viernes, 2 de abril de 2010

FRUITISPARANOIA 2 "Senenote a la caza de los Fruitis"

Seguí la pista de un plátano con mochila llamado Mochilo, de un cactus llamado Pincho y de una piña con acento andaluz llamada Gazpacho. ¡Joder, es el caso más raro que me han encargado nunca!

Siempre he pensado que los guionistas que realizan este tipo de series, suelen reunirse en una habitación, pinchan discos de Bob Marley, y vaya, se dedican a llenar el aire con efluvios resinosos. Los Fruitis al igual que los Trotamúsicos y otras series de las que ya no recuerdo su nombre, fueron consecuencia de la decisión de dejar de trabajar con los malditos nipones ¡Joder! Eso nos obligo a animar muñequitos al estilo cañí. ¡Y vaya!, los guionistas debían estar ciertamente animados, ¡ahora entiendo lo del doping! Creo que así fue como crearon esos bizarros personajes, a las que unieron una especie de Miniyo de Mariah Carey, convirtiendo cada capítulo en aventuras de botijeras y otras sandeces. Sino recuerdo mal, unos años después, ese gran objeto llamado mochila, de la que eximo de toda culpa, volvió a ocupar un lugar de honor gracias a RadioactivoMan y un cierto personaje español pasado de vueltas.

Por cierto, he olvidado presentarme, mi nombre es Senenote y tengo mi licencia desde hace bastante tiempo. Soy un tipo solitario, no estoy casado, a pesar de estar entrando en una edad madura. No soy rico, os puedo asegurar que no se gana mucho investigando este tipo de casos. He estado en la cárcel más de una vez y ¡no! ¡Joder!, no me ocupo nunca de divorcios. Me gusta la bebida, especialmente el licor café, las mujeres, no  hago ascos a ninguna siempre y cuando me hagan caso. También me gusta el ajedrez y otras cosas que me guardo para mí.  Si alguna vez llegan a dejarme frito en una oscura callejuela, como puede pasarle a cualquiera en mi trabajo, nadie, ni humano ni gatuno, sentirá que he desaparecido el fundamento de su vida. Resido en Vigo, en un barrio en el extrarradio que casi nadie conoce y por último añadir que jamás llevo un arma encima, bueno salvo que sea estrictamente necesario y si algún gilipollas me vuelve a preguntar mi nombre, solo repetiré una vez más que me llamo Senenote.

Tenía que conocer a quien me enfrentaba, así que busque en las mejores hemerotecas de dibujos calis, información sobre todos los sospechosos, de la que saque las siguientes conclusiones:

Kumba (el Miniyo de Mariah Carey) es una niña samai a la que Mochilo, Pincho y Gazpacho salvaron del ataque de dos fieros tigres. Por lo que averigüe Kumba ayuda a los jodidos Fruitis a encontrar un nuevo hogar gracias a su conocimiento del bosque, tras lo cual se instalo en su aldea como si fuera una fruta más.

Mochilo: no es más que un plátano “chapillas”, de origen canario, como diría Arguiñano “de los que tienen motitas”, que lleva una mochila a sus espaldas, de la que siempre saca todo lo necesario para salir de los más disparatados apuros, ya sean cuerdas, balsas o tiendas de campaña, lo que vulgarmente se dice “un plátano con recursos”. Parece ser el más serio e inteligente del grupo y siempre se las ingenia para ayudar a sus compañeros, ya que a diferencia de ellos, él usa el razonamiento lógico.

Gazpacho: Es una carismática piña andaluza, al estilo de Nicolás Sarkozy, que se define a sí mimo como un “sabio”, trabajo para el cuál tiene que quedarse pensando (o durmiendo) en vez de usar las neuronas. Unos amigos suyos me han dicho que le gusta hacer gala de su gran refranero español y de toda clase de frases ingeniosas. Por lo que se, suele equivocarse con frecuencia en sus comentarios y decisiones y hace oídos sordos a las correcciones de sus amigos, especialmente a las de Mochilo.

Pincho: No es más que un jodido cactus inocente  y despistado, cualidades que predisponen a sus compañeros a pincharse con él, sobretodo Gazpacho. Es un tío sencillo y le gusta mucho jugar y divertirse. Creo que llego al bosque porque se perdió en el desierto. Tendré que tener en cuenta que sus pinchos suelen ser una defensa eficaz frente a la mayoría de enemigos a los que se enfrenta.  

