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domingo, 2 de enero de 2011

Homenaje a la mujer fea

En el post de esta semana, os voy hablar de mujeres. Amigos, todavía estamos en Navidad, la época más bonita del año donde debemos disfrutar y dar amor aquellos a quienes carecen de él.

En Nochevieja fui a una fiestecilla en plan top model, very casual, con un look desenfadado,despeinado,descamisado, descafeinado..., o lo que es lo mismo,  muy metrosexual.

Recuerdo cuando fui hacia la barra a pedir mi primera copa, iba canturreando una canción de Boney M que en aquel momento estaba sonando. Vi un montón de mujeres bellas en la fiesta, con vestiditos, minifaldas, faldas, escotes...pero de repente me crucé con una chica que era bastante fea y automáticamente dejé de canturrear. Luego me fijé y vi agazapada, detrás de una esquina, a otra mujer fea. En aquel preciso instante pensé:” ¡Vaya!, ¡también existen mujeres feas! Me acerqué, le vi el careto y me dije:”Te mereces un homenaje mujer fea, mañana en mi blog, tendrás un post para ti y para todas aquellas otras que como tú, da pena veros”.

¿Por qué nadie habla nunca de vosotras? Os merecéis todo nuestro cariño y amor, al fin y al cabo, también hay hombres muy feos, como mis amigos, a los que quiero y aprecio, a pesar de su desagradable aspecto físico.

Esta semana, mi blog es para vosotras, mujeres feas de España y sobre todo de Portugal, para las horrorosas, para las que tienen bigote, para las barbudas como Julieta Venegas e Isabel Pantoja.

Sabed que os quiero, a ti: Carmen, Sonia, Ana, Xoana, Rosa Viviana, Eva... Tu mujer fea te quiero, te mando un beso porque dártelo ya sería otra cosa y te brindo este homenaje.

Por qué cuando uno tiene una novia fea y le preguntan como es, respondemos: “es muy buena chica, trabaja y es muy simpática”. Por qué no decimos: “Mi novia es fea de cojones, pero la quiero y punto. Es más, la llevo a restaurantes como si fuera una persona normal. Eso si, ella se queda en la cocina”.

Desde este humilde blog, pido a todas las mujeres que lean este post que se acerquen al espejo más cercano... A que muchas estáis descubriendo que sois feas de cojones.

Amiga fea, deja de verte al espejo un segundo. Quiero decirte que te quiero, sal a la calle, pasea con tu fealdad y si alguien te tira trocitos de fruta, no le hagas caso.

Con cariño, amor y humor, os quiero regalar para este año que comienza, mis mejores deseos. No me pidáis que os regale mi cuerpo porque amigas feas, no hay quién os toque.

Un abrazo,

Rato Raro

martes, 28 de diciembre de 2010

Año nuevo, vida ...

Estoy deseando que llegue el último día de este año, tragarme esa última uva y liberarme de todo lo malo que me ha pasado durante este último año. Quiero que llegue el momento cero, ese que se produce cuando el familiar con más ingenio (también llamado “avispilla), al brindar, nos dice “Año nuevo vida nueva”.

No sé si os pasa a vosotros, pero yo, año tras año, no noto que mi vida cambie... en la mañana de año nuevo, me despierto con la misma terrible resaca, un dolor de espalda infernal, empachado de nuevo por polvorones, mis rizos llenos de confetis y restos de serpentinas... luego me levanto, sin saber que va a llegar  el momento más aterrador del año. Este sucede cuando camino con ciertas dificultades hacia el cuarto de baño y veo las alfombras llenas de ceniza, resto de mazapanes, turrón y polvorones pisados en el suelo...después de mingitar, siento la necesidad imperiosa de tomarme un café, pero al llegar a la cocina, compruebo que no hay ni un puto vaso limpio y me lo acabo tomando en el recipiente donde pongo el cepillo de dientes.

Y claro, después de esto me pregunto:” ¿Por qué tuve  que darlo todo la pasada noche?, ¡Joder!, ¡sabía que tenía que retirarme cuando empecé a cantar el miudiño..."

En ese momento, sufro como todos los años, un pequeño estado de shock, donde no se que día es (a pesar de todas las pruebas descritas anteriormente), ni que hora y aún menos me acuerdo del mes ni el año que acaba de comenzar.

El año comienza para mí, cuando me tomo varios recipientes de pasta de dientes con café y una tostada untada con 250g de tonopán (un sustitutivo de la aspirina, a la que soy alérgico). ¡Joder!, ¡cómo me gusta ese momento!, ese en el que empiezo a emparanoñarme sobre todo lo que hice mal el año pasado y empiezo a diseñar un plan director con los cambios drásticos que voy a realizar en mi vida. Estos acaban derivando inevitablemente en los buenos propósitos que  repito año tras año. Dando como resultado la siguiente lista:
1. Dejar de fumar, ¡es el momento ZP lo ordena! ¿Por qué coño fumo cuando me tomo unas copas o un café?, ¡si el resto del tiempo no lo hago! Como toda decisión importante requiere algo de margen por lo que después de Reyes no vuelvo a comprarme un paquete de tabaco. Este propósito sé que va a tener efectos colaterales sobre mis amigos que fuman y como todos los años, me acabarán escondiendo su cajetilla cuando nos tomemos unos cubatas.
2. Hay que ahorrar, ¡coño  que estamos en crisis!, pero claro eso conlleva olvidarse de los viajecitos, pasar largas y aburridas noches en familia, no poder ir a las rebajas, beber vino Don Simón y cerveza Cruzcampo..., soy consciente de que al final acabaré dejando este absurdo propósito de lado y la cuesta de enero se me hará como el Montblanc.
3. Perder esos Kilitos que me sobran. Supongo que todos me diréis que estoy loco, que con el tremendo cuerpecito que tengo no me hace falta... pero ¡por Dios!, miraros de una vez al espejo, lo que os pasa es que estáis todos como un luchador de sumo y claro así es fácil pensar que soy un Adonis. Amigos, necesito adelgazar, me siento mal recordando todo lo que he devorado estas navidades. He decido autocastigarme y ponerme a régimen, porque lo del ejercicio físico lo llevo bastante mal. Voy a llenar la nevera de peras, manzanas, lechugas, muesli y biomanan. Me pesaré cada día en la primera farmacia que vea y pegaré el ticket en la puerta de la nevera, con un imán que le robe al hijo de mi vecina. Así, cada vez que lo vea, aumentarán mis ganas de adelgazar.

