hojas caídas,
ruje el viento,
arde la ría,
escucho las olas que gritan
y a la muerte mientras suspira.
Siento los rayos del sol
entre la lluvia infinita,
curiosa melancolía.
Oigo sonidos lejanos
que me llevan al pasado,
¡dime!, ¿dónde puedo encontrarlo?
Llueve,
recuerdo glorias pasadas
de una criatura,
que todavía duerme en su cuna.
Veo muerte
y solo muerte,
oigo el llanto,
no cesan las campanas.
Llueve,
siempre llueve,
y las formas
se confunden con el agua.
2 comentarios:
Me gustó como reflejaste parte de ese ambiente "meláncolico" que, al menos para mí, predomina en esos días.
y gracias por tu comentario, tienes razón en todo lo que dices, y sí, tengo que intentar tener más fe en mí. ¡Un abrazo!
Muchísimas gracias Diana
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