Pero no se acaba aquí el sospechoso grupo de jodidos terroristas, también se encuentran entre ellos:

Fresón: el alcalde de la comunidad, últimamente imputado en varios casos de corrupción urbanística.  Se que ha acudido a Kumba, Gazpacho, Mochilo y  Pincho, para destruir las pruebas que lo incriminaban y que podían llevarlo irremediablemente a la cárcel.

Alcachofo: parece que sus padres no fueron muy ocurrentes a la hora de poner el nombre, ya que no es más que una alcachofa, al que se liga últimamente con los piratas somalís. Tiene un parche en el ojo, un garfio en sus manos y la única pata que tiene es de madera. En el pasado tuvo problemas con el resto, pero ahora son todos amiguitos.

Monus: otro que no tenía unos padres muy originales, no es más que un mono científico que realiza crueles experimentos con los animales. Cuenta con un esbirro llamado Gorilón, y no es una golondrina, sino un gorila, quién coño lo iba a imaginar, parece un poco torpe. Todo indica que ahora es el líder del supuesto grupo terrorista.

Por último está Escarolo, del que no he encontrado ninguna pista, lo único que sé, es que lleva una escarola en la cabeza.

Después de hablar con el productor, los guionistas y dibujantes que trabajaron en la serie, conozco sus bases ideológicas. Pretenden denunciar la actitud “antichauvinista” del consumidor español. Se quejan de que valoramos más los personajes extranjeros como Son Goku o Sin Chan que los patrios, les jode que digamos que todo lo que se produce fuera es mejor, porque lo que se hace en nuestro país es basura. Se han cansado de oír de los niños ¿Qué mierda es esto?, ¡qué vuelvan poner el Correcaminos!.

Tanto Gazpacho, como Mochilo y Pincho, no trabajaron mucha tras esta serie. Los guionistas decían que no tenían variedad de registro, que las frutas ya no se llevaban y menos siendo monodimensionales.

Hace menos de una semana que han tenido su última aparición pública, en Bélice, para presentar el Blue ray de la serie completa. En la rueda de prensa que dieron, Mochilo reconoció que el único trabajo que encontró después de la serie fue de modelo de bodegones en una escuela de arte, de la que lo despidieron por moverse mucho. Se les notaba resentidos, con las críticas por su escasa variedad de registro. La cosa empezó a caldearse cuando un periodista les espeto a la cara de que la serie estaba llena de incoherencias, como el de llamarle a una piña Gazpacho. Creo el periodista tenía una columna en un periódico nacional como critico gastronómico  y lo que de verdad le jodia es que jamás había visto un gazpacho con piña. Era un fundamentalista del gazpacho, este sólo podía ser andaluz, y no entendía como una piña podía ser andaluza, supongo que lo respetaría si fuese una col de bruselas o una fresa.

Eso animo al resto de los periodistas a increpar a Gazpacho y eso que era el único que había tenido una carrera artística fuera de esta serie, había grabado un disco con Chimo Bayo. Disco que murió sepultado en lo más hondo de las listas de éxitos. Chimo se defiende que cambiar bombas por piñas muchas veces no es muy fácil de examinar.

Todo indica que no lo han podido superar, creo que gracias a la ayuda del Doctor Monus han conseguido programar nuestros cerebros para quemar nuestras neuronas después de más veinte años de su estreno en España.

No quieren dejar ni a un solo niño de aquella época vivo, están heridos por menospreciar el producto patrio. Quería evitarlo a toda costa, estuve hablando cientos de horas con ellos para tratar de convencerlos, de que se equivocaban, los adultos de hoy en día idealizan la bazofia de su infancia. Después de hacer de que cambiaran de opinión, acabe haciendo su manager, convirtiendo su Blue Ray en un éxito de ventas, devolviéndoles la gloria que le había sido robada. Sólo tengo una pequeña espina, intente sacar a Kumba de la prostitución, no he sido capaz, pero nadie es perfecto.

jueves, 1 de abril de 2010

¿Por qué demonios escribo este blog?

Esta pregunta no paro de repetírmela. En qué momento comenzó esta absurda dependencia. Esta medicina que me ha ayudado a resistir mis más profundos abismos emocionales. En qué instante decidí luchar contra las pocas neuronas que me quedan. En qué segundo me quede en cueros para que poder ser criticado por lo que siento y no por lo que digo.