Espero que el año 2011 sea diferente y que todos los buenos propósitos que me he marcado no se desvanezcan durante la primera semana del año, al igual que en el 2010. Cuando, la víspera de r
Reyes, se medio por luchar encarnizadamente con unos niños, por unos tristes caramelos que habían lanzado los Reyes Magos  y claro después de tanto ejercicio se medio por comer el 1,54 Kg de los dulces que me había llevado de malos modos. Luego, al día siguiente sufrí un fuerte sentimiento de culpa que desemboco en un ataque de ansiedad, llevándome a engullir un roscón de Reyes, yo solito. Lo único bueno de esto, es que me hice con todas las sorpresas que llevaba dentro. Todo esto me deprimió bastante y acabé en un garito tomando unas copitas, fumándome un cigarrito y gastándome los últimos euros que me quedaban en un bingo regentado por el Inserso.

Feliz año 2011,

RATO RARO

sábado, 18 de diciembre de 2010

Jaquecas Navideñas

No quiero cantar ningún villancico, tengo muy mala cara, estoy mucho más delgado, con canas y ajado, estoy como el novio de la Duquesa de Alba. Me duele muchísimo la cabeza, parezco Emmy Way House un día cualquiera al despertarse.

Por lo que pueda pasar y por si estas navidades ya no estoy con mis seres queridos, ayer me fui de compras y les hice a todos unos regalitos. ¡NUNCA PENSÉ QUE VOLVERÍA PEOR A CASA!

Gracias a mi gran empatía, se que os estáis todos preguntando: “¿Y esto a qué coño viene?”Pues amigos, Rato Raro puede que no este con vosotros estas navidades. ¡Las jaquecas me están matando!

Os voy a contar mí tarde de compras. Ayer a las 18:07 h quede para ir a un Centro Comercial con mi amiga Wynona, la pobre esta fatal desde que lo dejo con su novio. Quería animarla, qué saliera y se airease... ¡Vale!, me habéis pillado, ¡pero que relistos me habéis salido!, si... la única razón es que pensé que entre lo que yo compre y ella robe, tendremos regalos para todo el mundo.

A medida que fue avanzando la tarde, me iba encontrando peor, ¡Joder!... ¡Qué poco me gustan los centros comerciales!

Aún hoy me entran sudores fríos mientras estoy escribiendo este post. Recuerdo como las personas entraban por millares como una manada de Ñus por el Serengueti. Las señoras iban con los niños a pares en los carritos y como no entraban por las puertas, tenían que maniobrar dándoles golpes en la cabeza a los niños. En un descuido, mientras estaba fijándome en un escaparate de lencería femenina, la manada vino hacia a mi, seccionándome parcialmente el pie derecho un carrito asesino. ¡Mama creo que estas navidades no hace falta que me regales un par de zapatillas, con una sola me basta!

El centro comercial estaba lleno de malotes en chándal que entraban en el hipermercado a ver lo que podían mangar. Pronto se hicieron amigos de Wynona.  Tenías que estar atento para esquivarlos si pasabas cerca de alguna de las cajas del Carrefour. Con lo que no contaba, es que a uno de ellos mientras escapaba de un Prosegur, le saliese disparado un salchichón de Guijelo que impacto en uno de mis preciosos ojos verdecillos.

Cojeando y con la visión reducida al 50% me dirigí a una perfumería. Me aterrorizo lo que vi en la zona en las colonias. Señoras con mechas y bigote que se ponían colonia gratis. Había una que se echo un bote entero, vacio uno de ellos un tupperware y salió  corriendo. ¡Gasolina y un mechero es lo que tendrían que ponerse!

Después de aquello, me gire y veo a dos seguratas con mi amiga Wynona, con las manitas esposadas. Salí de allí avergonzado y con más jaquecas de las que había entrado.

¿Por qué tenemos que hacer las compras navideñas en navidad si siempre regalamos los mismo?, para comprar un perfume, una corbata, un wonderbra, un cinturón con un implante de goma para jugar con  tu pareja, unas esposas rosas y un marco para una de tus fotitos de primera comunión vestido de marinerito, vas dos meses antes y punto, así evitamos accidentes y momentos de tensión.

Amigos por este tipo de cosas odio las navidades. Con un poco de suerte otro salchichón hace que no las vea.

¡FELICES NAVIDADES Y FELIZ 2011 A TODOS!

Se despide vuestro postman favorito,

Rato Raro

PD: Si queréis ayudarme a pagar la fianza de Wynona, por favor enviar un mensajito al 5555 con la palabra cleptómana.



sábado, 4 de diciembre de 2010

Feliz aniversario

El día 8 de este mes, mi pequeño y cándido blog “Nosoyunmendrugo” cumple un añito. Después de todo este tiempo, ya puedo hacer balance y lo voy hacer como siempre, a mi manera, contándolo como me da la gana y transformando la realidad a mi puto antojo.

