Me encontraba
en casa, buscando lo más profundo de mi yo interior con la ayuda de un libro de
Eduardo Punset. Sentado en el suelo con las piernas cruzadas, con una barrita
de incienso, mi pijamita de seda y el torso completamente descubierto...Bueno,
lo típico que hacemos las personas con preocupaciones trascendentales cuando
llegan a su loft después de un día agotador de trabajo.
Me dijo que
en el Faro de Vigo salía un anuncio de canibalismo familiar. Decía así:
-“Gemelitas hambrientas quieren comerte
enterito. Nos lo tragamos todo, todo...A domicilio y con la máxima discreción”.
Mi madre
estaba muy nerviosa, quería llamar a la policía para decirles que había dos
mujeres caníbales tragonas sueltas por la ciudad. Tuve que darle un
tranquimazin. No sabía como explicarle lo que era aquello.
Luego me
dijo:
- ¡Hijo, con esto de la crisis, ha vuelto la esclavitud!
¡No me lo puedo creer!, se venden personas, aquí cerquita y baratas. Lee esto:
“Griego 50 euros. Francés “sin” 30 euros,
supongo que los calvos se cotizan menos. “Africano Mandingo, beso negro por 60 euros”. Yo no entiendo nada
hijo, porque por muy barato que te salga el negriño, ¿para qué quieres un señor
paseando por casa que lo único que sabe hacer es dar besos?, ¿qué haces con
él?, ¿lo pones en la puerta por si llegan visitas?
Yo no sabía
como decirle que todo lo que estaba leyendo eran cosas pecaminosas, así que opte
por no preocuparla y seguirle un poco la corriente:
-Lee, mama, a ver que más dicen.
- Pues mira hijo, en esta misma página, también me llama
la atención un anuncio en el que venden animalitos de compañía. Hay uno que
dice así: “Tengo un conejito peludito y juguetón
que quiere que lo acaricies”. Está muy triste y necesita tu zanahoria”. ¡Ay
que peniña me da!, ¿quieres que te lo compré?, sólo cuesta 30 euros.
¿Cómo le
puede decir uno “NO” a su madre cuando la pobre mujer lo único que quiere es
hacer feliz a un desvalido conejito?
Por último,
le llamó le atención, la falta de picardía que tenía hoy la juventud a la hora
de buscar un trabajo.
- Ratiño, ¿pero cómo no va a ver tanto desempleo?, ¡y
luego le echan las culpas al pobriño de Rajoy!, lee lo que dice aquí: “Jovencitas no profesionales y muy pero que
muy inocentes. Nos tendrás que enseñar todito tú, sólo por las tardes, si no
papi se entera...”, ¿no tendrían que hacer un curriculum de esos y mentir
aún que fuera un poquiño?, ¡Es que así quien las va a contratar!, ¿sabes lo que
les diría yo?
- ¿Qué mamá?
- Pues que no importa que se enteren sus padres de que
trabajan, que trabajar es algo muy digno, aún que sea todo el día de rodillas
fregando suelos o comiéndose todo lo que te suelta un jefe desgraciado. Una
tiene que adoptar una postura abierta cuando comienza a trabajar, aguantando la
presión de tener a alguien todos los días encima. Luego llegas a casa, te
duchas, te relajas y ya verás cómo al día siguiente todo entra de otro modo.
No tuve
valor, de decirle la verdad a mi madre. Son las 22:30 h y tengo miedo. Dentro
de media hora, un conejito peludo se comerá mi zanahoria.
Un abrazo,
Rato Raro
PD: Antes de
ser devorado por un peludo conejito, quiero daros las gracias a todos los que
alguna vez os habéis parado por mi micromundo. ¡ADIOS MUNDO CRUEL!
8 comentarios:
"Adiós mundo cruel"? No te me irás de estos lares no? Anda y toma fruta, que es más sana xddd! Biquiños!
xDD Me has alegrado el lunes.
No Mandarica todavía no ha llegado el momento de marcharse. Fruta????..espero que no te refieras a que coma plátanos,...me niego aún que sean con pintitas.
Gracias Desidia tú me has alegrado a ti con tu comentario. Pero mujer cámbiate el nick por algo más alegre, como ese sombrerillo que llevas en la foto.
Un abrazo y un biquiño para las dos,
Rato Raro
Es genial, Rato, una de tus mejores paridas literarias. De verdad. Enhorabuena.
ah, tronco, como el amor de una madre no hay nada ¡cómo se desvela por ti!Si es que lo que ella quiere es abrirte los ojos para que veas lo mal que está el mundo y que no caigas en manos de gente caníbal, comedoras de zanahorias.
Los plátanos contienen mucho potasio y van muy bien para las rampas, dicen que hay que comer cada día uno por lo menos...
¡¡¡Santa Inocencia!!! es tu madre imaginada. La verdad es que "esos anuncios" dan para mucho y cada vez ocupan mas espacio en los diarios. (Se ve que va bien el negocio).
Muy divertido maestro
Jaramos siempre me he preguntado como podría calificar lo que escribo y la verdad los de "paridas" me gusta, no sé si me merezco el calificativo de literarias.
Ángela dudo que los plátanos sean buenos para las rampas. Yo creo que pueden ser perjudiciales para mi espalda y en especial para mi trasero, por lo que niego en probar tan suculento manjar.
Gracias Clara y lo de maestro no lo merezco, yo soy tan solo un simple aprendiz de todos vosotros.
Un abrazo,
Rato Raro
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