Llega a través de mi ventana
el incesante golpear de la lluvia
(compañera hostil del caminante)
transmitiéndome un mensaje del Sueño.
El armónico golpeo de las gotas,
produce una melancólica melodía,
que al unirse el rugir del viento
se convierte en un lúgubre canto
que atemoriza al que lo escucha.
Hoy se diría que el infierno esta en fiestas
es sol busco refugio en las nubes;
el pueril Arco Iris huyo despavorido,
sin escuchar el ruego de los niños,
al ver los primeros cohetes infernales,
que de un eco de lejanas montañas,
se convirtió luego
en relámpagos cegadores
percusores de potentes truenos;
a la lluvia y al viento se unió el granizo,
hiriendo por doquier a la Naturaleza.
Todo ello será una ráfaga
perdida en el tiempo,
que dejará paso a los días de llovizna.
Mi alma se siente acongojada;
todo se vuelve melancólico:
el paisaje antes sonriente
esta envuelto en una oscura tristeza
(cual encantadora joven enlutada);
hasta las misma insensibles paredes
no pueden dejar de llorar.
Triste es mi tierra con lluvias,
pero alejándome de esta plácida tristeza,
verás errante un cuerpo sin alma,
estrechando en sus brazos los recuerdos del ayer.
Un abrazo,
RATO
PD: El sudario de la ignorancia duerme en la primera infancia.
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