Eran las 18:00 pm de un 8 de diciembre de 2009, cuando un tímido y asustadizo Raro Raro empezaba a dar sus primeros pasitos, escribiendo su primer post. Recuerdo que estaba completamente acojonado, mis anteriores incursiones en el mundo pseudoliterario habían sido siempre un total fracaso.  Todo el mundo me criticaba. Incluso cuando era un dulce y tierno muchachito de preciosos ojos verdecillos, mi profesora de lengua me pegaba con el cinturón cuando recitaba alguno de mis absurdos poemillas. A mis amigos he tenido  que pagarles durante años para que leyesen algo de lo que había escrito. Desde que me puse mi primer pijama y me invente mi primer cuentecillo he sido victima de la ENVIDIA de todos los que me rodeaban.

Cuando escribí mi primer post, me encontré con la ira de otro poco afortunado “blogger”, al que por aquel entonces no leía ni Dios y al que ahora seguimos cuatro amiguetes. Recuerdo que no paraba de descalificarme, con un lenguaje muy soez y vulgar, hasta que un día saque mi lado más humano y le dije: “Venga va, me haré tu seguidor si dejas la envida a un lado, si no por favor vuelve por donde has venido”. Poco a poco nos hemos ido haciendo amigos, hasta un día me llego a decir: “Rato soy admirador tuyo, siento haber sido un patán y me alegro que gracias a ti mi blog ahora tenga un sentido”. A partir de ese momento, hemos compartido buenos momentos de tertulia acompañados siempre de alguna que otra cañita. De vez en cuando, se le da por decir que es mi padre (blogeristamente hablando) y a mi no se me ocurre mejor cosa que llamarle Darth Vader.

Con el tiempo Mendrugo me ha ido presentando a otros bloggers como razonesobvias. Este es el hombre más críptico que he conocido nunca. Él me ha enseñado a descifrar los misterios que se encuentran detrás de lavar un simple vaso, de poner una lavadora y del estado autonomías, bueno creo que este último todavía no lo tengo muy claro. Mi amigo Mendrugo siempre me dice que sus post parecen escritos por Chiguaca.

Más tarde me presento al Dr. Dioptrías, un tipo con cuello, delgado y con el pelo castaño que siempre lleva fulares de extraños colores. La semana pasada cenamos juntos y me propuso restregarme unos quesitos por mi cuerpo desnudo, mientras yo me comía una fresa con nata. Su actitud me hizo sospechar que quería algo más de mí que simple compañía, sobre todo cuando se contoneaba en su silla al ritmo de la canción “loca” de Shakira. No se por qué, desde que lo vi completamente desnudo, me recuerda cada día más a un Ewok.

Después de conocer a esta gente tan rara, pensaba que ya nada me podría sorprender, pero un buen día alguien se hizo seguidor de mi blog públicamente. Una persona que a diferencia de las tres anteriores no conocía de nada y que sin saber ni como ni por qué me regala en cada entrada uno de sus comentarios. Él me ha enseñado que se pueden hacer autenticas joyas de posts. Lo considero mi maestro, mi gurú, mi Obi Wan Kenobi. Gracias a él, en vez de tener 10 medidas para solucionar la crisis, tengo 10+1.


Seguí escribiendo  posts y a poco a poco fui perdiendo el miedo, inspirándome en cosas de la vida cotidiana como los fruitis, los accidentes domésticos, mis viajes, mis enfermedades y cualquier otro hecho que fuese susceptible de llevarlo al absurdo.

Un buen día, llegaron también a Nosoyunmendrugo, lectoras del sexo femenino, Xana y Diana, que me han enganchado con sus blogs tan especiales. Para mi son casi como mis hermanitas, mis dos princesas Leia.

Ya casi terminando el año, convencí bajo tortura y coacción a una amiga y su novio a que leyesen mi blog, a cambio de unas cervecitas. ¡Vaya!, creo que ha sido la vez que menos he ha costado que alguien lo lea. No se por qué me recordáis a RD2 y C3PO. Si Ruti estoy hablando de ti.

Quisiera despedirme dando las gracias a todos los que me habéis leído alguna vez, a los que me apoyasteis desde el principio y a los nuevos que se sois muchísimos.

Gracias por devolverme la ilusión de volver a escribir.

Hoy más que nunca os quiere,

Rato Skywalker

PD: No me olvido de ti Piolín, muchas gracias por entrar!!! Mi pequeño Jarjar

sábado, 27 de noviembre de 2010

Misterios de las relaciones de pareja

Normalmente cuando alguno de mis amigos se echa novia, estas acaban odiándome o acosándome por el mero hecho de que soy un partidazo, un autentico bragetazo y físicamente podríamos decir que soy un tipo muy guapo, alguien tremendamente apetecible, ¡mucho más que el pardillo de su novio! Todos estos factores han contribuido a que vaya perdiendo amigos a medida que estos se iban echando novieta. Incluso cuando estas los acaban dejando, siguen sin querer saber nada de mí, nuestra relación nunca vuelve a ser la de antes, cuando compartíamos risas, cervezas y nuestras miradas se iban juntas a las del algún culito cachondon.

Pero ayer cuando entre en mi loft, después de volver del trabajo sucedió algo inesperado, sonó mi móvil, lo cogí y veo que pone en la pantalla “Tono”. Hacia más de dos años que no sabía nada de él, justo desde que discutí con la listilla de su novia sobre algún tema absurdo que no alcanzo a recordar.

Descolgué el teléfono, oí unos sollozos, una voz entrecortada que me decía: “Lo he dejado... con mi novia... y necesito que vengas a mi casa..., necesito hablar”. No  me lo pensé ni un nanosegundo, por un amigo lo que haga falta y salí raudo y veloz, cogí mi triciclo y me dirigí hacia su pisito.

Cuando llegué a su casa, lo que vi era demoledor: mi amigo llorando en pijama, fotos rotas por el suelo, latas de cerveza, un porrito de “maria” mal apagado. Después de ver aquello, necesitaba tomar algo de aire, despejarme, reflexionar sobre cual era el mejor modo de ayudar a aquel pobre desgraciado.

