martes, 10 de agosto de 2010

Un Rato en Madeira (Primera parte)

Amigos, lectores, people y demás engendros en general, lo que os voy a contar en este post, es una experiencia preciosa, encantadora... Estoy de verdad emocionadísimo, es algo que yo...

El pasado jueves lloré igual que una tierna cebollita, ¡fue tremendismo!, ¡inolvidable!...

Aún recuerdo como si fuera hoy cuando me subí al avión, con destino Funchal, en el aeropuerto de Oporto. Como es habitual en mi, durante el despegue fui recitando todas las oraciones que  me se, lo que vienen a ser aproximadamente unas dos, el Padre Nuestro y el Jesusito de mi vida, a ver si me calmaba la ansiedad que en aquellos momentos se estaba apoderando de mi mente. Como veía que con mis oraciones no bastaba, decidí pedirle a la azafata una copita de ron añejo con hielo con una gotita de limón exprimida y unos cacahuetes con miel, para ver si este remedio más arraigado en la sabiduría popular lograba relajarme.

Al lado mío, había sentada una “Guiri” que parecía la mujer más vieja del mundo. La observe un poquito más y en efecto no había visto una mujer tan vieja y arrugada en mi vida. Me dirigí a ella con cierto tacto, porque como sabéis todos, en los temas de la edad con las mujeres hay que ser respetuoso. Le dije: “¿Usted debe tener más de cien años?, ella me miro a mis dos preciosos ojillos verdes y me dijo: “Si desde hace mucho tiempo”. Entonces aprovechando que teníamos un poco más de confianza, le dije: ¿Exactamente cuantos años tiene?, y ella se acerco como pudo a mi oído para que no nos escuchasen las azafatas y demás pasajeros que teníamos alrededor y me dijo: “Tengo unos 600 y pico años, nací el 23 de febrero de 1405”y yo le respondí: ¡Qué casualidad! (os juro que no me lo podía creer), ¡es usted piscis como yo!

A partir de aquí, empezamos a tomarnos unos cubatitas de buen rollo, una cosa llevo a la otra, que si te toco un poquito, que ten cuidado a ver si nos ven mis padres (como no sea por wija ya me dirás..., pensaba yo).

Entonces este diplodocus, perdón “mujer”(no se en que estaba pensando), me empezó a contar cositas de su vida, de echo ella nació cuando Sean Connery tenía pelo y hacía películas de James Bond, ¡joder, tremendo! Se emociono mucho cuando me conto que compro un trozito de Stonehenge sobre plano porque de aquella salía mucho más barato. Ahí nos empezamos a reír, le toque su culito y le dije: “¡Qué culito más duro tienes!", ella entonces me sonrió y me dijo que lo que le había tocado era la Tena Lady.  

Luego me dijo que había tomado la primera comunión con Margaret Thatcher que era su compañera de clase. Me conto también que llevaba viviendo en Portugal muchos años. De hecho me comento que la Torre de Belém antes era un Carrefour. Empezamos a reírnos y le dije: “Bueno que exagerada que eres tía”, aproveche también para preguntarle “¿Quién había sido su primer novio?” y ella me contesto que Fraga y que él le sacaba unos 30 años.

Con todo esto le di un morreo, me trague... ¡joder, fue tremendo! Cuando el comandante empezó hacer maniobras para el aterrizaje, no paraba de haber turbulencias y el avión se abaneaba de un lado para otro. Nos abrazamos instintivamente, si aquel iba a ser nuestro último momento, que mejor que disfrutarlo juntos.

Pero amigos, tengo una mala noticia que daros..., al bajar del avión, creo que los 12 cubatas que nos tomamos cada uno tuvieron algo que ver en esto, tropezamos y nos caímos. Ahora mi querida “Guiri” ya no es la mujer más vieja que conozco, o por lo menos la mujer viva más vieja.

Amigos os pido un minuto de silencio...

Un abrazo allí donde te encuentres Katy,

Rato Raro

4 comentarios:

Dr. Dioptrías dijo...

Así que de ligoteo estando de Rodríguez! Se lo voy a contar a una que yo me sé...

jaramos.g dijo...

Tengo una única duda: ¿fue amor o sólo sexo? (Jajaja, es que me parto con tus historias).

Rato Raro dijo...

Dr. Dioptrías, ¿Cómo puedes decir que estaba de Rodríguez?, ¡Creo que estas confundiendo con mi patético alterego!, ¡Por favor, un respetito!

Jaramos, definir lo que viví como amor o sexo no reflejaría toda la ciclogénisis de sentimientos que he experimentado.

Nuestra relación fue puramente metafisica...

Un abrazo,

RATO

jaramos.g dijo...

Ah. Ahora ya queda claro. ¡Nadie como tú para disfrutar de una aventurilla de ese... calado! Espero anhelante el segundo episodio.