Creo que la verdad es que escribo porque me encanta divagar y conocer hasta que punto lo absurdo puede apoderarse de mi mente. Sinceramente no se si sería un buen guionista de los Fruitis pero adoro escribir sobre las cosas más dispares. Escribo porque simplemente no se dibujar. Me gusta pintar las historias que recorren mi masa gris de distintas maneras. Cojo el pincel para desahogar mi ansiedad, como diría un amigo  por “autoayuda”. Hago mis retratos para que las palabras fluyan tal y como me salen, sin buscar la palabra adecuada, sin corregir su redacción, porque he perdido la goma de borrar.

Escribo por que no me importa perder, a pesar de lo que piensen algunos de los que me conocen. Escribo para desahogar todas mis frustraciones, para poder materializar mis incoherentes teorías por las que a lo largo de mi vida fui tan duramente criticado. Escribo porque en el fondo quiero demostrar que en todo lo que digo tengo mi parte de razón.
Escribo porque muchas veces me siento muy solo. Porque quiero compartir mis tristes sensaciones en medio de este aislamiento. Para poder seguir haciendo catarsis de toda la desesperación que recorre mi cuerpo. Para gritar al espacio que estoy aquí aunque nadie me oiga. Escribo para aprender a sentirme acompañado. Para saber que es eso de la fe. Para recibir un comentario que diga que entiende o comparte algo de lo que escribo.
Escribo para demostrarle a todo el mundo, que yo también se lo que es odiar, querer, obsesionarse, aburrirse, angustiarse, detestarse, no perder la esperanza, enamorarse, ilusionarse…Escribo porque no me importa que la gente sepa que sufro un desorden mental transitorio.
Escribo para poder criticar a toda esa gran cantidad de hipócritas y resentidos que me rodean. Escribo porque soy adicto a la provocación, para desenmascarar a los que nos engañan con sus falsas apariencias. Escribo porque no me importan que me insulten y me aborrezcan, la costumbre es el mejor antídoto. Quiero demostrar que no soy como ellos, sino un tipo normal que no tiene mal fondo. Escribo hasta que me dejen escribir.
Pero sobre todo, escribo porque mi alterego me lo pide. Se que se apodera de mi, que revisa cada una de mis palabras, si tú que me acompañas en cada una de mis tristezas y alegrías. Se que esta riendo mientras escribo este post. Lo sé. Escribo porque solo él sabe mi verdad, aunque no entienda mis contradicciones. Escribo porque durante un Rato me olvido de mi cuando termino cada post. Escribo porque creo que todavía queda algo en mí de soñador.
Escribo en este aburrido blog, que tanto detesto y amo, porque me sale de la web. Porque todo lo que escribo me olvido de censurarlo. Escribo para perdonarme y olvidar cada uno de mis errores. Para lavar mi conciencia y desnudar mis emociones. Escribo, finalmente porque realmente no soy yo quién escribe

viernes, 26 de marzo de 2010

Xuventude Zila

Ainda soa nos meus oidos
o acoar da adolescencia,
e a miña xuventude xa está desahuciada,
victima dos inmortais coitelos da hipocresia.


E mentres o meu xuvenil espiritu,
loita cos dores da morte,
eu sorrio, sempre sorrindo.


Dende nenos estamos condenados
a respirar o venenoso bafo,
das almas podridas,
sen coidar que atrás veñen fillos e netos
e nos vamos cubrindonos de anos.


Unha e outra vez vin as fermosas ideas
serven de xantar os raposos,
mentres a inxusticia, traición, ignorancia
e demáis incestos da actual sociedade
brilaban nos altos cumes.


¡Eu sen querer ser hipócrita!
Eu debía chorar e non podo
porque nunca souben
pero sei sorrir, e sorrio;
por iso en canto outro choraría
sorrio, sempre sorrio...


Deixademe reir e non me tomedes por tolo, 
que o sorrir dorme as miñas magoas,
e fai que as bagoas se convirtan en carcaxadas.


Qué tristura ver a xuventude
dormir nas delicias de Capua,
sen coidar en desenvainar a espada da xusticia
e loitar hasta ver  coronada a Minerva
no trono no que lle usurpou Mercurio.