Salí a su terraza y mirando hacia el infinito y más allá, me hice una serie de preguntas: “¿Por qué coño las parejas se rompen?, ¿Por qué cuando estamos haciendo el amor decimos tantas tonterías que en frío no las pensamos?, ¿Por qué mi amigo tiene un pijama tan feo?, ¿Por qué cuando las novias de mis amigos me ven en pijama solo piensan en poseerme?

Me puse a cavilar en los pequeños momentos que van marcando nuestras relaciones de pareja, como cuando tu chica te regala una foto con ese vestidito horroroso que llevaba en fin de año para que la pongas en el salón de your home. Luego a medida que avanza la relación te acaba regalando otra en la que esta en traje de baño, al lado de sus padres que tanto te odian, para que la pongas en la mesita de noche. Al final, cuando todo se va al carajo, acabas recortando las cabezas de sus fotos y las acabas poniendo de posavasos.

¿Por qué cuando empiezas a salir con tu chica, pones en tu móvil un corazoncito con su nombre y una canción de Nena Daconte, para que salgan cuando te llame?, ¡Vale soy así, un puto hortera!, ¿Y qué?, ¡panda de hipócritas seguro que vosotros hacéis cosas peores! Luego, cuando cortas con ella, pones en el teléfono en vez de su nombre las palabras: NO COGER, QUE LE DEN POR AHÍ, mientras suena una canción de Pimpinela.

Me pregunto todos los días antes de acostarme y después de haber rezado el “Jesusito de mi vida”, ¿qué ha sido del amor eterno que se profesaban Romeo y Julieta?, ¿Qué ha sido de los amantes de Teruel?, ¿de Pedro y Heidi?, ¿de  Epi y Blas? , ¿Dónde esta el amor verdadero?

¿Por qué la chica tan dulce y cariñosa que conociste acaba cambiando?, y mucho más importante aún ¿Por qué coño nos quieren cambiar?, ¿no se supone qué se han enamorado de nosotros por cómo somos?, ¿O sólo quieren disfrutar de nuestros cuerpos y moldear nuestro comportamiento a su antojo?, ¿Por qué sólo piensan en hacer cosas aburridas cuando apenas llevas un mes de relación?, ¿Por qué si te conoció en un pub todo borracho, a la semana no te deja salir por la noche con tus amigos y si lo hace sale contigo y te pide un acuarios?

Lo peor empieza cuando  te obligan a ver “Mujeres, hombre y viceversa, ¡estoy hasta la web de Emma García!, todo esto te acaba llevando a caer un maldita rutina en la que reírse está prohibido, ¡joder, reírse es bueno! Recuerdo que mi última novia, la única vez que parecía que se reía fue en el dentista, cuando este le abrió la boca para sacarle una muela.

¿Qué me decís del tema del sexo en pareja?, ¡mejor ni hablamos!, no se porque este tema me recuerda a la Duquesa de Alba y su último churri.

Después de hacerme todo este tipo de preguntas, me marche de casa de mi amigo, cabizbajo, sin haberle dirigido ni tan solo una palabra. Lo siento por él, ¡de verdad!, posiblemente sea un caso perdido, en estos casos es mejor no malgastar tu tiempo.

La moraleja que supuso para mí este período reflexivo, es que cada vez tengo más claro que como mejor se esta es soltero, sin pareja, echando un “caniuei” cuando la cosa se tercie y sin ningún tipo de fotografías en tu casa.

Os quiere,

Rato Raro

domingo, 21 de noviembre de 2010

Mis almas gemelas

Los que me seguís habitualmente o los que sois todavía mis amigos por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, sabréis que soy un hombre bueno, solitario, bohemio, incomprendido en la mayoría de las ocasiones y sobre todo muy sexy cuando me pongo uno de mis pijamitas, ¡vale!, cuando no lo llevo tan bien.  ¡Supongo que nadie es perfecto!

Ayer tenía uno de esos días en los que necesitaba encontrar mi verdadero “yo”, me pase horas atormentado pensando en cada uno de esos estereotipos en los que me encasilláis. Necesitaba ayuda y decidí llamar a mi amiga Chicako, experta en reiki,tantra,wok,sushi y sudukus. Yo cariñosamente la llamo “Zen” porque la verdad si la quitas de los temas transcendentales es un poco cenutria.

Zen me explico una cosa que me alegro y a la vez me preocupo, muchos pensaréis que esto me paso por ser gallego, no se por qué coño siempre os quedáis con los malditos estereotipos. Al grano, me dijo que todos tenemos ocho almas gemelas. Esto me hizo pensar que ocho personas como yo podemos incordiar mucho, imaginaros que coincidimos todos en una reunión, para empezar creo que sería necesario llamar a los cascos azules para evitar un conflicto de dimensiones internacionales. Poco después me puse a pensar en lo sólo que estoy en mi vida, estoy convencido de que mis 8 almas gemelas están en Islandia, Bélice, Sierra Leona, Nueva Zelanda, una todavía no ha nacido y todavía me faltan tres.

Después de esto decidí investigar un poco en la red y en la página 8, del número 88 de la revista Más Allá, leí lo siguiente: “las almas gemelas no tienen porque ser personas o humanoides (se que esto es cierto porque estamos hablando de una revista seria y rigurosa), pueden ser incluso animales, plantas (incluidos los tubérculos), piedras preciosas, hongos o incluso cosas.

