldea como si fuera una fruta más.

Mochilo: no es más que un plátano “chapillas”, de origen canario, como diría Arguiñano “de los que tienen motitas”, que lleva una mochila a sus espaldas, de la que siempre saca todo lo necesario para salir de los más disparatados apuros, ya sean cuerdas, balsas o tiendas de campaña, lo que vulgarmente se dice “un plátano con recursos”. Parece ser el más serio e inteligente del grupo y siempre se las ingenia para ayudar a sus compañeros, ya que a diferencia de ellos, él usa el razonamiento lógico.

Gazpacho: Es una carismática piña andaluza, al estilo de Nicolás Sarkozy, que se define a sí mimo como un “sabio”, trabajo para el cuál tiene que quedarse pensando (o durmiendo) en vez de usar las neuronas. Unos amigos suyos me han dicho que le gusta hacer gala de su gran refranero español y de toda clase de frases ingeniosas. Por lo que se, suele equivocarse con frecuencia en sus comentarios y decisiones y hace oídos sordos a las correcciones de sus amigos, especialmente a las de Mochilo.

Pincho: No es más que un jodido cactus inocente  y despistado, cualidades que predisponen a sus compañeros a pincharse con él, sobretodo Gazpacho. Es un tío sencillo y le gusta mucho jugar y divertirse. Creo que llego al bosque porque se perdió en el desierto. Tendré que tener en cuenta que sus pinchos suelen ser una defensa eficaz frente a la mayoría de enemigos a los que se enfrenta.  

Pero no se acaba aquí el sospechoso grupo de jodidos terroristas, también se encuentran entre ellos:

Fresón: el alcalde de la comunidad, últimamente imputado en varios casos de corrupción urbanística.  Se que ha acudido a Kumba, Gazpacho, Mochilo y  Pincho, para destruir las pruebas que lo incriminaban y que podían llevarlo irremediablemente a la cárcel.

Alcachofo: parece que sus padres no fueron muy ocurrentes a la hora de poner el nombre, ya que no es más que una alcachofa, al que se liga últimamente con los piratas somalís. Tiene un parche en el ojo, un garfio en sus manos y la única pata que tiene es de madera. En el pasado tuvo problemas con el resto, pero ahora son todos amiguitos.

Monus: otro que no tenía unos padres muy originales, no es más que un mono científico que realiza crueles experimentos con los animales. Cuenta con un esbirro llamado Gorilón, y no es una golondrina, sino un gorila, quién coño lo iba a imaginar, parece un poco torpe. Todo indica que ahora es el líder del supuesto grupo terrorista.

Por último está Escarolo, del que no he encontrado ninguna pista, lo único que sé, es que lleva una escarola en la cabeza.

Después de hablar con el productor, los guionistas y dibujantes que trabajaron en la serie, conozco sus bases ideológicas. Pretenden denunciar la actitud “antichauvinista” del consumidor español. Se quejan de que valoramos más los personajes extranjeros como Son Goku o Sin Chan que los patrios, les jode que digamos que todo lo que se produce fuera es mejor, porque lo que se hace en nuestro país es basura. Se han cansado de oír de los niños ¿Qué mierda es esto?, ¡qué vuelvan poner el Correcaminos!.

Tanto Gazpacho, como Mochilo y Pincho, no trabajaron mucha tras esta serie. Los guionistas decían que no tenían variedad de registro, que las frutas ya no se llevaban y menos siendo monodimensionales.

Hace menos de una semana que han tenido su última aparición pública, en Bélice, para presentar el Blue ray de la serie completa. En la rueda de prensa que dieron, Mochilo reconoció que el único trabajo que encontró después de la serie fue de modelo de bodegones en una escuela de arte, de la que lo despidieron por moverse mucho. Se les notaba resentidos, con las críticas por su escasa variedad de registro. La cosa empezó a caldearse cuando un periodista les espeto a la cara de que la serie estaba llena de incoherencias, como el de llamarle a una piña Gazpacho. Creo el periodista tenía una columna en un periódico nacional como critico gastronómico  y lo que de verdad le jodia es que jamás había visto un gazpacho con piña. Era un fundamentalista del gazpacho, este sólo podía ser andaluz, y no entendía como una piña podía ser andaluza, supongo que lo respetaría si fuese una col de bruselas o una fresa.

Eso animo al resto de los periodistas a increpar a Gazpacho y eso que era el único que había tenido una carrera artística fuera de esta serie, había grabado un disco con Chimo Bayo. Disco que murió sepultado en lo más hondo de las listas de éxitos. Chimo se defiende que cambiar bombas por piñas muchas veces no es muy fácil de examinar.

Todo indica que no lo han podido superar, creo que gracias a la ayuda del Doctor Monus han conseguido programar nuestros cerebros para quemar nuestras neuronas después de más veinte años de su estreno en España.

No quieren dejar ni a un solo niño de aquella época vivo, están heridos por menospreciar el producto patrio. Quería evitarlo a toda costa, estuve hablando cientos de horas con ellos para tratar de convencerlos, de que se equivocaban, los adultos de hoy en día idealizan la bazofia de su infancia. Después de hacer de que cambiaran de opinión, acabe haciendo su manager, convirtiendo su Blue Ray en un éxito de ventas, devolviéndoles la gloria que le había sido robada. Sólo tengo una pequeña espina, intente sacar a Kumba de la prostitución, no he sido capaz, pero nadie es perfecto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por hacerme reír otra vez

D.Laurencich dijo...

gracias por tu visita, aunque no seas mendrugo, si utilizás esa palabra, mendrugo, cacho de pan, debés ser bueno.