A miña xuventude esta nas derradeiras bocanadas
morta ela podería ser dos vosos,
en tanto dedicareime a sorrir


PD: No se por qué se me ha dado por escribir estos absurdos poemas, ¡tranquilos ya se me pasara!

martes, 23 de marzo de 2010

La libertad

La libertad ha dejado de ser para mi algo abstracto, no es más que poder sentarme solo en mi sillón después de trabajar.

sábado, 20 de marzo de 2010

Os ollos de Kelma por Nis

Hen e Mong están pálidos e calados,
eles sempre tan gargallans
hoxe parecen dous fantasmas
¿Qué lles faría a Kelma?
ese pelireo con entrañas de brurca,
meigo sorrir, e con ollos de ...

Ollos que para min son un misterio
Cando eu dixen
¡Ai Kelma! ¡Ai pelireo!
me dixeron que non digas parvadas Nis
¡Parvadas!

¡toliños si me fixerades caso!
¿Qué lles faría onte a Kelma
para estar tan maguados?

¿Farianlle mal os seus ollos?
¡Os ollos de Kelma! ¿Qué terán os seus ollos?
¿Son ollos de deusa, ou de meiga?
eu non o sei,
pero fuxir dos ollos de Kelma...

Kelma é unha meura, un pelireo,
¿Agora os seus ollos?...

Si esta leda
brilan como luceiros de fada,
si esta de xenio
son faros como de gata rabiosa,
sempre que te ollan
teñen algo que te fan tremer.

Non digas parvadas Nis -dixeronme-
eterna resposta da xuventude
para que os bos consellos, sempre son parvadas.

Eles somentes viron unha arreia,
e as miñas verbas eran parvadas
e en  Lorico non coñecian a Kelma.

Agora están palidos e calados,
¿eran parvadas?
¡Pobres rapaces! A xuventude e tola,
e eles son xente de troula...

Ai! e so veran unha arreia
e agora...
Queria Deus non esten brureados

miércoles, 10 de marzo de 2010

El tiempo

Sigo el paso del tiempo
siempre huyendo en la sombra,
Sin descanso;

Y el loco tiempo se me va,
se me va,
siempre escapándose de mis manos
que lo sueltan
sin fuerzas para retenerlo.

Yo soy adicto del tiempo,
por eso me quejo de su abandono.

Se me va, y yo me quedo:
fruto deshecho de su obra
árbol sin hojas,
pisada borrada de mis pies.

¿Qué importa que los años sean cortos o largos,
que los días tengan amaneceres y noches,
ni que el reloj tenga agujas?

Nada importa al loco tiempo,
que solo tiene hoy,
pero no tiene mi mañana.

Él sigue una loca carrera
sin pararse más,
que en el baile de la muerte.

Yo también corro
me voy detrás de él,
me marcho

sábado, 6 de marzo de 2010

FRUITISPARANOIA

Llevaba más de un mes, repitiéndose en mi cabeza, una absurda melodía, ti ti ti tiri ti ti ti tiriri, no lograba sacármela de la cabeza, creía que me iba a volver loco.

Hasta que un día, me conciencie que necesitaba tratamiento, tenía que ir a un psicoanalista, contarle lo que me estaba pasando, necesitaba quitarme esa melodía infernal de mi cabeza.

Así que, cogí fuerzas de flaqueza y llame a una de mis mejores amigas, ella había tenido unos cuantos traumas, fobias, paranoias y no se cuantas enfermedades mentales más, nadie mejor que ella, que había sido tratada por más de 20 psicólogos, y unos 5 psiquiatras, para recomendarme un especialista en eliminar absurdas melodías de la cabeza.

Me recomendó al doctor Uxio, me dijo que era un genio en eso de extirpar trastornos musicales transitorios. A mi lo de extirpar no me sonaba nada bien, nunca me habían extirpado nada y la verdad tengo pavor a cualquier tipo de operación, aunque sea gastroentinal.

Me arme de valor, y lo llame, le resumí mi problema por teléfono, la verdad es que era muy fácil de resumir, note un tono de preocupación en su voz cuando me estaba hablando, más aún cuando me dio una cita para el día siguiente, decía que el caso había que tratarlo cuanto antes, porque sino esa absurdo musiquilla se podría convertir en algo permanente. También he de decidir, que lo más miedo me metió, fue cuando le pregunte el precio de la consulta, 90 euracos, nada más y nada menos.

Llego el día de la consulta, así que me prepare para la ocasión, me  puse la típica ropa de paciente, cubriéndola con un abrigo, para que nadie se diera cuenta  por la calle de que iba a la consulta de un psicoanalista.