Supongo que después de esto, os estaréis preguntando “¿Cómo se sabe qué o quién es tu alma gemela?”, pues muy sencillo, esto va a depender de una serie de factores no intercalables como el carácter, los gestos, el aspecto físico, los objetivos de la vida, la manera de dormir, los  sentimientos, el Karma y los pensamientos. Teniendo en cuenta esto y obviando el carácter, los gestos y objetivos que una zanahoria o champiñón puedan tener, ya se quienes son mis almas gemelas. Por mi carácter un cactus que tengo en mi habitación, por los gestos una estufa que tiene mi madre de gas butano en su casa, por el aspecto físico un alce de Madagascar que tiene mis cuernos y mi nariz, por los objetivos en la vida Nacho Vidal, por mi manera de dormir un champiñón en lata, por mis sentimientos una bolsa de peta zetas,  por mi Karma un bote de Ariel Sensaciones y por mis pensamientos el dulce y tierno Nemo.

En este post tan trascendental, voy a mandar un mensaje a mis almas gemelas, AVISO IMPORTANTE: NO VA DESTINADO NI PARA ANIMALES, PLANTAS NI DEMAS COSAS:

Si alguna mujer de buen ver piensa que es mi alma gemela que por favor me agregue a su Facebook para que pueda ver sus fotos y decidir si lo es o no.

Os quiere más que ayer pero menos que mañana vuestra alma gemela,

Rato Raro

sábado, 13 de noviembre de 2010

Tengo un pedo enquistado

Os imagino a todos vosotros, pegando vuestra naricilla (en tu caso Juan: la trompa) en la pantalla de vuestro ordenador, entrando en mi blog y  preguntándoos: ¿Qué coño le pasará a mi amado Rato que no ha escrito nada esta semana?, ¿Estará bien?, ¿se le habrá muerto el perro?, ¿se habrá olvidado de cómo llegar hasta su casa?

Pues bien amigos, tengo que deciros que estoy muy enfermo. Me cuesta confesarlo. Tengo una anomalía nueva en mi físico, necesito desahogarme, así que os la diré: TENGO GASES.

Amigos y lectores, el pasado fin de semana me empezó a dar un dolor muy fuerte en el lado derecho, a la altura de las costillas. Yo como soy hipocondriaco fui al médico, me hizo todo tipo de pruebas, ecografía abdominal, resonancias radioactivas en el vientre, exploraciones interanales... Sé que no es bueno hacerse este tipo de pruebas ni abusar de las mismas, pero yo ya llevo unas 15 este año.

Hoy cuando fui a recoger los resultados le dije al médico muy nervioso: “¿Qué tal?, ¿Cómo tengo los riñones, el páncreas, el hígado, el corazón, el estómago, el intestino grueso y delgado, la vesícula?, ¿Cómo está todo esto doctor?”. Le confesé que era bebedor y que sospechaba que podía tener algún tipo de problema de hígado que afectase a todos mis órganos vitales. El médico me dijo mirándome fijamente a los ojos (¿sería gay?, en el momento no me paré a pensar en ello, estaba preocupado por mi dolencia): “Rato, tienes gases, aires, te lo voy a decir un poquito en plan médico que es más complicado que lo entiendas. Rato tienes un pedo enquistado”.

Casi llorando y con la voz entrecortada le pregunté:

- ¿Doctor qué me está usted diciendo?. 


- Tienes un pedo enquistado, me repitió. Fue tan tajante que no me quedo más remedio que asumirlo.

Él me autorizó públicamente a que yo me tire pedos libremente. ¡Joder!, estoy preocupado, ¿os ha pasado alguno de vosotros esto?

Tengo gases, quiero suponer que es un problema cotidiano y mundano, mi madre me dijo una vez que el Rey también se tiraba pedos. Ahora que lo pienso, recuerdo una vez que su Majestad participaba en una regata, el mar estaba en calma, hasta que de repente hubo marejada detrás de la vela que sostenía el monarca. Creo que sin  quererlo Juanqui se echó un Real pedo.

Os voy a contar una cosa que me sucedió esta noche, estaba en un pub y aprovechando el follón de la música, me tiré un pedo, sabía que era el momento porque no se iba a enterar ni dios. Lo malo, es que me tiré un pedo tan tremendo que se me han roto dos costillas.

Cuando me preparaba para irme a la cama seguía sin sentirme bien, tenía un dolor insoportable. Me tiré un gas y cuando me levanté el edredón estaba hecho jirones. Lo peor es que era una funda nórdica que me había regalado mi madre, ahora que llegaba el frío.

Supongo que algún desalmado estará pensando mientras lee esto que estoy siendo uno de los principales responsables de la destrucción de la capa de la ozono. Pues no, ¡listillos! que sepáis que fue la laca de Margaret Thatcher la que se la cargo hace años.

Lo único bueno de todo esto es que si me tiro un pedo delante de mi jefe y este me dice:”¡De que vas!”, yo le podré contestar: “Perdona pero el médico me lo ha aconsejado”. Si amigos, antes es la salud que el trabajo.

Animo a todos mis lectores y amigos que como yo estén sufriendo este problema. Escribirme  si sabéis algún remedio para los pedos o para facilitar la salida del gas por el recto. Os recuerdo mi dirección de correo electrónico: nosoyunmendrugo@gmail.com

Un abrazo,

Rato Raro

sábado, 30 de octubre de 2010

Segunda parte: Momentos de mi infancia que marcaron mi vida

Como ya he comentado en mi post anterior, mi madre me hacía comer unos enormes bocadillos de nocilla y mantequilla que me llevaban horas o incluso días terminarlos. Como no podía salir a jugar con mis amiguitos hasta que lo terminará, ¡Oh ingenuo de mí! encendía nuestra tele en blanco y negro y ponía los dibujos o algún programa infantil. Nunca pensé que podrían llegar a cambiar mi vida, mi existencia, mi destino...

Supongo que os acordáis de Heidi. Pues bien amigos, esta en principio inofensiva serie,  marco mi conducta con el sexo femenino. Sinceramente, no creo que sea normal que un niño de 6 años  pueda ver unos dibujos en los que una niña pone caliente a su amiguito Pedro durante más de 300 capítulos sin acabar nunca en el pajar. Pensando en ello, recuerdo como en un capítulo desaparecieron con su perro Niebla y un bote mermelada, ¡vaya! no se por qué ha venido esto a la cabeza ahora. Pues bien, todo este tipo de tensión sexual no resuelta, acabo por afectarme, minando mi seguridad, mi autoestima...ahora nunca se en que capítulo puedo llevar a una chica al “pajar”, y esto claro esta, hace que mi actividad sexual este muy por debajo de la media.

Si con lo de Heidi no me bastaba, me tragaba también Marco. Si, ese capullo, que aunque su madre pasará de él, la seguía como un mono, perdón con un mono. Es duro, cuando eres pequeño, ver como una madre no quiere ver ni en pintura a su hijo y menos si este lleva consigo a todas partes un mono gilipuertas. Esto me afecto, yo diría incluso que me trastorno, perdiendo por completo la seguridad sobre el cariño que me profesa mi madre. Lo único que me hace ganar, cada día, confianza es que yo no tengo un mono, sino una perrita que no es gilipuertas como Amedio.

Por último, como no, Barrio Sesamo. Ahora, ¡listillos!, pensareis que os voy a contar como me traumatizaba que Espinete se paseará desnudo por el barrio sin que a nadie pareciera importarle, o la alegría de Chema cuando aparecía impregnado de un extraño polvo blanco, o de la mirada perdida de Caponata fruto del consumo de..., o de la presunta relación homosexual de Epi y Blas. Hablando de esto, no si recordáis una escena en la que Epi le pide Blas que le pase el jabón (¿o aceite?) mientras está en la ducha. 


Pues no amigos, no me afectado nada de esto, y no por falta de gravedad de los contenidos sino por falta de espabilación. De hecho, no me he enterado de todo esto hasta que cumplí los 18 y pude comprarme el “Jueves”, el cual me abrió los ojos sobre el obsceno mundo de la programación infantil. Amigos, lo que de verdad me marco, fue el “inofensivo” Coco, ¡nunca!, hasta tan siquiera hoy, soy capaz de discernir  la diferencia entre “aquí” y “allí”. Lo recuerdo caminando de un sitio para otro diciendo que lo antes  era aquí ahora es allí y viceversa, sinceramente me hago la picha un lio. Por eso, creo que me desoriento tan fácil, de hecho no soy capaz de llegar solo a la panadería de mi barrio sin la ayuda de un tomtom.

Con razón he salido así, los que me conocéis personalmente tendréis que aceptarme tal y como soy,  porque yo no tengo la culpa de parecerme a Super Coco.

Un abrazo,

Rato Raro  

sábado, 23 de octubre de 2010

Momentos de mi infancia que marcaron mi vida

Mi infancia esta llena de buenos y malos momentos que fueron forjando mi carácter. El primer recuerdo que me viene a la mente, es de cuando mi madre quiso adiestrarme en el difícil arte de no hacerse las necesidades encima. Me ponía encima de una bacenilla que tenía pintado al pato Donald y no me dejaba levantar hasta que hacía “pipi” y “popo”. Como esto no era siempre un proceso inmediato, me arrastraba con la bacenilla por toda la casa, detrás de mi madre, llorando y diciendo que no quería hacer popo. Mi madre, impasible, hacía caso omiso a mis quejas y me dejaba allí, aunque fueran horas o días, hasta que finalmente evacuaba. Os juro que nunca me he vuelto hacer nada encima, ni tan siquiera con diarrea, me da pavor que me vuelva a sentar encima de esa bacenilla, ¡Me cago de miedo pensando en el pato Donald!

Cuando crecí y ya iba a la “Guarde”, mi madre me compro mi primer uniforme, la verdad es que me quedaba muy bien, todas las niñas se quedaban extasiadas mirándome. Pero, odiaba cuando mi madre en invierno, para que no pasase frío, me ponía en lugar de calcetines unos leotardillos. Supongo que la mujer no quería que tuviese frío en los huevecillos. Cada vez que me quitaba los pantalones me sentía como Heidi. ¡Si me llega a ver Michael Jackson me llevaba a Neteherland! Creo que eso fue lo que hizo que perdiese toda mi confianza con las mujeres. A veces me despierto sudando porque he tenido un sueño en el que estoy con una tremenda jamona en actitud cariñosa, cuando ella se dice bajarme los pantalones, se encuentra con unos leotarditos lilillas y empieza a reírse de mí sin parar. ¡Dios, es horrible!

Mi madre siempre nos bañaba juntos a mi hermana y a mí cuando éramos pequeños, al principio no había problema pero claro los años pasaban y nos seguía bañando juntos para ahorrar agua. Al final mi hermana me metía la rodilla en la boca y yo a ella el pie. Lo peor, es que a mi hermana la sacaba de la bañera primero y yo me quedada heladito esperando en la bañera, con los huevecillos duritos porque el agua se había enfriado. Ahora siempre que estoy en la ducha, cierro el cuarto de baño a cal y canto y pongo el agua próxima a su punto de ebullición.

Aún se me caen las lágrimas cuando recuerdo cuando mi padre me regalo mi primera mascota. Era un pececillo de color naranja, al que bautice con el nombre de “Puzzy”. Os juro que no sabía que aún pez si le echas comida, come hasta que revienta. No traía libro de instrucciones y yo como no quería que pasase hambre, le estuve echando de comer durante horas, hasta que su pobre estómago no aguanto más y acabo reventando. Nunca lo he superado, ¡Esta es la razón amigos de que nunca os invite a comer!

Desde que  me compro yo mi propia ropa, no volví ponerme nunca más un jersey de cuello cisne. Recuerdo cuando mi madre me los quitaba por la noche, la mujer estaba fuerte y tiraba con tanta ansia que terminaba por arrancarme las orejas. Luego tenía que grapármelas otra vez a la cara y siempre me dejaba una oreja más alta que la otra.