Llame al telefonillo, me pregunto quién era, yo le conteste que era Mariano, prefería que no supiese mi nombre real, luego me quede pensado un rato,  por qué cuando habíamos hablado por teléfono no me lo había preguntado, la verdad es que me parecía extraño.

Deje esa estúpida reflexión, y me dirigí al ascensor, no se porque lo cogí porque su consultorio estaba en el primer piso y yo vivo en un cuarto sin ascensor, a lo mejor tenía miedo a perderme, tengo que reconocer que mi sentido de la orientación no es demasiado bueno.

Sin darme casi cuenta, estaba allí frente a la puerta, Redios!!! que rápido había llegado, luego recordé que estaba en un primero y normal que hubiese llegado tan pronto.

Golpee la puerta con los nudillos, no encontraba el timbre, ¡que raro!..., cuando un chico joven con perilla a lo Johnny Deep y bata blanca, me abrió la puerta, y me pregunto por qué no había llamado a la puerta, yo le dije que no había visto el timbre, él me sonrió y me dijo que si hubiera encendido la luz me hubiera resultado mucho más fácil encontrarlo. Coño!, tenía razón que tipo más listo, no se como no pude darme cuenta, la verdad que a estos chicos los preparan muy bien en la universidad.

Le pregunte si era el Doctor Uxío, el me dijo que no, que era su auxiliar, me parecía extraño que en vez de tener a una rubia cachonda, tuviese un tío con perilla y con una cara que me recordaba  Michael Night, si el del coche fantástico, pero supongo que un tío tan listo como el doctor Uxio, debería tener sus motivos.

Michael, lo llamo así porque no me dijo nunca su nombre, me llevo hasta una sala y me dijo que esperara 7 minutos. ¿Por qué siete minutos?, ¿Por qué no 6 o 8?, un puto número primo, eso si que no podía ser una coincidencia.

Después de 7 minutos justos, lo puedo asegurar porque no paraba de mirar el reloj mientras esperaba, vino Michael y me dijo que lo acompañase hasta una puerta, allí estaba sentado un tío con bata, era bastante delgaducho, con barba de tres días, unas gafas del año de la pera y un fular de color brownie, lo del fular era la prueba definitiva, en ese lugar pasaba algo raro.

El Doctor Uxi, a partir de aquí lo paso a llamar así, porque me dijo que lo tratará como un amigo y la verdad es que a mis amigos y mis mascotas, siempre los llamo por diminutivos o por absurdas variantes de sus nombres, bueno voy a dejarme enrollarme.. Me pidió que me sentará, y me senté, no lo hice porque me guste obedecer ordenes, ¡simplemente me apetecía sentarme y ya esta, lo hice que coño!.

Me pidió que si le podía tatarear de nuevo la melodía, la verdad me relajaba bastante tararearla y sentir que alguien más la escuchaba, así que, empecé a tararearla, acompañándola con mis palmas, porque así sonaba mejor. Siempre fui muy detallista para este tipo de cosas.

Después de estar, 7 minutos tarareándola, joder otra vez 7 minutos, me estaba empezando a poner nervioso y la verdad me dolían bastante las manos, es que yo cuando palmeo, le pongo toda la pasión que llevo dentro.

Dr Uxi, me pregunto si esa musiquilla llevaba letra, le dije que creía que si, pero no era capaz de recordarla. Uxi, entonces saco una guitarra y empezó a tocar esa melodía, trataba de ayudarme a recordar la letra, pero no podía, joder odio cuando me bloqueo.

De repente Uxi, se puso a cantar una canción, que hablaba de un mendrugo en NY, no entendía nada y la verdad estaba empezando a cabrear, porque odio las canciones malas y además no me dejaba concentrarme en mi musiquilla. Creo que Uxi, lo noto, paro de cantar y de tocar, me pedio perdón, me dijo que a veces se arranca por bulerías, porque eso le ayuda a pensar mejor, le dije que no se preocupará, él era un profesional y yo sabía que debía respetar su trabajo.

Me dijo que tenía que hipnotizarme, para poder encontrar la letra de esa musiquilla y así poder encontrar la raíz de todo este problema. Le dije que adelante, que estaba dispuesto a todo… Entonces Uxi saco un Canguro de su bolsillo y me dijo que lo mirara fijamente, mientras lo miraba, notaba como se me iban cerrando los parpados, y una vez se repetía lo mismo en mi mente la misma pregunta, ¿como coño había podido sacarse un jodido canguro del bolsillo?, creo que esa confrontación mental fue tan fuerte que hizo que perdiera la noción de todo…

Cuando Uxi, vio que estaba completamente hipnotizado, me pidió que cantara y yo, repetía una y otra vez esta estrofilla:


Somos blancos,
somos verdes
somos negros
y amarillos
somos todos diferentes
y estamos muy unidos


La verdad es que esa canción le sonaba, la había escuchado antes, hace mucho pero que mucho tiempo…pero no lograba recordar de que. Como era un puto friki del mundo web, tecleo en un buscador de internet, esas palabras, y BINGO!!!, ya sabía cuál era la canción. Joder!!!, era  la canción de los Fruitis, ¿os acordáis?, era aquella serie infantil de dibujos animados de finales de los 80, en la que aparecía un plátano sabelotodo, una piña absurda llamada Gazpacho con acento andaluz y un puto y jodido cactus (Sí, un cactus, aunque la serie se llame Fruitis, supongo que eso demostraba la gran astucia de los guionistas).

Uxí empezó a darle vueltas al argumento de la serie, coño no podía ser más absurdo: dos frutas y un cactus con patas que iban haciendo el tonto de allá para acá.  Dos cochinos jabalíes que no tenían más ilusión que comerse a alguno de estos seres, incluyendo el cactus (que, repito: no es una fruta). Como pudo observar, esta serie tenía que ser fruto de una mente enferma y perversa. ¿Cómo alguien podría hacer pensar a los niños que el cactus es una fruta?

Uxí, había escuchado a un colega de profesión, que a pesar de la crisis, todavía no estaba en paro como él, que la serie era un intento de los muchos para dominar el mundo dirigido por Antena 3 y su maléfico programa Megatrix, que según diversas fuentes se dice que podría estar dirigido por un Mendrugo. El hecho de que uno de los protagonistas fuera un cactus (uno de esos que pincha) y los demás fueran frutas (que se comen y además fueran personajes) induce a los niños a un canibalismo atróz, y a una extraña tendencia a tragar objetos puntiagudos y punzantes pensando que son frutos.

Además la serie constaba de situaciones verdaderamente obscenas, en las que las frutas intentaban despernadamente tirarse a una niña humana (para dejar sus semillitas dentro de ella), mientras, que ella guardaba la oscura intención de comérselos a todos.

Todo estaba apuntaba, a una programación de un suicido colectivo, esa era la razón de esa musiquilla, Uxi había escuchado un caso parecido que se había dado en Belice, donde un hombre acabo suicidándose después de no soportar más una música de una serie de dibujos animados, Ohhhhh casualidad!!!, era la de los Fruitis.

Ahora todo encajaba, estaba programado para autodestruirme…, lo que más le preocupaba a Uxi, era saber la razón de por qué yo y por qué después de más de 20 años, supongo que ese no era su trabajo, no era un detective. Pero conocía a uno de los buenos, Senenote, experto en investigar conspiraciones judiomasonicas, a lo mejor debería llamarlo para resolver este entuerto, pero bueno eso será otra historia.

Ahora Uxí, debía centrarse en extirpar esa musiquilla, para ello debía hacer una hipnosis regresiva, sabía que era arriesgado pero debería intentarlo. Posiblemente el paciente tuviese efectos secundarios, como no poder a volver a poder tomar fruta nunca más, una simple mandarina podría llegarlo a matarlo, pero bueno, eso era mejor que la muerte segura, a lo que le iba a llevar esa musiquilla.

Uxí volvió a sacar al Canguro del bolsillo, y se puso manos a la obra con la hipnosis regresiva, por un momento pensó que iba a perder el paciente, pero al final lo consiguió. Estaba orgulloso, todo había salido bien.

Desperté, me encontraba como en una nube, Uxí me explico todo el proceso, no entendía nada, por un momento pensé que estaba un poco chalado, era difícil de crear toda aquella historia, pero después de ver aquel canguro saliendo de su bolsillo, cualquier historia era verosímil, así que lo creí y emprendí de nuevo una vida sin esa terrible banda sonora, era feliz, desde aquel día me di cuenta que en las cosas más simples uno puede encontrar la felicidad.