Mi madre siempre me peinaba con colonia barata, no recuerdo la marca, se que era a granel y que venía en un bote marrón. Tenía la propiedad de que durante horas te picaba el cabello y yo claro me rascaba, pero lo hacía con tanta ansia que me caían unos tremendos mechones de pelo. Creo que fui el primer niño de mi cole que empezó a llevar peluca con diez años. Recuerdo cuando mi padre venía a verme jugar al fútbol y me llamaba burro cuando tenía que rematar de cabeza y no lo hacía, por miedo a que se me cayese la peluca.

Uno de esos momentos inolvidables, es cuando te llega la pubertad y cada vez que te descalzas, tus pies emanan un olor muy similar al de una bomba fétida. Mi habitación, lugar donde depositaba mis tenis, olía a cuadra, era asqueroso, entrar allí era como estar en al lado de un basurero. Supongo esa es la razón porque la que no soporto el queso.

¿Os acordáis de aquellos bocatas de nocilla y de mantequilla que nos hacían comer nuestras madres?, los míos eran de una barra entera. Mi madre me decía que no podía salir  a jugar hasta que lo terminase, tardaba horas en comérmelo y claro se hacía de noche y ya no podía salir a jugar con mis amiguitos. Creo que esto me ha agriado el carácter.

¿De dónde creéis que  me ha salido este carácter amargado, irascible y arisco? Por favor, ahora soy yo quién necesita vuestros consejillos.

Un abrazo,

Rato Raro


sábado, 16 de octubre de 2010

Surreal

Me encontraba ya enfundado en mi pijamita (cada día me gusta más) mirándome al espejo antes de ir a la cama (que culito). Dormir es algo que me gusta y que no hago tanto como me gustaría, pero tenía tiempo y decidí echarme una siesta de pijama y orinal.

Me iba quedando dormido cuando de pronto en la habitación entra un fulano con ojos de loco y un bigote finito, finito, ¡Surrealismo! Gritaba el hombre, que también llevaba un extraño gorro rojo, parecido al de los pitufos. ¡Surrealissssssmo! Volvió a gritar mientras yo intentaba salir de la cama para echar a aquel tipo raro que no me dejaba dormir mi planificada siesta. “Tápese caballero, no haga que me ponga cariñoso” me dijo. Decidí hacerle caso (no me apetecía que aquel señor mayor se pusiera cariñoso) y me puse unos pantalones de payaso y una camiseta a rayas (¡que estilismo!).

El hombre del bigote me saco a la calle, aún de tarde. No me dirigió la palabra, pero yo entendía que debía seguirle. Al cabo de diez minutos aparecimos en un jardín de mi barrio al que llevaba a mi perrita. ¡Surrealissssssmo! “No sé a que te refieres con esa palabra” “Ya lo sé, por eso he aparecido querido Rato, soy el fantasma de las vacaciones pasadas y vengo a hablarte de que significa ¡surrealisssssmo!” Se abrazó a un peral en flor y comenzó a ¿recitar?“En toda mentira hay siempre un fondo, más o menos amargo, de verdad”, “Esos otros mundos están en el nuestro”, “El que quiere interesar a los demás debe provocarlos”, “La única diferencia entre yo y un loco, es que yo no estoy loco”. Aquel hombre empezaba a darme miedo con todas aquellas frases sin sentido, pero en un momento dado todo cambió “Los errores tienen casi siempre un carácter sagrado. Nunca intentéis corregirlos. Al contrario: lo que procede es racionalizarlos, compenetrarse con aquellos integralmente. Después, os será posible subliminarlos”. Y el hombre desapareció, al tiempo que notaba la lengua húmeda de mi perrita en mi naricilla. Tras apartarla de malos modos decidí que todo aquello había sido un sueño. Corrí raudo a la enciclopedia y busqué surrealismo. Allí estaba la foto de ese hombre. MALDITA SEA, ERA YO, ERA YO.

A partir de este particular he decidido dejar de ver películas en las que se entremezclen sueños y realidad. Y, quizás, de ponerme este pijamita, empiezo a pensar que me arrastra a todo tipo de problemas.


Una colaboración especial de Soyunmendrugo.

PD: Mi blog agradece cualquier otro tipo de colaboración de amigos o lectores


sábado, 21 de agosto de 2010

Mi pequeño trauma veraniego


Amigos os iba a contar mis peripecias por la capital de  Europa pero creo que debo dejarme de absurdas frivolidades. Ya hay algo que nos une para siempre, sois como parte de mi familia. Así que, os merecéis que os desvele alguna de mis más secretas intimidades.

Ahora que ya hemos pasado un buen trecho de este verano y ya nos duele a todos un poquito el culete de estar en la playa, tengo que confesaros mi mayor tormento en el verano: ¡LAS VERBENAS!

Es imposible verme en ningún punto del Reino de España por culpa de un trauma que tengo de cuando era muy pequeñito, ¡veo un escenario y lloro!, oigo a Jordi Dann (el hombre de la peluca negra muñida) o a King África (el primo congito de Falete) y devuelvo. ¡Las discos móviles me dan PAVOR!

Por todo esto, os voy a contar a todos los que leéis mi blog, el por qué de ese trauma de mi infancia.

Era agosto de 1981, Rato Raro era un dulce niñito precioso con pelo ricito y ojos verdecitos. Todavía no martirizaba el cerebro de nadie con mis absurdas reflexiones.

Recuerdo, como yo Rato Raro iba paseando del brazo de Doña  Carmen, mi Santa Madre, por Portosin, un pueblecito pesquero de Galicia donde veraneábamos. Eran las tres de la tarde, hacía unos setenta grados a la sombra y unos señores estaban montando un escenario con banderas. A las doce y media de la noche, actuaba la orquesta “Mar Azul” (alguno de vosotros se que la recordareis) pero inexplicablemente a las tres de la tarde ya había jubilados en la primera fila, vestidos de negro, a setenta grados a la sombra, con un bocadillo en la mano, mirando a los trabajadores. Faltaban tan solo nueve horas para el concierto de la orquesta “Mar Azul". Luego, empezaron a montar las barras móviles y las chicas del pueblo empezaron a ponerse más horteras que nunca, unas porque iban a trabajar de camareras y otras porque querían ligarse al “Javi” el cantante de la orquesta.

Cuando llegaba la noche, empezaba el despiporre, aún recuerdo con cierto asco, el momento de cuando alguien iba a la barra a pedirse un cubata y le abrían una botella de Jimmy Cola de 15 litros, se lo ponían en un vaso de tubo de plástico, mientras la chica hortera cogía los hielos con la mano.

Las abuelas de la primera fila llevaban cinco horas dormidas, menos una que se había muerto de insolación a las cuatro y cinco de la tarde. Llegaba el momento más esperado de la noche, salía el escenario la orquesta “Mar Azul”, el más joven era el “Javi” tenía sesenta y dos años. Todos llevaban una permanente horrorosa con mechas y un smoking bien entalladito. Todavía no habían empezado a actuar y la gente ya estaba gritando: ¡Otra, otra, otra, otra, otra! Ellos se sonreirían, se miraban y decían: “¡ei, ei, probando, probando, wou, hola, si, si, wou!".

Cuando después de tres horas de horrorosas canciones, acababa el concierto de la orquesta “Mar Azul”, empezaba la disco móvil con DJ Pepote, que era el hijo del dueño de la ferretería del pueblo. Era el más moderno porque llevaba un pendiente y  eso le otorgaba la autoridad de seleccionar la música.

Recuerdo como todo el mundo bailaba, los niños corrían con un cigarro en la boca porque ese día se podía fumar, era la fiesta del pueblo. Los más rebeldes del pueblo ponían a Tino Casal a todo volumen en un “loro” de los de antes, mientras estaban en sus motos bebiendo calimocho.

Por esto y por el señor José Luis Rodríguez Zapatero, ¡me voy de este país! ¡No aguanto más! Por eso voy a vender todas mis propiedades en la Marbella de Galicia (Vigo): vendo mi casita en la playa y la que tengo situada en el monte Galiñeiro. Vendo todo, incluso aquello que más amo como  Floppy (mi choche). No puedo seguir en un país en el que hay toros y verbenas de pueblo.

Se despide de todos vosotros, el líder espiritual de Nosoyunmendrugo,

Señor Rato Raro

viernes, 13 de agosto de 2010

Un Rato en Madeira (Segunda parte)

Me ha entrado la nostalgia y he pensado que para escribir este post, lo mejor era hacerlo como cuando íbamos al colegio y el profe nos hacía hacer una redacción sobre nuestras vacaciones de verano. Así que voy a compartir mis vacaciones con todos vosotros:

Viernes 31 de julio, me dan las vacaciones en mi trabajo, me voy hacer la maleta.

Miércoles 4 de agosto, acabo de hacer la maleta. Me encuentro muy nervioso y no puedo dormir, tengo miedo que al viajar solo alguien pueda aprovecharse de mí.

Jueves 5 de agosto, me despierto a las 04:30 de la madrugada, me ducho, desayuno y cojo el coche para ir al aeropuerto de Oporto.

Llego al parking del aeropuerto a las 06:00 horas portuguesas, el avión sale a las 09:00 horas, me aburro... Embarco a las 08:30 horas, en el avión conozco a una señora y pasan cosas muy raras...

A las 11:00 llego a Funchal, allí me espera una mujer que me lleva en taxi hasta el puerto, cojo un barco con destino Porto Santo. Como me da miedo marearme me tomo unas 10 cervezas y me quedo dormido en la cubierta todo el trayecto. Me despierto a las 9 horas, cuando el barco regresa para Funchal, estoy achicharrado y deshidratado, ninguna de las personas que había en el barco me aviso de que me estaba quemando vivo.

A las 21:00 horas, vuelvo al hotel. Me paso 3 días tumbado en cama poniéndome corticoides y cortisona. No me puedo taparme ni con la sabana.

A los cuatro días, ya puedo andar, salgo del hotel con un burka para que no me de el sol. Por la noche decido salir a tomarme una copita, me acerco a un grupo de chicas, me miran y salen corriendo gritando, ¡Oh, Dios Mío!, ¡El hombre ampolla!, ¡Se le cae la piel a cachos!, ¡Qué asco!..

Al día siguiente, me vuelvo a Vigo y paso un par de días con mi familia. Me voy a una fiesta a un pueblo cercano, toca la orquesta de Paris de Noia, hay mucha gente bailando. Después de tomarme unas  copas, intento ligar, no me he comido una rosca en todo el verano. Me acerco a un grupo de chicas y les digo “¡Hola guapas!, me miran, se miran entre ellas y salen gritando: “¡Dios, el de Madeira!, ¡es el hombre ampolla!, ¡qué asco!, ¡este engendro esta en todos los sitios!”.

Hoy viernes 13 de agosto, estoy preparando mi maleta para marcharme mañana 4 días a Bélgica, tengo miedo de lo que pueda pasar, no se si quedarme encerrado en el hotel sin salir hasta que el taxi me lleve de regreso al aeropuerto.

Parece que no haya pasado el verano, ¡Qué asco!, ¡vaya mierda de vida!, sigo sin comerme un rosco y no tengo dinero. Pero a pesar de todo estoy feliz, el próximo jueves volveré a ver a mis amiguitos del trabajo. Se que alguno me echa de menos de un modo especial, sino no me habría hecho vudú todo este tiempo.

Os quiere más que nunca,

RATO